viernes, 29 de diciembre de 2017

QUE PUEDO REGALARTE ESTA NAVIDAD? III

HOLA BETS & CHICKS:
Todavía en ánimo festivo? Qué aguante por Dios Santo!  Pues si están en ésas, aguanten el final capítulo de mi  cuentecillo navideño.  ¿Que les ha parecido hasta ahora: Cursi, emocionante, o demasiado "retro". (noten que no tiene villanos, ni sexo desenfrenado, ni violencia descarnada).
Es una simple historia de amor, que no tiene final (Así es el Amor).:

CAPITULO III

Todo parecía haber retornado a la normalidad. LuzMaría algo taciturna y pensativa, guardó en su memoria lo sucedido y tratando de hacer caso omiso de su notoriedad y fama, evitó entrevistas y declaraciones a los medios. Aceptó el pequeño homenaje que le prepararon las autoridades estatales y el Gobernador y el premio que le otorgaron, y se sumergió totalmente en su trabajo y su familia.
Llegó la Navidad, con su cauda de festejos, emociones y alegria, sentimientos agridulces de nostalgia, amor, júbilo y ternura , por el Recién Nacido “Hijo del Hombre”. En la comunidad y pequeña familia sinaloense había alegría y gratitud.
Luzma, guardó lo sucedido en su corazón, suspiró y poco después, volvió a ser la alegre y amistosa Lucerito de siempre.
Pocos meses después, Luzma inició una relación sentimental con uno de los doctores del hospital, que había enviudado dos años antes. Los dos eran personas muy parecidas, él era tranquilo, cariñoso y atento y estaba tratando de rehacer su vida, tenía dos hijitas de 5 y 7 años que rápidamente congeniaron con ella.

Larry Anderson MD se había recuperado casi totalmente de sus lesiones, tan sólo claudicaba ligeramente de la pierna derecha, La terrible experiencia en Mazatlán, no se apartaba de su mente y sufría algo de stres-postraumático. Claramente se había vuelto más cauto y reflexivo. La Navidad había llegado y se sintó más apegado a su familia.
Su relación con Leslie le producía satisfacción, sin embargo, su convivencia con ella empezó a enfriarse porque ella se había vuelto excesivamente celosa. Larry se entregó apasionadamente a su residencia en Cardiología y tomó la decisión (desaprobada por Leslie) de tomar un año más en el Fellowship que le ofrecía el hospital. Leslie pensaba que era hora de obtener los Boards de la Especialidad, independizarse y empezar una exitosa práctica privada, ella ya lo había hecho y obviamente deseaba casarse pronto con él.
Larry se había sumergido con más ímpetu en sus labores hospitalarias, su destreza en los procedimientos de intervención mediante cateterismo cardiaco habían mejorado mucho y era muy popular en las salas de la especialidad, se convirtió en el cateterizador más hábil del grupo y su mentor, el Profesor Dr John Fitzgerald, le tenía gran confianza y lo llamaba “Goldenhands-Lar”. Poco después, lo invitó a agregarse a su staff y grupo médico y a participar en varios estudios multicéntricos acerca de nuevas técnicas de abordaje en casos complicados. Su carrera como futuro especialista como Cardiólogo-Intervencionista, parecia asegurada.
Larry, mental y físicamente estaba en inmejorable condición, pero psicológicamente todavía sufría algo de shock-post-traumático y se había vuelto algo taciturno y desarrolló una leve fobia al mar. Desde aquella terrible noche, tenía frecuentes “flashes”de memoria con la cara de lo que llamaba “su Ángel Guardian”, la enfermera LuzMaría Alvarado con sus hermosos y brillantes ojos, volvía a ver su cara de angustia, el cabello mojado y arenoso, y le producían una extraña sensación de alarma, euforia y paz.
Larry experimentaba una rara sensación de inseguridad, el psicólogo del hospital lo atribuyó al SSPT (Síndrome-Stress-Post-Traumático) y le prescribió antidepresivos, que parecían surtir efecto. Sin embargo al cumplir un año del episodio traumático, experimentó un intenso deseo de hablar con Luzma, e intentó comunicarse con ella en varias ocasiones. Recordó que tenía el número del celular de Cristian, y le llamó para preguntarle como estaban. El chico fue cordial pero no entendía bien y no le dió mucha información acerca de su madre
Leslie resentía la lejanía y aparente frialdad de su novio, y fastidiada decidió hablarle seriamente acerca de su relación y lo citó para conversar:
Look dearest Larry, I feel that since the accident, you are very distant and cool. And I am sorry, I suspect that your relation with that girl, has something to do with your behavior, and the main reason for those changes. Please, tell me If I am wrong, and what is really happening?
Dear Leslie,... I really don´t feel there is a real problem. There is no need worrying”, please give me some more time to straighten my mind”.
I am sorry Lar, but, yes, there is a problem, and probably bigger than what you think, you and I should better think seriously about this and give it real consideration, not only time”.
Y diciendo eso, deslizó el anillo de compromiso de su mano izquierda y lo dejó en la mesa. Lo miró intensamente y al ver que Larry nada decía, fue a la puerta y abandonó el lugar.
Él quedó un poco aturdido y sumido en sus pensamientos por un buen rato y luego, se retiró también. El reluciente anillo con un brillante de 3/4 carat, quedó enmedio de la mesa. Más tarde el mesero al limpiar la mesa, se sorprendió y llevó el anillo a su supervisor, quien examinó; tenía grabado un nombre; “Larry”, y una fecha; 12-24-2012. entonces dijo, “ya sé de quién es, se lo regresaré en cuanto la vea”. Y lo guardó en un lugar seguro. (El conocía a los jóvenes médicos, que eran habituales).

Habían transcurrido 14 meses desde el accidente y una tarde, poco antes de finalizar su turno, la enfermera LuzMaría inesperadamente sufrió un desmayo y convulsionó levemente. Fue atendida solícitamente por sus compañeras y uno de los médicos de guardia. Luzma volvió en sí pocos minutos después. Los análisis y estudios incluyendo electrocardiograma se estimaron normales, ella valerosamente se sentia apenada por la interrupción y reaunudó sus labores como si nada hubiera pasado. Ella decía sentirse bien, tan solo una leve opresión en el pecho, pero ya había sentido eso antes y se sentía un poco fatigada, atribuyó el episodio a fatiga o stress acumulado y no le dio importancia al asunto.
Unos días después empezó a experimentar episodios de palpitación cardiaca y opresión precordial que duraban unos cuantos segundos, mareo y cansancio extremo, con las labores más comunes. Alarmada la Jefa de Enfermeras, solicitó un nuevo chequeo cardiovascular a los especialistas del grupo.
Un Ecocardiograma tridimensional a color, reveló crecimiento excesivo del corazón (cardiomegalia), principalmente a expensas de las cavidades izquierdas; Aurícula y Ventrículo Izquierdo el cual disfuncionaba extensivamente y dilatación de la aorta (la gran arteria que nace del corazón. Los electrocardiogramas revelaban inestabilidad elécrica y extrasístoles (latidos ventriculares prematuros) frecuentes, revelaban además, déficit circulatorio en el ventrículo izquierdo (isquemia). El diagnóstico fue aplastante, la enfermera LuzMaría Alvarado de 32 años había sufrido un Infarto Miocárdico, extenso!
El diagnóstico cayó como una bomba en la pequeña familia de Luzma, ella había sido siempre sana y previos exámenes médicos no habían detectado anormalidades. LuzMaría y su familia estaban preocupadas, sus compañeras y las autoridades del hospital no podían creerlo.
LuzMaría fue admitida en la Unidad Coronaria, y aunque ella no sufría dolor, tan solo una leve fatiga y falta de aire(disnea), presentaba datos de arritmia extrasistólica (latidos anormales ocasionales), que no le molestaban mayormente.
Mejoró ostensiblemente bajo tratamiento y se le propuso realizar Cateterismo Cardiaco y Angiografía coronaria, para intentar revascularizar arterias coronarias probablemente obstruídas. Sin embargo, los datos ecocardiográficos no mostraban disminución focalizada en ninguna región del corazón y eso era muy inusual.
Su cardiólogo el eminente Dr. José Pérez-Chávez, estaba perplejo, sólo podia pensar que estaba en presencia de una grave Cardiomiopatía Dilatada en una persona joven previa y aparentemente sana.
El Cateterismo y Angiograma fue realizado en el segundo día del internamiento. No hubo complicaciones, pero se reveló una inusual anormalidad; La Arteria Coronaria Izquierda, la arteria principal que irriga al corazón, nacía anormalmente de la Arteria Pulmonar Izquierda! Esta anomalía, de origen congénito, es sumamente inusual, se presenta en aproximadamente uno de cada 300,000 bebés nacidos vivos! Casi siempre se detecta en los primeros meses o años de la vida, e impide el sano desarrollo. Se trataba de una afección cardiaca muy grave, porque la región más importante del corazón, la izquierda, recibía sangre pobremente oxigenada.
Además, lo inusual del caso era que LuzMaría, no había experimentado síntoma alguno, su desarrollo había sido normal y sus médicos, no habían detectado anormalidad cardiaca alguna, trazos electrocardiográficos y radiografías de tórax previas habían sido estimados como normales!
Como si fuera poco, Luzma había tenido a la edad de 18 años un parto totalmente normal y hacía dos años, después de cumplir 29, esta pequeña y valiente mujercita de 52 Kg de peso había realizado la heroica e increíble hazaña de rescatar a un hombre de casi noventa kilogramos, de las fauces de un tiburón y le había salvado la vida!
Sus médicos estaban sorprendidos de la resistencia física de LuzMaría, algunos de ellos opinaron que el esfuerzo sobrehumano que ella había realizado un año antes con su heroica acción, pudo haber desencadenado un infarto subendocárdico masivo y silencioso del ventrículo izquierdo.

Larry estaba decidido a comunicarse con Luzma y telefoneó directamente al hospital de Mazatlán. Pidió hablar con la enfermera LuzMaría Alvarado, pero le informaron que no se encontraba laborando porque estaba enferma. Llamó entonces al Departamento de Urgencias, donde laboraba Luzma y le dijeron que ella estaba internada en la Unidad Coronaria. Alarmado y asustado llamó a la Unidad, y preguntó por su estado clínico, la recepcionista le preguntó que si era de la familia o si era médico del Hospital? El tuvo que negarlo, entonces le dijeron que la información sobre los pacientes era reservada. Sin embargo una de las compañeras de Luzma, recordó su nombre y el episodio que le había dado notoriedad al hospital dos años antes, y tomó el teléfono!
Larry quedó aturdido, pasmado, casi no podía creer lo que oía, la enfermera le detalló lo que sabía y el prognóstico que opinaban sus doctores acerca de la gravedad de Luzma. Sintió un nudo en la garganta y no pudo hablar más.
Sintió una imperiosa necesidad de viajar a Mazatlán para verla y apoyar en todo lo que pudiera, a esa pequeña mujer que súbitamente se había convertido en la razón de su vida.

Larry llegó al bullicioso puerto y rápidamente rentó un auto. Se dirigió apresuradamente al Centro Médico que tan bien recordaba. Al llegar pidió hablar con el Director del Nosocomio. Y aunque tuvo que esperar ansiosamente, se presentó con él. Desde su ingreso al hospital, fue reconocido por el personal que recordaba el caso que le dio notoriedad dos años antes.
El Director también recordaba el caso y amablemente lo puso al tanto del estado de Luzma. Larry le dijo que estaba dispuesto a ayudar en todo lo que fuera necesario y le explicó que en el Arizona Heart Institute, donde él laboraba, tenían toda la alta tecnología que pudiera necesitarse. El Director orgullosamente le dijo que creía que no necesitaban nada, porque ellos también tenían todo lo que pudiera requerir la paciente, y que si algo les faltaba, el Instituto Mexicano del Seguro Social, también tenía todo lo que pudiera necesitar, en La Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
Larry se disculpó y le solicitó hablar con los médicos a cargo del caso. El permiso le fue concedido, el Director recordaba el evento y la notoriedad que le había dado el caso a su ciudad y hospital.

El Cardiólogo Dr. José Pérez-Chávez lo recibió cordialmente. Llamó al Cardiólogo Intervencionista que estaba directamente encargado del caso, el Dr. Luis Ángel Rodríguez quien le mostró los análisis y todos los estudios realizados hasta la fecha y discutió ampliamente el caso con él. En su opinión se trataba claramente de una inusual Cardiopatía Congénita, que inexplicablemente había pasado desapercibida por sus médicos y que también había cursado asintomática por muchos años.
Larry examinó todos los estudios realizados, particularmente los Cineangiogramas y estudios Ecocardiográficos y no pudo sino estar completamente de acuerdo con su colega mexicano.
Aunque se trataba de un padecimiento cardiaco muy poco común, Larry le informó que en su Hospital habían tenido alguna experiencia en el manejo de tales casos, y que él personalmene había participado en dos casos que se resolvieron exitosamente. Sin embargo, apuntó, nunca habían tenido un paciente fuera de la edad pediátrica. Discutieron con algunos detalles del manejo de la enfermedad, y finalmente Larry estuvo de acuerdo y solicitó ver y hablar con la paciente.

La noticia se había diseminado rápidamente y afuera del Hospital se había reunido una ruidosa muchedumbre, reporteros y cámaras de televisión estaban presentes. La noticia de la gravedad de la “Heroína de Mazatlán” y la presencia de la víctima rescatada, eran la gran noticia del momento.Todos solicitaban entrevistas y fotos.
Larry y el médico tratante, el Dr. Rodríguez se dirigieron a la sala de Cuidados Intensivos. Los familares afuera reconocieron a Larry, Cristian fue hacia él y llorando lo abrazó. Al ver a LuzMaría, pálida monitorizada, con oxígeno y venoclisis, se le humedecieron los ojos y se le oprimió el pecho. Se acercó y tomándole la mano, le dijo: “Hello! Luzzy; what is a nice gal like you doing in a joint like this? (Hola Lucy, ¿Qué es lo que una chica buena como tú, está haciendo en un antro como este?”). Luzma entendió la broma y eso distendió un poco la angustia que sentía, la emoción de verlo nuevamente le aceleró el corazón Se le aceleró el pulso y se miraron intensamente, no pudieron articular palabra y se les humedecieron los ojos. La madre de Luzma comprendió.
Larry finalmente dijo: “Vine a ver en qué puedo ayudar”. Ella asintió con la cabeza. Y le agradeció.

La paciente mejoraba lentamente y pudo ser transladada a la sección de hospitalización. Los medios habían sido sumamente insistentes y finalmente consiguieron una entrevista, Imágenes de la heroína, su hijo, perro y familia y también de Larry llevándole flores, se esparcieron en los medios. La noticia de la gravedad de su padecimiento consternó grandemente al público y la noticia se generalizó, llegando inclusive al prestigiado diario The Phoenix Sun.
Larry regresó a su ciudad con el corazón estrujado y reanudó sus labores, pero se veía taciturno y preocupado. Su madre Betty sufría con él pero comprendía su dilema. Leslie también se enteró, pero tuvo la delicadeza de no intervenir. El gerente del restaurant, le habia entregado el anillo pensando que lo había olvidado. Ella lo guardó cerca de su corazón.

La mejoría de Luzma no progresó como se esperaba y antes de ser dada de alta tuvo una recaida por brotes graves de arritmia ventricular. La terapia con medicamentos se incrementó, pero surgieron complicaciones, los medicamentos cardioestimulantes
incrementaban la presencia de arritmias, y se propuso implantar un Marcapaso cardiaco bicameral. Esto se realizó con éxito. Sin embargo el tejido cardiaco de Luzma estaba muy deteriorado.
Pasó un mes y la condición de LuzMaría no parecía mejorar. Sus médicos propusieron a la familia transladar a la paciente a la Ciudad de México para intentar una intervención quirúrgica correctiva, que conllevaba un enorme riesgo porque existía un deterioro severo de su corazón y su reserva cardiaca había prácticamente llegado a su limite, era una situación francamente desesperada.

Larry no había dejado de estar en contacto con la familia y con el médico tratante el Dr Luis Ángel Rodríguez, y le solicitó una nueva valoración que podría llevarse a cabo en el Arizona Heart Institute, por cuenta y responsabilidad de él mismo. El Dr. Rodríguez pensó que eso podría ayudar pero no podia tomar tal decisión y la notificó a las autoridades del hospital, el Director simpatizó con la idea y le dio trámite a las autoridades del Seguro Social. Las autoridades del mismo estuvieron de acuerdo siempre y cuando el manejo y tratamiento quirúgico, si lo hubiera, quedara a cargo del Instituto del Corazón de Arizona.
El Dr. Rodríguez pensó que sería una buena idea el formar una fundación para recolectar fondos para el tratamiento de Luzma.
La idea cundió como fuego en la pradera en todo Mazatlán y se esparció en las redes sociales por todo México y en Arizona también. Empezaron a llegar donaciones y muestras de apoyo y simpatía de todas partes. Tuvo que formarse un comité encargado del manejo de la Fundación “El Corazón de Lucita”.
La esperanza renació en la familia y comunidad mazatleca que la había adoptado como “Hija Predilecta”.

La Fundación creció como la espuma y en menos de dos semanas habían recaudado en México casi 1'500,000 Pesos, y en EUA iban por encima de 200,000 Dlls y contando.
Los médicos del hospital de Mazatlán, decidieron que no se podía esperar más. Luzma había experimentado ya en dos ocasiones episodios de Taquicardia Ventricular y Fibrilación Ventricular, que fueron prontamente revertidos. Decidieron que no se podía esperar más y que la posibilidad de realizar la Corrección Quirúrgica, a pesar de los riesgos, era la mejor opción.
Se iniciaron los trámites y procedimientos para translado aéreo.
Larry y su familia contrataron una ambulancia aérea. El Centro Cardiológico de Fénix (AHI), aprobó la solicitud que había tramitado el Dr. Lawrence Anderson, para continuar su tratamiento.
Una multitud de familiares, amigos y simpatizantes, la despidieron en el Aeropuerto, entre lágrimas, vítores y música de banda.

En el Lear Jet de la ambulancia viajaron con la paciente; la tripulación y dos paramédicos, el Dr Larry Anderson y la madre de Luzma que no cesaba de rezar. El aparato arribó a la resplandeciente Ciudad de Phoenix (“The Sun City”) 2 Hs 30 min
después. Los procedimietos aduanales fueron expeditos por tratarse de una emergencia médica, y un helicóptero transladó a Lucero al gran Centro Médico. Ya la esperaban y de inmediato la internaron en el área de Cuidados Coronarios.

Esa misma tarde, los miembros del grupo cardiovascular del Dr, Fitzgerald (que había sido informado por Larry del caso). Se reunieron para examinar los estudios, datos clinicos y manejo realizado hasta ese momento. Todos estuvieron de acuerdo con el diagnóstico realizado por sus colegas mexicanos y con la gravedad y premura que requería el caso, se propusieron varias altenativas de manejo: La corrección quirúrgica de este tipo de cardiopatía congénita, habia sido realizado antes en su hospital y los resultados habían sido satisfactorios en los pacientes más jóvenes, no así en pacientes mayores.
En consenso opinaron que la opción quirúrgica, que consistía en reconectar totalmente la arteria coronaria Izquierda con la aorta, era la mejor, para eso se podía intentar un “graft” (puente) aorto-coronario con las variantes que exigiera la anatomía de la paciente. Para ese objetivo se realizó nuevo Cineangiograma de alta resolución y nuevos ecocardiogramas Dopler.
Los padres fueron notificados y con su aceptación, (no había otra opción LuzMaría moriría pronto sin cirugía). Se preparó la intervención con la premura que exigía el caso.
La siguiente semana, se realizó la Reconección de la Arteria Coronaria con la Aorta. La operación -sumamente delicada por su complejidad y el estado clínico de la paciente, se realizó con éxito, y LuzMaría pasó a recuperacíon y a la Unidad Coronaria.

A pesar de la exitosa corrección de la anomalía coronaria, la evolución del caso, fue tórpida, por presencia de múltiples y severas arritmias. El Gasto Cardiaco (flujo sanguíneo total del corazón), no mejoró de manera adecuada y fue necesario emplear medicaciones cardioestimulantes en dosis elevadas. Se presentaron dos episodios de Fibrilación Ventricular (latidos caóticos desordenados del corazón) y un episodio de Asistolia (paro cardiaco total).
Los médicos decidieron que era necesario emplear un dispositivo de asistencia mecánica intratorácico y se decidió implantar un dispositivo HeartMate (una pequeña y poderosa bomba), dentro del pecho de Luzma que le ayudaría a su deteriorado corazón a mantener el flujo sanguíneo necesario para vivir y recuperar el tejido cardiaco perdido.
Larry contactó a la compañía Thoratec de California y solicitó el dispositivo más reciente de flujo axial, que le parecía el más adecuado. En unos días más el dispositivo llegó, y después de platicar con Luzma y su madre -ellas se oponían al principio-, las convenció de que esa era la mejor opción, salvo el intentar un trasplante cardiaco. La madre doña Sol, estaba desolada, casi no podía hablar y pidió tiempo para consultar a su esposo el padre de Luzma. Larry la consoló diciéndole que esos dispositivos, eran muy confiables y a veces al implantarlos, el corazón se repone y vuelve a funcionar de manera aceptable.
Ellos estuvieron de acuerdo y se iniciaron los trámites y preparativos para la intervención.
Larry sin decirles nada, inició también los trámites para poner a LuzMaría en el Indice y Programa Nacional de potenciales receptores de Transplante Cardiaco. Además solicitó al Laboratorio de Histocompatibilidad, iniciar pruebas para el receptor.
Él sabía que el Programa de Transplante Cardiaco, es muy riguroso y que existía una lista kilométrica de potenciales receptores. Los donadores son muy escasos porque se necesita una persona con muerte cerebral reciente y compatible. Y que sólo en contados y fortituos casos, se reúnen los requisitos para adelantar la donación, (cercanía, familiaridad y sobretodo compatibilidad tisular).

Larry había descuidado un poco sus labores como Jefe de los Residentes de Cardiología y el Dr Fitzgerald lo llamó a su oficina y le preguntó que cuál era su relación con la paciente de Mazatlán. Él respondió, que ninguna, excepto por la inmensa deuda de gratitud que sentía con ella, pero en sus palabras se translucía una gran emoción y vehemencia, el viejo Dr. John Fitzgerald comprendió, y tan solo, le dijo que tratara de evitar que sus emociones interfirieran con su relación profesional Médico-Paciente.

Las condiciones clínicas de Luzma, continuaban en franco deterioro, la función renal estaba declinando, y tenía agua en los pulmones. También entró en una fase depresiva, que psicológicamente afectaba su deseo de luchar y vivir.
Larry por lo antes mencionado, había dejado de visitarla dos o tres veces al dia y la jefa de enfermeras había notado el cambio, por lo que pidió a Larry que la visitara y animara. Larry accedió y fue a verla:
Ella lo miró intensamente y sonrió, Larry le dijo: “Tengo noticias buenas Luzzy, parece que estas mejorando y pronto con la operación te vas a sentir como nueva, creéme, vas a mejorar radicalmente”. Ella contestó: “Ojalá y así sea Larry, pero siento que estoy al final de mis fuerzas, pero está bien..., lo único que siento es dejar a Criss y a mamá solos, pero sobretodo siento mucho el no haberte conocido antes”..., una lágrima asomó en sus increíbles ojos. Larry, tomó su mano y la besó, ella entornó los ojos y entonces la besó tiernamente en los ojos y en los labios, acarició suavemente su cabello y le dijo al oido; “Don´t worry my love, I will never let you die”:

Pocos días después, las condiciones de Luzma habían mejorado un poco y sus médicos juzgaron que no habría otra oportunidad mejor para implantarle el corazón artificial. No había tiempo que perder y la operación se programó para el día siguiente.
Hacía un frío intenso el dia previo a la intervención. Larry despertó más temprano que lo habitual, no había dormido bien en esos días, estaba obscuro y una fina llovizna caía lentamente. Subió a su Mercury y se dirigió al hospital. En un cruce que tenía una pendiente, súbitamente vio a un gran trailer que bajaba la pendiente enfrente de él, un sombra apareció frente al camión, el chofer del camión vislumbro un rostro angustiado y aplicó los frenos a fondo, las llantas derraparon en el pavimento mojado y el camión se ladeó y patinó súbitamente, chicoteó y el remolque se desprendió, se volteó y rodó pesadamente hacia los carriles opuestos, Larry frenó a fondo, se escuchó un agudo chirrido de frenos y llantas derrapando y la caja del trailer cayó con gran estruendo sobre la parte delantera del carro de Larry.
Todo el tránsito se detuvo y las luces parpadearon, una nube de polvo y humo salía del impacto. El chofer del camión y varios automovilistas, se apresuraron a auxiliar al ocupante siniestrado.
El pesado contenedor aplastaba casi totalmente la parte delantera del vehículo y no se escuchaban señales de vida.
Las ambulancias y patrullas llegaron unos minutos después y un poco más tarde una unidad de rescate de bomberos, el ocupante del Mercury estaba atrapado adentro!

Menos de 20 minutos después se escucharon las sirenas y el grupo de rescate arribó al Departamento de Urgencias del Hospital General de la ciudad. Rápidamente bajaron una camilla y entraron en la atestada sala de urgencias.
Larry estaba inconsciente y presentaba una severa lesión en la cabeza. Los paramédicos habían informado previamente al hospital. “Hombre joven con severo trauma craneoencefálico inconsciente sin signos vitales, respondió a maniobras de reanimación, en shock profundo, pérdida mínima de sangre”.
Los médicos del hospital continuaron las maniobras de apoyo cardiopulmonar hasta su estabilización. Se inició tratamiento de shock traumático agudo. El paciente llevaba bata del AHI y ropa de cirujano debajo de su abrigo, su ID decía: Larry Anderson MD.
Se notificó de inmediato a sus familares y al Instituto del Corazón de Arizona.
El Neurocirujano valoró al paciente, presentaba contusión severa del región frontoparietal izquierda con herniación de tejido cerebral, fractura-hundimiento craneal. Se juzgó necesario instalar Hipotermia Profunda para disminuír el daño neurológico, debridacíón y craniotomía descompresiva urgente. Los signos vitales se estabilizaron.
Los padres de Larry habian llegado y se les informó del crítico estado de su hijo y de las pocas posibilidades de sobrevivencia. Profundamente consternados pidieron ver a su hijo.
Unos días después se decidió internarlo en el Neurologic Institute, para continuar su manejo con Cámara Hiperbárica y Medicina Molecular. El proceso inflamatorio cerebral cedía lentamente. El hecho claro y escueto era que Larry habia sufrido demasiada pérdida de tejido cerebral

En el AHI. La noticia cayó como bomba, Larry era sumamente apreciado por todos, pero la noticia no se comunicó a Luzma ni a sus familares. El día siguiente del accidente en el AHI los médicos decidieron realizar el Implante del HeartMate-Thoratec que le salvaría la vida a Luzma.
La intervención se realizó sin contratiempos y la paciente empezó a mejorar casi de inmediato. Su recuperación parecía milagrosa y poco tiempo después había mejorado. Extrañaba la presencia de Larry y preguntó por él y le informaron que había estado muy ocupado, sus familiares tampoco lo habian visto y ella intuyó que algo malo estaba sucediendo y al ver a las enfermeras tristes, insistió y le revelaron lo del accidente y que estaba muy grave.
Unos días después regresó al área de hospitalización a continuar su recuperación. Ella se sentía mejor, pero estaba desolada y profundamente triste, perdió el apetito y no podía dormir, sin embargo su condicion cardiovascular continuó mejorando

Su estado fue revalorado por el staff médico; LuzMaría, había tolerado una corrección quirúrgica de su padecimiento, la cual parecía funcionar, sin embargo, su corazón tenía un déficit severo de tejido miocárdico, su función nativa era muy pobre y dependía casi totalmente del dispositivo implantado. Seguía presentando trastornos eléctricos severos del ritmo cardiaco, y a veces esto interfería con el funcionamiento de la bomba.
Su futuro era incierto, si la daban de alta y regresaba a su país, eso dificultaria su seguimiento (follow-up) y manejo.
La alternativa mejor era acelerar el programa de Trasplante Cardiaco.

Los padres de Larry, también estaban desolados. Los médicos opinaban que su recuperación era poco menos que imposible, el daño cerebral había sido muy extenso y su función era vegetativa y en coma profundo. Se les solicitó inscribirlo en el Programa de Donación de Órganos.
La Dra. Leslie Collins que también había estado muy atenta a la
tragedia que afectaba a su ex-prometido. En medio de su dolor y angustia, fue la primera en pensar que si existiera compatibilidad. LuzMaría sería la receptora ideal del corazón de Larry, porque era obvio que ambos se amaban profundamente, y que Larry muy probablemente eso hubiera deseado. Sin embargo, ella que también lo amaba tiernamente, hubiera deseado tener un hijo de él, por lo tanto pensó que si fuera factible realizar también donación de esperma de Larry, ella quisiera tener un procedimento de inseminación para tener un bebé de él.
Los padres de Larry, estaban destrozados, su único hijo varón estaba a punto de desaparecer. No habían digerido completamente el gran trauma emocional, y no habían decidido el ingresarlo al Programa de Transplantes. Leslie habló con ellos, se solidarizaba totalmente con su pena, también les dijo que de esa manera su hijo no moriría totalmente. Mencionó su deseo de tener un hijo de él, mediante la donación de su esperma.
Los padres de Larry reflexionaron y accedieron pensando que de esa manera, Larry no moriría totalmente y ellos podrían obtener un nieto como regalo póstumo de su amado hijo, eso les sirvió de consuelo, animados y agradecidos por la idea de Leslie a la que consideraban ya una hija, accedieron generosamente a donar el corazón, esperma y otros tejidos del cuerpo de su hijo.
Los trámites para la donación y los estudios de compatibilidad tisular e inmunológica, se llevaron a cabo con la celeridad que requería el caso. Estos afortunadamente resultaron en un match perfecto. Y el procedimiento de transplante corazón inició su preparación. Dos días antes de Navidad, las camillas llevando Luzma y a Larry, rodaron hacia la sala de operaciones.

Phoenix brillaba esplendorosa con las luces y adornos navideños, por todas partes se escuchaba la alegre y tradicional música, el ambiente era festivo, todo eran abrazos, risas y felicidad, los niños se portaban mejor que nunca. La ciudad estaba atestada de gente que bulliciosamente iba y venía en preparación a la fiesta más esperada del año.
En el sistema de sonido del hospital se escuchaba suavemente la bella canción setentera interpetada por los “Los Lettermen”:
WHAT CAN I GIVE YOU FOR CHRISTMAS”


(No hay Amor más grande que el dar la vida por un amigo)


jueves, 28 de diciembre de 2017

CUENTO DE NAVIDAD 2a Parte

HOLA ESTIMADÍSIMOS BETS Y CHICKS:
Espero que hayan tenido una hermosa Navidad y que la sigan pasando Bomba.
les envío  la 2a Parte de mi cuento (no hay que hacerle al "cuento", dicen).
QUE PUEDO REGALARTE ESTA NAVIDAD?:

CAPÍTULO II


La Prensa y prácticamente todos los medios locales y nacionales se inundaban, con la noticia del día:

Turista norteamericano, atacado por un tiburón-tigre en la playa de Miramar, Mazatlán, fue rescatado por una joven enfermera del Seguro Social y su hijo, que le salvan la vida heroícamente”.

Los padres de Larry; Mr. Lawrence Anderson y su esposa Mrs. Roberta (Betty) Porter, y la prometida de Larry, Miss Leslie Collins, descendieron del avión, se dirigieron a la sección de aduanas, rápidamente completaron el trámite, e informaron que venían a visitar a su hijo herido, los atendieron y pasaron al lobby del aeropuerto.
Gene, Bill y un funcionario del Consulado, los esperaban, y después de rápidamente explicarles lo sucedido. Los condujeron al Centro Médico del IMSS de Mazatlán.

La cirugía fue ardua y complicada con un desplome de signos vitales al realizar las primeras maniobras, se requirieron tres unidades de sangre y una de plasma rico en plaquetas para controlar la hemorragia, después de casi tres horas (2hs, 56min). El cirujano completó hemostasia, reparando desgarro de arteria poplítea, debridación quirúrgica, reparó tejido muscular y aponeurosis en muslo derecho y región glútea desgarradas, y reparó tendón del bíceps crural que estaba prácticamente desinsertado. Antisepsia y sutura de otras heridas en brazos y mano que no comprometían la función y con el paciente estabilizado, lo transladó a Recuperación y Terapia Intensiva.
Los compañeros de Larry presentes presenciaron la cirugía y estuvieron de acuerdo con el desempeño quirúrgico.

Larry, despertó al oír a voz de su madre que le hablaba cariñosamente, acariciándole la frente. No sentía mucho dolor sólo insensibilidad de manos y pierna derecha, Ahí estaba su padre solícito y preocupado y su bella prometida Leslie Collins que se acercó para besarlo y confortarlo. “Larry dear, I´am here, don´t give up, you are a real fighter, the worst is over, don´t expect you're leaving me so easy, for a little shark!”(“Querido Larry, estoy aquí! Ánimo guerrero! No te rindas. Lo peor ya pasó , no creas que me vas a dejar tan fácilmente, así nomás por un tiburoncito”). Los amigos de Larry bromearon: “Go man, you are a trooper, but don´t expect us to leave you alone in the paws of these latin cuties, man!”.(Vámos hombre, Fuerza! Eres un gran soldado, pero no esperes que te dejemos aquí en las garras de esos pinpollos latinas”), todos rieron.

Al día siguiente, domingo, el sol brillaba con todo su esplendor de esta mañana de octubre, todo parecía sonreír. Larry había pasado buena noche y estaba en buen ánimo pero se sentía muy débil, se sentía como si le hubiera pasado, por encima una aplanadora de 4 toneladas. Tenía un poco de fiebre y tosía bastante, le aplicaron oxígeno y terapia de inhalación positiva intermitente. La nueva radiografía de tórax mostraba mejoría.
Sus amigos Bill y Gene vinieron a visitarlo y le trajeron sus pertenencias, le informaron que tendrían que regresar a su Hospital al día siguiente, que habían informado con detalle al jefe de Cardiología El Profesor Dr. O'Connor y a las autoridades del Hospital de lo sucedido, que le ofrecían todo de tipo de apoyo, respaldo y esperaban que se recuperara pronto.

Luzma había venido más temprano para ver como había pasado la noche, al escuchar su voz en el pasillo, Larry sintió una extraña sensación de alegría y alarma, que le recordó los momentos más críticos del terrible suceso que había experimentado la noche pasada. Su corazón latía fuertemente y cuando la vio, parecíó detenerse por un momento. (nunca había sentido algo así). Su visita fue breve, ella lucía fresca y hermosa, optimista al enterarse de su evolución en la estación de enfermeras. Le dijo: Hola grandote, a dónde te fuiste a divertir?, te atropelló un elefante? Larry no entendió bien la broma, pero sintió la calidez de su presencia y su optimismo.
Y dijo:”Sorry but you will have to speak more slowly, I am just a poor gringo who got in trouble with the wrong fish that night”.
Luz volteó la cabeza, pasó la mano sobre su cabello y dijo; “My High School English is also terrible, but we will understand fine if we are patient”. “Patient I already am, a true angel you are, and I am here all beat and torn, but I will be better later. All I know about you, besides being the nicest angel around, is your name, “Luzma” and I could never thank you enough, I owe you my life twice”. Ella se puso encarnada y parpadeó rápidamente, sonrió y contestó; “You are very welcome, sir, I only did what I tought was best. But Luzma is for short, my name is; “LuzMaría” and I am glad I was around that night, Mr Larry”. He said;“Forget the “Mister”, please, I am in debt with you forever, God knows” y extendió ambas manos vendadas, pero las venoclisis se lo impidieron.

Larry se recuperaba rápidamente y unos días después, andaba por los pasillos del hospital en silla de ruedas, y luego caminado con muletas e iniciando su rehabilitación
El Dr. Morales y su equipo estaban satisfechos y le prometieron darlo de alta en unos pocos días más, pero le advirtieron que no debía de viajar todavía y que requeriría Terapia de Rehabilitación por varios meses. Larry se sentía sumamente agradecido y prometió seguir sus indicaciones fielmente.

La noticia había causado revuelo en los medios y se sucedieron varias entrevistas en prensa y televisión, la fotografía del paciente, sus médicos y la heroína LuzMaría Alvarado, su hijo Cristian y el perro “Greñas”. El Gobernador de Sinaloa y el alcalde lo visitaron y la nominaron “Heroína de Mazatlán”y prometieron solicitar al Congreso la Medalla; “Héroe Civil del Año”un premio en efectivo y beca escolar para Cristian. Fotografias del Greñas y sus dueños salieron en la primera plana del diario local!
Los padres de Larry, estaban muy complacidos y se deshacían en elogios para el cirujano, su equipo médico y el hospital. Leslie la fiel prometida, solícita lo acompañaba casi todo el tiempo. Luzma lo visitaba casi todos los días. Larry le solicitó que Cristian y su perrito lo visitaran, y ambos pasaron a verlo con permiso del hospital, los tres posaron para una fotografía que se hizo popular en las redes sociales. No pasó mucho tiempo en que Leslie empezara a sentirse incómoda con esas visitas y le pidió conversar con ella: “Miss Luzmaría, we all are very grateful for your heroic endeavour to save my fianceé, I could never thank you enough, we are indebt with you forever. But your frequent visits to Larry..., I feel, are not in his behalf, he gets very upset with your presence, so, please, I beg you, not so frequently, yes?”. Luzma, un tanto sorprendida y molesta por el aparente connato de celos, sólo pudo asentir con la cabeza y un nudo en la garganta, que no podía explicarse, le impidió hablar.

Larry pidio nuevamente ver a Cristian y platicó largamente con él en español y en inglés: “Sonny, It´s so good to see you again, I owe you my life and I will never forget, Criss, gracias a tí, a tu mamy y al Greñas estoy vivo, nunca olvidaré eso. Quiero darte para esta Navidad un pequeña carta, que dice algo que no puedo expresar y un pequeño regalo para ti, y tu mamy”, pero por favor no lo abras hasta Navidad, Criss asentió con la cabeza y tomó el sobre, Larry lo abrazó tiernamente. (En el sobre había una nota de él y sus padres y diez billetes de mil dólares).
Leslie, abandonó el Hospital unos dias después, complacida con la pronta recuperación de Larry, ella necesitaba regresar a su ciudad y hospital, para reanudar su residencia. Diez días después de la intervencion quirúrgica, los médicos a cargo del caso y el cirujano Dr. Morales, atendieron la solicitud de los padres y accedieron a su translado a la Ciudad de Phoenix, para continuar su tratamiento, deseándole feliz viaje y pronta recuperación.

Antes de abordar el avión, Larry estaba inquieto, buscando afanosamente algo, de pronto observó, através de los cristales, a la pequeña familia a la que le debía tanto, diciéndole adiós con la mano. El volteó la cabeza, levantó la mano y les envió un beso de despedida.



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domingo, 24 de diciembre de 2017

¿QUE PUEDO REGALARTE ESTA NAVIDAD?

Hol queridos Bets y toda la Palomilla.
deseándoles una Santa y nuy FELIZ NAVIDAD. Les comparto un pequeño cuentecillo que escribí para mis nietos.  Esta inspirada en la bella canción setentera "WHAT CAN I GIVE YOU THIS CHRISTMAS", popularizada por "Los Lettermen"  y que encontrarán  en blogs previos .
A ver que les parece:

WHAT CAN I GIVE YOU FOR CHRISTMAS
-Una Historia de Amor-

CAPITULO I

El sol se ocultaba bajo grises nubes de bordes intensamente naranja y resplandecía en las suaves ondas del Pacífico. El bello y tranquilo atardecer lucía ominoso por las rachas de viento del norte que rizaban altas crestas coronadas de espuma y rodaban estruendosamente sobre la playa, al oeste el puerto de Mazatlán brillaba tranquilo con las incipientes luces del temprano atardecer invernal, era viernes, se iniciaba un largo fin de semana.
Larry Anderson había despertado y perezosamente, estiró brazos y piernas, estaba realmente cansado y deseaba seguir durmiendo un poco más, pero sus amigos ya estaban en la playa gozando del hermoso atardecer y agradable temperatura, había algarabía en el lobby y el olor a carne asada desde la cocina despertó su apetito, no había comido desde que subieron al avión que los transladó de Phoenix horas antes para un fin de semana en su playa predilecta, y tenía la boca seca.
Gene su compañero de habitación le había dejado una nota en la mesita del cuarto: “You bum, I could´nt wake you up, Billy and I are at the north beach across PiñaColada Bar, bring some more beer or...”.
Tomó varios tragos de agua de la botella del buró y rápidamente se ajustó los largos trunks color naranja, pensó “cómo odio este color,-pero era un regalo de Leslie, su prometida que era residente de Pediatría en el Children's Hospital-, rápidamente fue al baño, luego tomó su tabla de surf y bajó con largas zancadas hacia el lobby sin usar el elevador.
Larry había celebrado su 30 aniversario días antes en la casa de sus padres en Phoenix y tuvo que dejar el festejo para acudir a una emergencia en el Arizona Heart Institute en donde cursaba el tercer año como residente de Cardiología.

Cristian había cumplido 10 años la pasada semana y ansioso esperaba el tañido de la campana que anunciaría el fin de clases en esa soleada tarde de viernes, Criss como le decía su madre, era un avispado e inquieto jovencito que había prometido a su madre superar sus calificaciones. Para hacer méritos, deseaba competir para una beca escolar en la mejor secundaria de la Ciudad, la Kennedy School, donde estudiaría inglés, él soñaba con algún día estudiar Medicina en Estados Unidos.
Su madre, una menuda y activa mujercita de 28 años, trabajaba en el Hospital General del IMSS en Mazatlán, en donde laboraba en la Unidad de Urgencias. La enfermera LuzMaría Alvarado, se había distinguido por su brillante desempeño y atención a los pacientes más graves. Dotada de una aguda inteligencia, aunaba a su agradable presencia, sus brillantes ojos obscuros y la sedosa melena castaña que enmarcaba su rostro moreno. LuzMaría o “Luzma”como le decían sus amigas, (en su casa le decían “Lucero”) era muy apreciada por sus jefes y querida por sus compañeras ya que siempre estaba deseosa de ayudar en las tareas más difíciles, o tomar turnos extra cuando alguien lo necesitaba.
Esa tarde, LuzMaría se apresuró a checar su tarjeta esperando que no se presentara otra enfadosa emergencia que echara a perder su promesa de acompañar a su pequeño Cristian a la playa y ayudarlo a elevar el gran cometa que tan afanosamente había estado construyendo el chico días antes.
Había sido un turno demandante para LuzMa en la activa Sala de Urgencias; dos partos de emergencia, tres accidentados, dos heridos de bala y un apuñalado habían consumido casi la totalidad del turno y todavía sentía sangre en las manos a pesar del enérgico lavado de rutina. Tomó el autobús a su casa y entró saludando con un beso a su madre que todos conocían como Doña Sol (“Chole”), cambió su uniforme y descansó unos minutos en la cama pensando, “pronto llegará Criss con su loquera esa del papalote”. El chico entró como una tromba saludando a todos y se dirigió a su madre gritando; vamos mamy, está soplando una buena brisa. La abuelita terció; “no se van hasta que hayan merendado algo”, “Ay abue, se nos va a hacer tarde!”
Media hora más tarde, abordaron el destartalado Chevy de la familia y se dirigieron a la playa de Miramar al oeste de la ciudad. Su mascota “Greñas”, un juguetón Spaniel color miel, se deslizó en el carro. Sol intentó bajarlo, pero Criss le rogó diciendo: “déjalo que nos acompañe, le sirve de paseo y le encanta el agua”. Luzma accedió con la cabeza y acarició la cabeza del “Greñas”.
El sol se había ocultado y el cielo se incendiaba con todo el esplendor de los ocasos marinos del puerto.
Larry avistó a sus amigos, Gene Sullivan, rubio y fornido y Andrew Hopkins atlético y moreno, ambos compañeros médicos residentes, eran surfistas ocasionales como él pero tenían habilidad y parecían disfrutar intensamente el momento. Saludó, agitando la mano, el rugido del mar ahogó sus voces y entró al mar decidido, era excelente nadador, había sido miembro del equipo de natación de su escuela. El agua algo fría tensó su cuerpo y una oleada de adrenalina le regocijó al hundirse en la primera rompiente, avanzó rápidamente remando con los brazos y hábilmente cruzó las siguientes crestas. El vaivén le entusiamó y volteando hacia sus amigos se arrodilló y los saludó con la mano, empezó a deslizarse doblando el torso y rodillas y sintiendo la fresca brisa en la espalda, gritó con alegría cuando la primera rompiente lo deslizó velozmente en la cresta de la ola, cruzó la segunda y en la tercera sesgando el cuerpo formó su primer túnel, exhilarante llegó a la playa y sus amigos, bromeando le dijeron: “Flojonazo! Te perdiste una puesta de sol espléndida, las chicas ya se fueron pero aquí tienes tu cerveza”. Se sentaron en la arena disfrutando el momento y luego ambos decidieron ir a la ducha. Larry dijo: “Voy a tomar un par de rides más y los alcanzo en el bar, el agua está deliciosa y la brisa sigue estupenda”. Bueno, dijo Gene, “pero no tardes que pronto obscurecerá”. Larry asintió y tomó su tabla nuevamente.

Criss y su madre bajaron del auto y se dirigieron a la playa que tenía pocos bañistas. La brisa soplaba deliciosa, Luzma se sentó en la arena para descansar, se quitó las sandalias, hundió los pies en la arena, se quitó la cinta que le sujetaba el pelo, inclinó la cabeza hacia atrás dejando flotar la abundante y hermosa cabellera en la refrescante brisa, llenando los pulmones gozosamente se recostó en la suave arena y sintió relajarse deliciosamente los músculos de nuca, hombros y espalda, el momento de relax no duró mucho; Criss llegó jadeando y le dijo: “Mamy por favor ayúdame, el papalote se atoró en aquellas piedras y tengo miedo de que se rompa”, de mala gana Luzma se incorporó, se puso sandalias y trotó hacia donde señalaba su hijo. El artefacto, un ligero y adornado cometa, estaba semiflotando y la cuerda enredada en unas rocas de la playa. “Mantén tensa la cuerda Cris, no la sueltes”. El perro empezó a ladrar nerviosamente y corría hacia la resaca y regresaba, Luzma sintió una punzada de alarma en el pecho y volteó la cabeza hacia el mar, le parecía haber oído algo, se detuvo en el borde del agua para escuchar, pero sólo la brisa sonaba intensamente. El sol había desaparecido, pero la luminosidad del cielo era todavía excelente, desatoró el papalote y se dirigió hacia la playa, otra vez sintió esa sensación de alarma. El perro ladraba incesantente y parecia enloquecer, corriendo en círculos alrededor de ellos. Luzma gritó; “ya calla a ese perro Criss, no sé qué le pasa”, y otra vez percibió algo, un sonido apagado por el viento. Alarmada instintivamente entró al agua y escuchó con las manos detrás de las orejas..., nada, sólo el aullido del viento, el perro seguía su frenética danza y el muchacho se acercó, “que pasa Mamy?” “no sé, creí haber oído algo” dijo, con el corazón, latiendo fuertemente. De repente entre las olas creyó ver una mancha naranja. El perro se lanzó al agua y cogió algo, una delgada cuerda de nylon, ella tomó la cuerda y la jaló fuertemente, apareció una tabla de surf anaranjada, la cuerda estaba deshilachada y parecía haber sido arrancada. Volteó a ver a su hijo y le dijo, “Criss, no te muevas de aquí” y en un impulso intuitivo, se lanzó al agua con la tabla, braceó enérgicamente y cursó varias olas, volteó y vio que tanto Criss como el perro venían detrás de ella, sintió furia ante la desobediencia del chico y sintió ganas de regresar para impedirle seguirla, pero le pareció ver una mancha pocos metros adelante y siguió braceando. En un valle entre la olas pudo ver algo que agitaba el mar, avanzó se hundió y tocó algo... cabellos, tiró de ellos con fuerza y apareció una cabeza inerte, el Greñas y Criss estaban junto a ella. Repentinamente vio horrorizada la ominosa aleta de un tiburón, sintió un pánico paralizante y pensó; “qué rayos estoy haciendo aquí, Dios mío ayúdanos”. Criss y el perro estaban junto a ella y les gritó: “ayúdenme a subir al hombre a la tabla!”. La aleta se acercó y el perro volvió a ladrar fuertemente. Con desesperación aunaron fuerzas madre e hijo y lograron subir el torso del hombre a la tabla y pateando con fuerza empezaron a avanzar en dirección a la playa, Criss era un fuerte nadador a pesar de su edad, ella también nadó con desesperación impulsando la tabla hacia la playa, el perro había desaparecido y sintió un gran temor pero pensó, “yo no puedo ayudarlo, Dios mío ayúdanos y cuídalo”, sin pensar que ellos también estaban en un grave peligro. El tiempo pareció detenerse y los minutos eternos, pero con su arriesgado empeño, casi exhaustos, finalmente lograron pisar arena y luchando con todas sus fuerzas contra la resaca lograron encallar la tabla y el cuerpo de un hombre alto e inerte. Con un último desesperado esfuerzo, lograron arrastrarlo tirando de sus brazos, sacándolo totalmente del agua. Criss volteó hacia el mar y gritó angustiado; Greñas, Greñas, dónde estás? Su madre le dijo “déjalo, él vendrá”, mejor ve corriendo a buscar ayuda”, “para qué Mamy, el cuate este está muerto”, “cállate y haz lo que digo!” contestó ella. Era un hombre joven delgado y fuerte que no parecía respirar. Ella, con instinto de enfermera, buscó el pulso carotídeo, no sintió nada, desesperada golpeó fuertemente la espalda del sujeto lo volteó e inició compresiones enérgicas en el pecho; uno, dos, tres y apretando la nariz del paciente sopló con fuerza en su boca, iniciando la maniobra cardiopulmonar que le era tan familiar, el muchacho aterido de frío observaba fascinado, ella le gritó; “ve hacia el hotel menso, qué haces aquí!”
Los minutos se hacían eternos y el joven no parecía reaccionar, pero Luzma continuaba enérgicamente sin descanso su tarea, el hombre estaba flácido, su piel y rostro tenían un tinte amoratado, desesperada Luz golpeó nuevamente su pecho con el puño y reanudó con mayor energía la maniobra, implorando dijo entredientes; “Señor, por favor ayúdanos, ojalá y no sea demasiado tarde”, ella sabía que en ocasiones la reanimación es exitosa, pero el daño cerebral es irreversible y ella no sabía cuanto tiempo había transcurrido, se detuvo unos momentos para poner el oído en el pecho del sujeto y buscar pulso en el cuello, nada percibió. El viento había disminuído un poco y nadie venía, reanudo con mayor ímpetu su labor y súbitamente el hombre tosió fuertemente y luego vomitó abundantemente levantando una mano hizo un intento de incorporarse, ella utilizando toda su fuerza lo puso sobre el costado, palmeando fuertemente sus costillas, el hombre seguía flácido y ella reanudó las compresiones pectorales con energía, finalmente después de un momento que parecia eterno el hombre abrió totalmente sus ojos de un verde obscuro que centelleaban intensamente y ella lo ayudó a sentarse y a salir completamente del agua, su piel había mejorado en color pero estaba muy fría.
Ella también estaba aterida y temblaba, el intenso esfuerzo había perlado su frente pero no sentía frío en lo absoluto, solamente una maravillosa sensación de gozo y gratitud inundaba su alma “Gracias Dios mío, gracias” musitó. Lo abrazó con fuerza tratando de comunicarle calor y fue hasta entonces que se dio cuenta de las profundas heridas que presentaba en ambas piernas; en la rodilla y muslo derecho presentaba un profundo desgarre que exponía hueso en la rodilla y región inferior del fémur, por atrás de la rodilla, sangraba abundantemente con chorros intermitentes caraterísticos de lesión arterial, “la arteria poplítea” pensó, y procedió a comprimir la región con la camisa desgarrada del hombre, con la cinta de su cabello improvisó un torniquete, mientras él la comtemplaba aturdido y sorprendido.

Larry experimentó un gran alivio, lo último que recordaba era que de regreso de su último “ride”, sintió un fuerte golpe en la parte trasera de la tabla y salió disparado hacia un lado, enseguida experimentó un terrible y lacerante dolor en la pierna derecha, instantes después se vio en una desesperada lucha para no sucumbir por el terrible tirón que lo impulsaba hacia abajo, pateó con todas sus fuerzas. la pierna y el costado derecho eran un llamarada de dolor, la bestia retornó, pudo ver claramente, las fauces abiertas a ras de agua y en el costado rayas grises, lo atenazó nuevamente en la cadera izquierda e instintivamente buscó los ojos de la bestia, pudo introducir el pulgar derecho en una enorme órbita y sintió que perdía toda sensibilidad y después..., nada.
Como entre sueños, discernió una cara inclinada sobre él, no sentía dolor, sólo un agradable sentimiento de paz, apreció angustia en el rostro que lo miraba con los ojos más bellos que había visto en su vida, casi una rendija de ojos, con lágrimas que brillaban intensamente, el negro cabello pegado al rostro y arena en la cara. Poco le duró esa sensación placentera de armonía y paz, un terrible dolor en la cadera y pierna derecha y frío intenso se apoderó de él, sintió nuevamente desvanecerse y luchó desesperadamente contra la obscuridad que se apoderaba de él. Escuchó una voz que le decía en español; “Por favor respira!, respira, tose fuerte, fuerte!, más fuerte!, y en tono de súplica; “no te vayas por favor, respira, Diosito por favor, ayúdanos!”. Él volvió a ver ese extraño rostro, que le fascinaba.
Cristian entró al Bar del Hotel, música, muchas voces y risas. Asustado y llorando, gritó; “Ayuden a mi mamá por favor”. Nadie le hizo caso y gritó con todos su pulmones... Nada.., entonces emitió un agudo silbido, -como cuando arriaba los caballos de su tío-. Todos callaron y voltearon para ver a un pequeño muchacho totalmente empapado, que les suplicaba ayuda. Explicó que él y su madre habían sacado un turista del mar, atacado por ¡UN TIBURÓN!
Que alguien llame a la Cruz Roja!.. No, mejor al 911! “Noo, vamos a ver si es cierto, aquí no hay tiburones” dijo el barman! Casi todos salieron en tropel siguiendo al muchacho que estaba muy excitado y llorando trataba de explicar lo que había pasado, “y mi perro ahuyentó al tiburón y este se lo comió” dijo llorando.
Cuando el grupo llegó al sitio, habian transcurido casi 15 minutos desde que el muchacho fue por ayuda, encontraron una escena inusitada, una pequeña mujer joven de pelo largo abrazaba la espalda de un hombre alto y delgado recostado en su regazo, recordaba aquella bella escultura de Miguel Angel “La Pieta”. Entre varios levantaron al hombre semi-inconsciente y lo llevaron al bar, cubriendo su frío cuerpo con toallas, el hombre apenas consciente, respiraba con dificultad y sangraba profusamente de la extremidad inferior derecha y ambos brazos. Alguien dijo; “Hay que darle un trago de tequila!”, Luzma indignada dijo: “están locos, no le den nada, recuéstenlo, abrígenlo, no lo muevan tanto, soy enfermera y paramédico, hay que esperar a la ambulancia, traigan un botiquín de primeros auxilios!” El tono autoritario y vehemente de la pequeña mujer, calmó los ánimos y ella pudo aplicar antiséptico en las heridas y vendaje apretado en el muslo y rodilla derecha, aflojando el torniquete un poco y voviéndolo apretar al ver que el sangrado no había cedido. Alguien trajo un tanque de oxígeno y pieza bucal de snorkel, “no, eso no sirve, mejor una mascarilla”. Improvisó una con una bolsa de papel.
Finalmente llegó la ambulancia con los paramédicos, “pensamos que no era verdad, tenemos muchas llamadas falsas”. Luzma dijo; “signos vitales por favor y oxímetro digital, dos vías intravenosas con salina al 9%, yo soy enfermera de urgencias”. “Sí, y qué más, chiquilla malcriada!” Espetó el comandante, Los comensales dijeron; “hagan lo que dice!, ella sabe lo que hace, ella y su hijo rescataron a este hombre. Él entreabrió los ojos y dijo con un hilo de voz; “It´s true, she and the boy rescued me”. Y se desmayó otra vez.

Bill y Gene, sus compañeros, lo esperaron un poco en el bar y luego deseando ducharse fueron a la habitación. Extrañados por su prolongada ausencia, bajaron al bar y al no verlo, preocupados fueron a la playa con linternas y escrutaron los sitios convenidos, nada, luego escucharon a un perro ladrar, fueron corriendo vieron a un pequeño perro, la tabla naranja de Larry y (extraño), unas sandalias femeninas y algo de ropa ensangrentada. El miedo se apoderó de ellos temiendo lo peor, el perro no cesaba de ladrar y parecía querer decirles algo, desconcertados entraron al agua, pero nada anormal. Bill dijo; “looks like the scene of a crime Gene, It´s scary, no?”, “Aww, No, dijo Bill, “better go to the hotel to report the disappearance”. Y regresaron corriendo al Hotel. El manager no estaba en la recepción pero escucharon algarabía en el restaurant exterior y luego la aguda sirena de una ambulancia que se acercaba. Salieron rápidamente y una multitud de huéspedes y empleados, le señalaron a su amigo, tendido en una mesa rodeado de una pequeña multitud, se acercaron empujando gente y asustados hablaron a Larry que entreabrió los ojos y sonrió. Dos paramédicos y una muchachita lo atendían, preguntando en difícil spanglish a los curiosos: Tiburón, tiburón... Shark? Oh no , my God, no! Dijo Gene.
Los paramédicos terminaron la estabilización y aplicaron oxígeno nasal, colocaron a Larry en la camilla y lo sujetaron abrigado con frazadas. Luzma dijo; “Creo que es mejor llevarlo al Hospital del Seguro, no está lejos y ahí tenemos una buena unidad de trauma”. Bueno, dijo uno de ellos, “nuestra unidad está casi llena y los médicos no se dan abasto”.
Los compañeros de Larry no entendían muy bien que pasaba, pero Bill dijo en español quebrado: “Creo que deberiamos llevarlo al aeropuerto y pedir una ambulancia aérea para llevarlo a Phoenix”. Luzma contestó indignada; “De ninguna manera, está muy grave, se va a morir en el trayecto, aquí también tenemos buenos médicos!”, se está desangrando y apenas salió de paro cardiaco”. Alguien tradujo la declaración y Gene dijo; Bueno, pero hay que notificarle al Cónsul americano y a su familia.

Mientras tanto, Cristian había salido corriendo al escuchar ladridos lejanos, y ahí estaba..., el perrito junto a las sandalias de su madre y la ropa en la escena, olfateando afanosamente. Greñas, Greñitas, gritó y el perro saltó a sus brazos lamiéndole la cara. Criss no cabía de felicidad, lo abrazó y besó repetidamente. Su madre venía siguiéndolo y también acarició al perro, “Bendito sea Dios, el Greñas está bien, él nos salvó del tiburón, no sé cómo, pero gracias Dios mío, Gracias”.
Gene y Bill, finalmente se comunicaron con el padre de Larry y contaron lo sucedido. Los padres estaban muy alarmados y de inmediato iniciaron trámites para transladarse a Mazatlán lo antes posible.

Finalmente la ambulancia llegó al Hospital del Seguro Social, atestado como siempre, los paramédicos emplearon la palabra clave: “¡Tiburón”, Todos voltearon y abrieron paso curiosos. Las puertas que decían URGENCIAS, se abrieron, una enfermera y un médico aparecieron (la ambulancia había radiado el caso). Inmediatamente se inició el protocolo de “Ataque de Tiburón”, que les era familiar, el paciente había entrado en shock, la presión arterial y el pulso apenas perceptibles, pálido y frío, Procedieron a intubar la tráquea y asistir la respiración, a permeabilizar las vías endovenosas, con suero a chorro y preparar plasma y transfusión sanguínea.

Luzma llegó a su casa explicando precipitadamente lo ocurrido, su madre no daba crédito a lo que oia y era todo preguntas: “¿Estás bien hijita? Qué te pasó, cómo? y esa sangre?” Cristian trató de explicar todo, pero hablaba tan rápido que no le entendían nada y sólo después de calmarlo y darle un poco de agua, pudo explicar lo sucedido. Luzma rápidamente se cambió de ropa y se puso uniforme de urgencias y tranquilizando a su madre le dijo: “Mamy, estoy bien pero creo que me necesitan en el Hospital, luego vengo y te explico”.
Luzma llegó al Hospital y rápidamente se incorporó al equipo de atención, para informar y explicar lo que sabía:
Estaba en paro cardiorrespiratorio, lo saqué del agua e inicié CPR intenso por aproximadamente 20 minutos, él respondió recuperando pulso y respiración, seminconsciente, hipotérmico y en shock, tiene heridas graves sobre todo en la pierna y glúteo derechos y sección o desgarro de la arteria poplitea creo”, “sí pero ahora está en shock y hay que estabilizarlo, necesita sangre y tratar la hipotermia, contestó el médico. Hay que llamar al cirujano y alertar al quirófano, soliciten dos unidades de “O”positiva y dos de plasma, perfil sanguíneo al laboratorio y Rx tórax, ambas piernas y abdomen”, “¡no sería mejor sangre compatible?” Dijo Luzma? No hay tiempo niña!, dijo el residente, Angie dijo: “Yo soy A+, doctor por si se necesita”. “Bien dijo, llamen a los familiares”. “Doctor, es un turista de Fénix, él me lo dijo, sus parientes están allá”, “bien encárgate tú de contactarlos, y Ah! y también llamen con urgencia al Cónsul Americano”.
Poco más de una hora, la vigorosa constitución de Larry , respondió y se estabilizó. El Cirujano, el Dr. Francisco “Paco” Morales, un joven traumatólogo, se hizo cargo del paciente. Hablando con los amigos médicos de Larry los enteró del estado del paciente: “Salió del shock, sufrió trauma severo por ataque de tiburón, no tiene fractura ni ha perdido tejido, pero todavía tiene algo de Neumonitis por inmersión en agua salada sin embargo satura 92 % (oxígeno), perdió bastante sangre y la estamos reemplazando, probablemente necesitaremos más, ahora necesita volumen, la hipotermia se controla bien, es un tipo duro y muy fuerte, va a estar bien, pero necesita reparación quirúrgica inmediata, tiene daño vascular severo en región poplítea derecha y cadera y siempre hay riesgo de infección”. Bien doctor, dijo Bill, aquí tenemos a su padre en la línea, podría hacer favor de informarles”. El Dr. Paco gustoso, accedió, y tomó el teléfono, explicó el estado de su hijo, tranquilizándolos. Ellos insistían en su translado a Phoenix, pero él lo desaconsejó, explicándoles que el riesgo del translado era muy elevado, pero que iba a requerir tratamiento posterior y también rehabilitación. Después de hablar y considerar el caso, los padres accedieron y prometieron transladarse a Mazatlán lo antes posible.

Bill y Gene, le solicitaron al Dr. Morales, estar presentes durante la intervención, a lo que éste accedió gustoso, más tranquilos, aunque inseguros en un medio que desconocían, fueron al Banco de Sangre, para ofrecerse como donadores, ahí encontraron nuevamente a Luzma que también formaba fila, iniciaron charla acerca de los terribles acontecimientos que experimentó, ella amistosa y grac
iosa, relató su experiencia en su medio inglés-español, relató la angustia de sentirse sola y la compasión que le despertó el hombre inerme, dijo: “Pensé que estaba muerto, no sangraba nada, ni respiraba, pero yo sentí que todavía había posibilidades de sacarlo sin daño cerebral, eso fue lo que más me preocupaba”.

Media hora después, las puertas del quirófano se abrieron y Larry ingresó totalmente consciente, bajo ligera sedación, y bromeando con las enfermeras y el cirujano. Todo, parecía tranquilizarse, el dolor había desaparecido y una sensación placentera de paz se desvaneció cuando el Dr, Anestiólogo le decía; Sir, please count slowly from ten to one. TEN, NINE, EiGTH, SEV,...

(Esta es la primera parte , si no  están aburridos, mañana les pongo la siguiente.)