jueves, 23 de julio de 2020

Mecanismo de la infección COVID-119

Amigos, parece obvio, pero parece que no se ha comprendido en su totalidad la vital importancia que representa este simple mecanismo. Veamos: El agresor es un coronavirus de aproximadamente 120 nm de diámetro, es una pequeña molécula de ADN que tiene como única función el replicarse exponencialmente con gran celeridad utilizando el material genético de las células respiratorias del organismo humano, las proteínas del moco, la saliva y todo lo que se interponga entre ellas y su presa. No tiene alas, no tiene patitas, ni garras ni dientes, viaja en las gotículas de moco o saliva de las personas infectadas aunque no tengan síntomas. Los seres humanos al respirar, hablar, toser, estornudar o limpiarse la nariz lo transportamos en grandes cantidades, puede almacenarse por unos minutos y a veces horas en la piel, pelos, uñas o tejidos adyacentes, las barbas, bigotes, uñas y cabello largo también, puede permanecer viable en otras superficies, pero cuando el moco que la transporta se seca el virus se desintegra y desactiva. La enfermedad que causa inicia con inflamación de las mucosas respiratorias al inhalar el material infectado. Los humanos inhalamos aire 98% através de la nariz, excepto cuando está obstruída. Por éso decimos que la enfermedad entra por la nariz y sale por la boca al hablar, toser o estornudar. La nariz y la nasofaringe están diseñadas para evitar el paso de materiales u substancias dañinas al organismo produciendo moco, saliva, tos estornudos, carraspeos, escupiendo o vomitando y también, muy importantemente destruyendo los invasores con dos mecanismos muy eficientes; Los glóbulos blancos linfocitos T , neutrófilos y mediante el Sistema Inmunológico que produce anticuerpos específicos (substancias antagónicas) cuando ya ha sido expuesto al agresor previamente, es decir cuando ya ha ha sido infectado antes. En éste caso por ser un virus nuevo este mecanismo no está presente. Así funcionan las vacunas, se inocula material inerte del agresor, el sistema imunológico “recuerda” y responde destruyéndolo. El virus cuando llega a la nariz (ni cuenta nos damos) empieza a replicarse, pero tarda aproximadamente de 5 a 10 días en producir síntomas, los primeros son anosmia (falta de olfato y gusto) catarro nasal, tos y malestar general, pero cuando llega al torrente sanguíneo através del sistema linfático, aparece fiebre, dolor muscular y falta de aire, el virus ya ha llegado a los bronquios y tejido respiratorio inferior, y ahora sí es demasiado tarde! Es pues obvio y mandatorio, que la defensa de un agresor tan violento y mortal, debe de ser en la primoinfección, es decir en las primeras horas o días del contagio. Por lo que es absolutamente absurdo y estúpido, el no intentar por todos los medios a nuestro alcance obstaculizar e impedir que el virus avance y se propague. Las únicas medidas que nuestras autoridades sanitarias y políticas han propuesto son: La Higiene personal, “La Sana Distancia” y “El estornudo de etiqueta” (la cosa más idiota que he oído, porque el virus se queda en la manga de la camisa o sale por los lados) y un “tal-ugo” dice que “es discutible la eficacia del cubrebocas o mascarilla facial”, otra tontería, que ha producido una enorme y absurda polémica internacional y un daño fuera de toda proporción, una enorme letalidad y un costo económico equiparable al daño de una guerra mundial, que será recordado como una de las mayores estupideces de la raza humana. Los cubrebocas o mascarilla facial ¡Son IN-DIS-PEN-SA-BLES en el control de la enfermedad, puesto que son la única barrera entre el virus y nuestra humanidad! El tratamiento medicamentoso ha fallado en el control de la enfermedad y las vacunas todavía no están listas. Curiosamente, tal parece que ni siquiera hemos tomado en cuenta que la solución si bien no perfecta, está en “nuestras narices”. Amigos, desde hace cientos de años se conoce la capacidad de la luz solar en el tratamiento de las infecciones. Sí la luz solar o más bien la luz ultravioleta tiene gran poder bactericida y viricida, también mata insectos, potabiliza el agua y purifica el aire, tiene dos mecanismos; La radiación UV de 150 a 350nm de longitud de onda y la producción de Ozono es decir oxígeno triatómico (O3), que también es viricida. Además todo esto ¡Es gratis!.... Claro que la radiación ultravioleta no es inofensiva, nada en la naturaleza lo es, hasta el agua, la glucosa o el oxígeno que son tan indispensables, en exceso (o ausencia) son mortales. Los antibióticos (a los que muchos les debemos la vida), los anticancerosos de cualquier tipo, ls insecticidas etc. Todos tienen su dosis su indicación y su frecuencia. Los rayos UV, dañan el ADN de las células humanas, como lo saben todos los que han sufrido una insolación o quemadura solar, y pueden matar a grandes dosis, también pueden producir cáncer cutáneo, con exposición crónica a la luz solar, sin embargo el cáncer que producen es de mínima invasión, es decir totalmente curable, excepto el que produce el Melanoma maligno que es por fortuna bastante raro. Pero, veamos, ¿qué prefiere usted, un cancer curable dentro de 40 años o el Covid-19? ¿Qué podemos hacer? En mi opinión, lo más sencillo: Asolearse la nariz. Sí amigos LA NARIZ y la garganta, cuando menos dos minutos al día, protegerse los ojos con una tela negra gruesa o lentes anti UV grado 6 o 7, la retina ocular es sumamente sensible y puede dañarse ireversiblemente igual que cuando vemos directamente al sol. Sin embargo, esto no nos protegerá de la infección, solamente esterilizará la nariz por unos minutos y no previene la infección, pero si hemos sido contagiados sin darnos cuenta, sí “matará” o inactivará al virus, por supuesto que no a todos, pero si disminuirá la carga viral a límites manejables para que nuestras propias defensas naturales podamos neutralizarlos, éso está al alcance de todos. También es posible administrar la radiación UV directamente al interior de la nariz, actualmente existen comercialmente varios dispositivos con el grado adecuado para desinfectar superficies y objetos que pueden aplicarse directamente a las fosas nasales y la nasofaringe con las mismas precauciones enunciadas, también será posible esterilizar las salas de terapia respiratoria para disminuir el contagio del personal médico y la gran letalidad que produce esto. También con gran probabilidad en el futuro, tendremos dispositivos de radiación ultravioleta para el tratamiento de los pacientes graves con infección diseminada adentro del árbol respiratorio, pero estos dispositivos todavía no han sido diseñados ni probados. De modo es que ánimo, sí hay un rayito de sol en nuestra vida.