lunes, 21 de diciembre de 2020

LA ESTRELLA DE BELÉN (Revisitada)

Como es tradición, me atrevo a publicar esta reflexión acerca de la misteriosa, (para algunos), ESTRELLA, que guiaba a los Magos hacia Belén y ya que deseaban conocer al enviado del Altísimo. Los Magos eran astrólogos y deseaban conocer y rendirle pleitesía al que se figuraban sería el Rey de Los Judíos. La narración se basa en las observaciones de un famoso astrónomo                         que durante una vacación en Constantinopla encontró una antigua moneda de hierro con curiosas grabaciones que representaban  un carnero (simbolo de los judíos) y una estrella que adoptaba diversas posiciones indicadas con flechas. Y Júpiter (el dios griego) en conjunción con Venus y probablemente con Sirius (la estrella más brillante, que aparece temprano al amanecer).
Hoy en día, se celebra la Navidad, mayoritariamente en el mundo occidental, con música especial, comilonas y excesos  de todo tipo. En el Oriente, las naciones musulmanas y las budistas, los contemplan como una locura y una  blasfemia. Como qiiera que sea, casi todos hacen caso omiso de Cristo, y lo han substituido con "Santa Claus" y el arbolito de navidad. Y lo consideran vacaciones y diversiones. Se han olvidado  de Jesús (El Cristo), que nació pobremente de una Virgen y su padre 
José un humilde carpintero.
Probablemente no ha existido personaje que hay tenido mayor influencia en los destinos de la Humanidad, que que ése pequeño niño, que a pesar de no haber escrito nada, con su elocuencia movió los corazones de millones de personas. Nos trajo una manera diferente de pensar y actuar.  Nos trajo la religión del Amor, de la Paz y la Tolerancia. Su mensaje ha trascendido, durante más de 20 siglos.
Amigos, celebremos la NAVIDAD con el corazón rebosante de Amor y en familia,
FELIZ NAVIDAD a todos y que Dios los bendiga.     



                                                   LA ESTRELLA DE BELEN
 
EL NACIMIENTO DE UN REY.-  
“Un grande y maravilloso signo apareció en el cielo; Una Mujer vestida con el sol y con la luna a sus pies, una corona de doce estrellas en su cabeza, Élla estando encinta, lloraba de dolor, estando a punto de dar a luz Entonces otro signo celestial apareció; Un enorme dragón rojo con siete cabezas coronadas y diez cuernos, su cola barrió violentamente un tercio de las estrellas, las arrojó hacia la Tierra y se dispuso a devorar al Niño. Entonces élla dio a luz a un Hijo, un niño varón, El cual regirá a las naciones con un cetro de hierro”. (El Libro de la Revelación. Juan, Capitulo 12). Es ampliamente conocido el hecho de que en varios pasajes de las Escrituras Sagradas de la tradición Judeo-Cristiana, se ha profetizado el advenimiento de un Mesías, (del hebreo maschiaj, el “ungido”, que sería el Salvador o aquel a quien se espera como el liberador de los males. Ambas culturas y creencias difieren sin embargo en el hecho fundamental de que el Mesías ya ha hecho su aparición en la persona de Jesús el Cristo, o de si todavía está por venir en tiempos futuros. En varios textos se relaciona el advenimiento de un Salvador o enviado divino, con la aparición de una estrella o suceso celestial de gran trascendencia, y así leemos en el Libro de los Reyes; “The Messiah would be revealed by a regal star” (Balaam 24:7). También la bellísima narración de los Magii en su azarosa búsqueda de el Rey-Niño-Dios de los judíos, en donde los guía una esplendorosa estrella oriental (Mateo 2: 1;7) Escolares y científicos de los últimos veinte siglos han debatido acerca de estos portentosos acontecimientos celestiales, sin poder definir con rigor científico astronómico la aparición de tal fenómeno cosmológico. Modernamente tal hecho parece poseer poca importancia a los ojos de personas de diversos grados de interés y formación cultural y científica, incluso desde el punto de vista estrictamente pragmático podría serlo así. En realidad no importa si existió o no tal estrella, ya que tal hecho no cambia para nada las creencias religiosas ni los dogmas de Fé de la Cristiandad. Por muchos milenios, probablemente desde los primigenios tiempos de la aparición de la especie humana en la tierra, (aproximadamente hace 3.5 millones de años), los primitivos homínidos (Australopithecus grácilis). Al lograr la bipedestación, es decir caminar erguidos, fueron capaces de examinar el esplendoroso cielo arriba de sus cabezas; ¡Qué portento debió de haber sido tal espectáculo!). La idea de la grandiosidad del Universo y su magnificencia debió sin duda asombrarles al tratar de entender su significado y esencia en relación a su existencia y los fenómenos naturales a los que estaba sujeto. La idea de la religión y del conocimiento científico, debió sin duda nacer en su mente. ¿Cómo explicarse todo aquello que veía y acontecía a su alrededor? Y así nació la ciencia astronómica, que dadas las limitaciones del desarrollo cerebral humano y su capacidad de sondear el Cosmos, se concretaba a la observación y la relación de los fenómenos climáticos y su interacción de los aconteceres de los hombres. La Astrología es pues la madre de nuestra moderna y pomposamente científica Astronomía, Cosmología y Física Teórica y Quántica. La Astrología se convirtió en un conocimiento fundamental muy apreciado que competía y daba valor y substancia a muchos movimientos religiosos, que aún persisten en nuestros días. Y además vale la pena decirlo, también se ha convertido en un muy lucrativo negocio pseudocientífico no extento de perversidad y engaño popular. Así la Astrología hoy día, sorprendentemente continúa siendo materia inmensamente popular y la fé en sus dictados es universalmente aceptada por personas de muy diferente estrato social y económico (lo cual no habla muy bien de nuestra capacidad de razonar). Por supuesto desde hace muchos siglos, las personas doctas y sabias eran estimadas por sus conocimientos de los cuerpos celestiales y sobretodo por el significado(oculto para los legos) de sucesos futuros y de su influencia con hechos terrenales. De tal modo que los astrólogos, eran altamente reverenciados y sus conocimientos muy apreciados y valorados por la realeza. Estas personas eran denominadas “Magii” o “magos”, y eran frecuentemente hechiceros, sacerdotes, brujos o chamanes, su conocimiento y manejo del mundo espiritual y de toda “ciencia oculta”, estaba fuera de toda duda. Por muchos años el advenimiento de un Niño-Dios Mesías y su estrella anunciadora, fué atribuida a la presencia de un cometa, el Cometa de Halley que aparece cada 88 años, probablemente fue contemporáneo, sin embargo no existen datos históricos que apoyen tal visualización (que debió de ser sumamente evidente por muchas culturas). También se atribuyó tal fenómeno a una Supernova (una estrella de neutrones explotando a niveles cósmicos), tampoco se ha encontrado evidencia histórica de tal suceso. Estrellas como Sirio, Vega o Altair y también a una “Doble conjunción de Júpiter y Venus”, sin poder tales hipótesis ser confirmadas astronómicamente. Recientemente un astrónomo norteamericano de la Universidad de Wisconsin, encontró datos muy interesantes en una antigua moneda de bronce procedente de Antioquía datada a la época de el César Augusto (Siglo I, AC); En donde se muestra la imagen de un carnero (Aries símbolo de los judíos), volteando la cabeza hacia una gran estrella en el extremo superior derecho de la moneda y varias flechas indicando subsecuentes posiciones de la misma, primero hacia la izquierda (Oriente) y luego debajo de Aries y regresando hacia la posición inferior y luego superior izquierda en conjunción con la luna, en donde adquiere una mayor magnitud. La estrella en cuestión en relación con la constelación de Aries y su doble“ocultación” (eclipse) por la luna, no pudo ser otra sino Júpiter o Zeus, la “Estrella Real”, a la que se le atribuían poderes de conferir realeza, sobre todo en conjunción con la Luna, es decir que predecía un nuevo rey. La primera ocultación ocurrió en Agosto 23, 5 años AC , la segunda (cuando la estrella tenía la posición más oriental) ocurrió en Abril 17, 4 AC y la tercera, cuando el planeta regal, permaneció estacionario, Diciembre 19, 4 años AC. Además observaciones astrológicas romanas mencionan que los movimientos del, planeta “real”, eran heraldo del nacimiento de una persona omnipotente e inmortal de naturaleza divina y que nacería bajo el signo de los judíos (Aries, el “carnero”). Esto parece confirmar las menciones de la Estrella de Belén, tal y como le expresa la anotación bíblica de Mateo:2; 1-7. El Dr Michael Molnar es un destacado astrofísico contemporáneo, que se ha distinguido por sus múltiples trabajos científicos que nada tienen que ver con profecías ni con temas religiosos. Estas observaciones basadas en la moneda que adquirió fortuitamente en una vacación en la región mediterránea, le han dado subsecuente fama como conferencista, autor, invitado a varios shows de Televisión y a Nacional Geographic. Los movimientos al parecer extraños del planeta Júpiter, pueden ser fácilmente explicados debido a su peculiar órbita en relación con la Tierra, inclusive su aparente posición estacionaria es explicable debido a su paralelismo con la nuestra en un punto de su elipse. Hoy día si observamos el cielo antes de la medianoche, podremos observar una estrella refulgente en el horizonte oriental, se trata de Sirius, probablemente el astro de mayor magnitud a ésas horas de la noche, indefectiblemente parece decirnos. “Sí, aquí estoy!”. En estos días, cuando todo acontecer humano, parece ir en dirección a todo tipo de crisis, daño y deterioro tanto de nuestro mundo físico como moral, tal parece que la especie humana no tiene remedio en su afán de destruirse así misma y dañar irreparablemente nuestro planeta. Probablemente conviene volver los ojos al cielo asombrados y agradecidos por la promesa que está en el, y que parece indicarnos el rumbo de Aquel que vino humildemente a mostrarnos que el Amor hacia el Creador y su Obra, es indudablemente; El CAMINO... Feliz Navidad con afecto, Doccis. (Diciembre, 2023)