lunes, 25 de marzo de 2019

CEREBRO ADOLESCENTE

A lo largo de la historia, la mayoría de las respuestas han citado fuerzas oscuras que sólo afectan a los más jóvenes. Hace 2.300 años Aristóteles llegó a la conclusión de que «la naturaleza caldea a los jóvenes como el vino a los beodos». En El cuento de invierno de William Shakespeare un pastor dice: «Ojalá no hubiese edad entre los diez y los veintitrés, o que los jóvenes pasasen ese tiempo durmiendo, porque no hacen más que preñar mozas, ofender a los mayores, robar y pelear». Ese lamento tiñe también la mayor parte de la investigación científica más moderna sobre el tema. G. Stanley Hall, quien en 1904 for­­malizó el estudio de la adolescencia, creía que ese período de «agitación y estrés» reproducía una fase anterior y menos civilizada del desarrollo humano; Freud vio en la adolescencia la expresión de un tortuoso conflicto sexual, y Erik Erikson, la más tumultuosa de las sucesivas crisis de identidad de la vida. En todos los casos, la adolescencia siempre se veía como un problema.
Esa forma de pensar se mantuvo hasta finales del siglo XX, cuando las nuevas técnicas de estudio mediante imágenes médicas permitieron a los investigadores visualizar el cerebro adolescente con suficiente detalle como para observar su desarrollo físico y sus patrones de actividad. Los nuevos instrumentos ofrecieron una nueva manera de plantear la vieja pregunta («¿qué les pasa a esos chicos?») y revelaron una respuesta que sorprendió a casi todos. Resultó que nuestros cerebros tardan mucho más en desarrollarse de lo que creíamos. De esta revelación surgió una explicación simplista y a la vez poco halagadora para el comportamiento irritante de los adolescentes, y otra más compleja y positiva.
La primera serie completa de imágenes de escáner del cerebro adolescente, un proyecto de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) que estudió el desarrollo de más de un centenar de jóvenes durante la década de 1990, reveló que nuestros cerebros experimentan una reorganización masiva entre los 12 y los 25 años. El crecimiento es escaso durante ese período. Ya a los seis años el cerebro alcanza el 90 % de su tamaño definitivo, y a partir de entonces el crecimiento de la cabeza se debe casi exclusivamente al engrosamiento del cráneo. Pero durante la adolescencia, el cerebro sufre una extensa remodelación, semejante a una actualización del cableado de una red informática.
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Para empezar, los axones del cerebro -las fibras nerviosas largas que las neuronas utilizan para enviar señales a otras neuronas- mejoran gradualmente su aislamiento con una sustancia grasa llamada mielina -la materia blanca del cerebro-, lo que en definitiva puede multiplicar por cien la velocidad de transmisión de los axones. Mientras tanto, las dendritas, las extensiones ramificadas a través de las cuales las neuronas reciben las señales de los axones cercanos, se ramifican aún más, y las sinapsis -los puentes químicos por donde se comunican los axones y las dendritas- más utilizadas se fortalecen y mejoran. Al mismo tiempo, las sinapsis menos utilizadas empiezan a atrofiarse. Esa poda sináptica, como se conoce el proceso de reducción de sinapsis, hace que la corteza cerebral -la delgada capa de ma­­teria gris donde se produce la mayor parte de nuestro pensamiento complejo y consciente- se torne más fina y a la vez más eficiente. La combinación de esos cambios hace del cerebro un órgano mucho más rápido y sofisticado.
El proceso de maduración, que antes se creía terminado hacia los seis años, prosigue a lo largo de toda la adolescencia. Los escáneres realizados desde los años noventa muestran que esos cambios físicos avanzan lentamente como una oleada desde la parte posterior del cerebro hacia la frontal, desde áreas próximas al tronco cerebral que controlan funciones más primitivas y básicas, como la visión, el movimiento y el procesamiento fundamental de datos, hacia las áreas pensantes del lóbulo frontal, evolutivamente más nuevas y complejas. El cuerpo calloso, que conecta los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y transporta información esencial para muchas funciones cerebrales avanzadas, se engrosa progresivamente. También se fortalecen los vínculos entre el hipocampo, una especie de directorio de la memoria, y las áreas frontales que establecen los objetivos y comparan diferentes planes de acción. Como resultado, mejoramos la capacidad de integrar la memoria y la experiencia en nuestras decisiones. Al mismo tiempo, las áreas frontales desarrollan más conexiones y más rápidas, lo que nos permite generar y sopesar mu­­chas más variables y líneas de acción que antes.
Cuando este proceso de maduración cerebral avanza con normalidad, conseguimos sopesar mejor los impulsos, los deseos, los objetivos, el interés egoísta, las normas, la ética e incluso el altruismo, y generar un comportamiento más complejo y, al menos a veces, más sensato. Pero a veces, y sobre todo al principio, cuando el proceso de maduración acaba de empezar, el cerebro hace ese trabajo con torpeza.
Los secretos del sueño
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LOS SECRETOS DEL SUEÑO

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Beatriz Luna, profesora de psiquiatría en la Universidad de Pittsburgh, que utiliza técnicas de imagen para estudiar el cerebro adolescente, recurrió a una sencilla prueba para ilustrar esa curva de aprendizaje. Escaneó cerebros de niños, adolescentes y jóvenes de veintitantos años mientras realizaban un ejercicio antisacádico en un videojuego que consistía en hacer lo posible para no mirar una luz que aparecía repentinamente. Los sujetos fijaban la vista en un monitor en cuyo centro había una cruz roja que desaparecía ocasionalmente al tiempo que se encendía una luz en otra parte de la pantalla. Tenían instrucciones de no mirar a la luz sino en la dirección opuesta. Un sensor registraba sus movimientos oculares. Para superar la prueba, hay que neutralizar tanto el impulso de atender a una información nueva como la curiosidad que inspira lo prohibido. Los expertos lo llaman inhibición.
Los niños de 10 años lo hacen muy mal: fallan el 45% de las veces. Los adolescentes son mucho mejores en la prueba. De hecho, a los 15 años consiguen resultados tan buenos como los adultos si están motivados: resisten la tentación de mirar la luz entre el 70 y el 80% de las veces. Pero lo más interesante para Luna no fueron sus puntuaciones, sino las imágenes que tomó de los cerebros mientras los sujetos realizaban la prueba. En comparación con los adultos, los adolescentes usaban menos las regiones del cerebro que controlan el rendimiento, detectan errores, planifican y mantienen la concentración, áreas que aparentemente los adultos ponían en funcionamiento de forma automática. Eso permitía a los mayores utilizar una variedad de recursos cerebrales y resistir mejor la tentación, mientras que los adolescentes usaban esas áreas con menos frecuencia y cedían más a menudo al impulso de mirar la luz, del mismo modo que son más propensos a desviar la mirada de la carretera para leer un cartel.
Sin embargo, si se les ofrecía una recompensa añadida, los adolescentes demostraban ser capaces de poner a trabajar con más empeño todas esas regiones ejecutivas para mejorar sus resultados. Hacia los 20 años, sus cerebros responden a la tarea descrita prácticamente como el de un adulto. Luna cree que la mejora tiene lugar cuando unas redes más densas y unas conexiones más rápidas hacen más eficaz la región ejecutiva.
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Estos estudios ayudan a explicar la irritante variabilidad de los adolescentes, que pueden estar encantadores en el desayuno y odiosos en la cena, y parecer despiertos el lunes y sonámbulos el sábado. Además de carecer de experiencia en general, aún están aprendiendo a utilizar las nuevas redes de su cerebro. El estrés, el cansancio o las situaciones problemáticas pueden causar fallos. La psicóloga Abigail Baird lo llama «torpeza neuronal», el equivalente a la torpeza física que a veces presentan los adolescentes cuando aún están aprendiendo a controlar su cuerpo en crecimiento.
El arco de desarrollo lento y de­­sigual que revelan los estudios mediante imágenes médicas proporciona una explicación concisa y seductora de las tonterías que a veces pueden hacer los adolescentes, como conducir a 182 kilómetros por hora, ofender a los mayores y preñar a las mozas (o dejarse preñar por un mozo). ¡Se comportan así porque sus cerebros todavía no están terminados! ¡Los escáneres son la prueba que lo demuestra!
Este punto de vista sobre el «cerebro adolescente», expresado en un montón de artículos tanto científicos como en la prensa general, presenta a los jóvenes como individuos «en obras» cuyos «cerebros inmaduros» llevan a algunos a preguntarse si no se encontrarán en un estado «comparable al retraso mental».
El artículo que ahora está usted leyendo, sin embargo, cuenta una historia científica muy distinta. Durante los últimos cinco años aproximadamente, la idea de que el adolescente tiene un cerebro «en obras» se ha ido difundiendo, pero algunos investigadores han empezado a contemplar los recientes hallazgos de la neurología y la genética bajo una luz más brillante y halagüeña, claramente influida por la teoría de la evolución. La explicación resultante del cerebro adolescente (llámesele la teoría adaptativa de la adolescencia) describe al joven no tanto como un tosco esbozo sino como un ser exquisitamente sensible y sumamente adaptable, preparado casi a la perfección para la tarea de abandonar la seguridad del hogar y salir al complicado mundo exterior.
Proponen un nuevo mapa cerebral: 180 áreas en cada hemisferio
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CREAN UNA NUEVA DIVISIÓN DE LA CORTEZA CEREBRAL

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Con toda seguridad esta idea gustará más a los adolescentes. Pero lo más importante es que encaja mucho mejor con el principio fundamental de la biología: la selección natural, que no perdona los rasgos disfuncionales. Si la adolescencia es esencialmente una colección de ellos (angustia vital, estupidez, precipitación, impulsividad, egoísmo e imprudencia incompetente), entonces, ¿cómo es posible que tales rasgos ha­­yan superado la prueba de la selección natural? No podrían haberlo hecho si fueran las características fundamentales y determinantes de esa fase de la vida.
La respuesta es que esos rasgos molestos no son en realidad lo más relevante de la adolescencia, sino únicamente lo que más llama nuestra atención porque nos exasperan o ponen en peligro a nuestros hijos. Como ha señalado B. J. Casey, neurocientífica del Weill Cornell Medical College que lleva más de una década aplicando los conocimientos de la neurología y la genética al estudio de la adolescencia: «Estamos muy acostumbrados a ver la adolescencia como un problema, pero cuanto más averiguamos acerca de las características singulares de ese período de la vida, más nos parece una fase funcional e incluso adaptativa. Es exactamente lo que hace falta en ese momento de la vida».

Cerebro Adolescente: La Neurociencia y el cerebro adolescente.

Cerebro Adolescente: La Neurociencia y el cerebro adolescente.: -La Neurociencia pretende comprender el funcionamiento de los procesos cerebrales subyacentes a las conductas , como la sensación, el apr...

viernes, 22 de marzo de 2019

FISIOLOGÍA DEL SUEÑO


HOLA BETS & CHICKS. En el cuidado de la salud es de capital importancia el mantenimiento de nuestra capacidad cognoscitiva. Ahí les vá alguna información respecto a como nuestro órgano rector se actualiza

FISIOLOGÍA DEL SUEÑO

El sueño es un estado biológico presente en animales y en seres humanos que
se define en función de unas características comportamentales y fisiológicas.
Características comportamentales: durante el sueño existe una ausencia
o disminución de movimientos corporales voluntarios y se adopta una
postura estereotipada de descanso, distinta en cada especie animal. Antes
de dormir buscamos un lugar seguro y tranquilo adoptando una postura cómoda
que nos ayude a conciliar el sueño y un ambiente sin ruido.Además
existe una escasa respuesta a estímulos externos de baja intensidad que es
reversible (a diferencia del coma).
Características fisiológicas: en 1929 el psiquiatra Hans Berger desarrolla
el electroencefalograma (EEG), lo que permitió registrar la actividad eléctrica
cerebral sobre el cuero cabelludo y sus diversas variaciones431. La actividad
eléctrica cerebral se manifiesta en el trazado EEG, en el que se identifican 4 tipos
de ritmos biológicos, caracterizados por su frecuencia, topografía y reactividad:
ritmo alfa (8-13 Hz, localizado en regiones posteriores, durante la vigilia
tranquila y con los ojos cerrados), ritmo beta (más de 13 Hz, aparece en áreas
frontales y en vigilia activa), ondas theta (4-7,5 Hz) y ondas delta (≤ 3,5 Hz).
En 1937 Loomis y cols. observaron cambios típicos en la actividad eléctrica
cerebral durante el sueño y el incremento de la proporción de ondas
lentas a medida que el sueño se profundiza, lo que permitió establecer la
primera clasificación de las fases del sueño (estadios A, B, C, D y E)82.
En 1968, Rechtschaffen y Kales82 establecieron los criterios que facilitan
el estudio de los cambios de actividad eléctrica cerebral durante
el sueño y que, desde entonces, se han empleado en todos los laboratorios
de sueño del mundo hasta hace unos años. Mediante el registro de
las señales biológicas fundamentales (EEG, EMG y EoG) se pueden
identificar las fases de sueño y los episodios de vigilia. recientemente
estos criterios han sido revisados por comités de expertos de la AASM,
estableciendo unas recomendaciones que han sido publicadas en 200781.
142 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS
Existen dos tipos de sueño bien diferenciados: el sueño de movimientos
oculares rápidos, conocido como sueño rEM (rapid Eye Movement) o
sueño paradójico y el sueño de ondas lentas, también conocido como sueño
No-rEM (Non rapid Eye Movement), por contraposición al sueñorEM175.
El sueño de ondas lentas oNo-rEMestá constituido por las fasesN1(anteriormente
denominado “estadio 1-NrEM”), N2 (antes “estadio 2-NrEM”)
y N3 (anteriormente denominada fase 3 y 4 del sueñoNrEMo sueño profundo).
En este estado del sueño se observa ausencia de movimientos oculares rápidos,
quiescencia muscular y regularidad y lentitud del pulso y la respiración,
con reducción de la presión sanguínea y menor umbral de alertamiento que
el del sueño rEM. En el sueño NrEM también existen ensoñaciones, que se
describen en forma de “sensaciones agradables o desagradables”.
En la fase de sueño rEM se observan movimientos rápidos de los ojos
y de los pequeños músculos faciales.También es característico el incremento
e irregularidad en pulso, respiración y presión sanguínea. En el varón las
erecciones peneanas tienen relación con los episodios de sueño rEM. Este
estado se ha denominado “paradójico” porque en él se observa la máxima
relajación muscular y el máximo umbral de alertamiento con un sueño ligero
según criterios EEG (con una actividad cerebral similar a la vigilia activa).
Es en este período de sueño en el que aparecen las ensoñaciones más
“cinematográficas”, aunque a veces no es posible recordar su contenido.
En los primeros (tres) meses de vida se distinguen tres tipos de sueño:
sueño activo, equivalente al sueño rEM del niño mayor o adulto, sueño
tranquilo, equivalente al sueño NrEM del niño mayor o adulto y un tercer
tipo de sueño llamado sueño indeterminado que no cumple con las características
EEG del sueño activo ni del sueño tranquilo. En los neonatos, el
sueño activo ocupa hasta un 60% del sueño y precede el sueño tranquilo.
A partir de los 2 meses de edad ya se podría hablar de “sueño NrEM”
que, a esta edad, ocupa la mayor parte del sueño y precede al sueño rEM.El
sueño rEM, muy abundante en las primeras semanas de vida, disminuye a
lo largo de los años. En niños mayores, al inicio de la noche existe una mayor
proporción del sueño profundo (N3) mientras que el sueño rEM es mucho
más abundante en el transcurso de la segunda mitad de la noche. En preadolescentes se objetiva un retraso del inicio del sueño de forma fisiológica y,
años más tarde, en la adolescencia, el sueño profundo es menos abundante
que en los años previos.
En el transcurso de la noche, el niño presenta varios ciclos de sueño, es
decir, secuencias de sueño NrEM (sueño tranquilo en neonatos) y sueño
rEM (sueño activo en neonatos). En niños de más de 2-3 meses –cuando ya
podemos hablar de “sueño NrEM” y “sueño rEM”–, el ciclo de sueño se
vá asemejando al de la niñez y adolescencia.
Es conocida la importancia de el sueño natural en el desarrollo y función cerebral en la épocas tempranas d la vida, pero en el desempeño ulterior en la vida adulta existen discrepancias considerables. durante la distintas etapas del sueño se realizan diferentes acciones que podemos denominar restauradoras o de mantenimiento, que consisten en limpieza de radicales libres de los neurotransmisores que son substancias hormonales o enzimáticas que conectan las sinapsis entre las neuronas
(substancia gris) y los axones y dendritas (substancia blanca). Al restaurar la eficacia de la conexión entre las distintas áreas del cerebro sus funciones se realizan con mayor eficacia y velocidad.
El sueño más efectivo para estas funciones es el de ondas beta y theta, las más lentas, con episodios breves de ondas rápidas tipo alfa en las regiones parietales.
Este tipo de sueño requiere de un estado de tranquilidad y una casi ausencia de estímulos exteriores, sobre todo de tipo visual luminoso y acústico, de modo que nó es conveniente dormir con la televisión encendida o escuchando música o estímulos sensoriales intensos, o leer antes de dormir, excepto leer libros como los míos que dicen son adormecedores. El estado de relajación producida por los estados hipnóticos, o meditación profunda, también puede en algunos casos provocar tal efecto. 

viernes, 8 de marzo de 2019

CORRUPCION. CRIMINALIDAD, IMPUNIDAD

HOLA BETS & CHICKS.
(Oótra vez la burrra al trigo y el burro al máiz). 
Otra vez este tema sempiterno que nos preocupa a todos, a ver que les parece:


CORRUPCIÓN, CRIMINALIDAD , IMPUNIDAD

En mi opinión, éstas tres palabras parecen sumarizar los problemas más ingentes del México contemporáneo, del antiguo y en realidad de toda la Humanidad. Habrá quien difiera de éstas nociones y opiniones pero creo que pocos estarán en desacuerdo con su importancia.
Sin embargo resulta curioso apreciar como tantas personas inteligentes y conocedoras de estos temas, difieren tanto en la aplicación de medidas correctoras o modificadoras de tales conductas.
Tal parece que nuestro nuevo gobernante tiene como idea rectora de su discurso el culpar de toda la problemática del país a la corrupción reinante, y la atribuye escuetamente a “los gobiernos neoliberales” que lo precedieron, sin distinguir claramente cuando fué que la “corrupción” se inició. Si nos basamos en su discursiva, su idea de la corrupción se refiere exclusivamente al manejo discrecional, abusivo e ilegal de los dineros públicos. Y a su idea -marxista socialista-, de que “los ricos” abusan de los “pobres” através del monopolio del Poder.
Tal concepto es excesivamente simplista e irreal. De hecho la corrupción es endémica no sólo en México, en todo el mundo y de hecho es simplemente una conducta derivada del Instinto Natural de Supervivencia.
Si observamos; todos los animales y los vegetales son depredadores de su medio ambiente, el pez grande se come al chico, los carnívoros matan y se alimentan de los herbívoros, los vegetales hacen lo mismo, compiten por el sol el agua, los nutrientes, la cadena alimenticia es interminable, cíclica y circular.
De modo que que el “Acabar con la Corrupción”, se antoja una tarea imposible e irreal y el pensar que sentándose en la “Silla Presidencial” automáticamente acabará con élla, es tonto e ilusorio.
Si nos referimos mejor a intentar imponer el imperio de la Ley es decir a tratar de implantar un “Estado de Derecho” eficaz y funcional. Entonces estamos hablando con mayor congruencia.
Yo sé que es muy fácil criticar y estar en desacuerdo, es muy fácil gritar y censurar, manifestarse y alborotar. Por lo tanto adelantará algunas ideas al respecto:
1.- Para modificar la conducta depredadora de funcionarios y servidores públicos y además -porqué nó- de todos los habitantes, propongo, el instaurar un método de premios y castigos a los infractores de las leyes y normas de convivencia. Por ejemplo: un castigo ejemplar al corrupto; despido dishonorable y pena económica equiparable al desfalco, y una distinción pública y estímulo económico, una pensión vitalicia al que se desempeñe con honorabilidad y eficacia, es decir, un sistema que premie y estimule la conducta moral y solidaria con el resto de la población y penalize a los que transgredan normas y leyes del País.
2.- La Constitución de nuestro País (la Rectora Legal) es innecesariamente extensa, obsoleta, prolija, enredosa y muchas veces contradictoria. Propongo rehacerla y simplificarla con ánimo rector y hacerla base de todos los códigos penales vigentes, que necesariamente se modificarían con el paso del tiempo y la modernidad.
3.- Una verdadera Reforma Judicial. Un integral ajuste a nuestro aparato de Justicia: Suprema Corte, Departamento de Seguridad, Policial, Investigatorio, Penitenciario. (las cárceles deberian ser verdaderamente rehabilitadoras (escuelas, fábricas, granjas). Hay mucho que decir en éste respecto.
En ocasiones posteriores, elaboraré -si su paciencia me lo permite-, sobre los otros temas; CRIMINALIDAD que creo es el verdadero y más urgente problema que tiene nuestro país y la IMPUNIDAD que es su origen.
Se aceptan discrepancias y se agradecerán cumplidamente todas las opiniones.

martes, 5 de marzo de 2019

EL BYCICLO ÉSE

HOLA ESTIMADÍSIMOS CHICKS & BETS.
          UNA OPINIÓN ACERCA DE UNA NUEVA (PARA MÍ), FORMA DE PEDALEAR


EL BICYCLO ÉSE

Un simpático grupo de amigos del viejo Privik están entusiasmados con una nueva versión de la vieja bici. nadie me ha pedido mi opinión, pero viejo metiche que soy les diré que:
La bicicleta, gran invento de qu´en sabe quén a finales del siglo 19 cuando el caballo era rey y las máquinas de vapor eran el úlimo grito de la ciencia, se diseñaron como medio de transporte y desde entonces has surgido innumerables versiones a más de cómicas y divertidas. La gente la adoptó como para hacer relajo mostly. Modernamente sigue siendo para transportarse sobretodo en urbes más modernas y menos congestionadas que las nuestras en donde es más bien un signo de arrojo y valor temerario, sólo superada por la nueva locura de las patinetas eléctricas (sacre-bleu!).
Desconozco (la verdad sea dicha) la mecánica de la nueva contrapción. Pero al observar su desempeño, noté que las piernas se usan en un rango menor que la circular de la bicicleta tradicional. Los músculos humanos voluntarios (porque los hay autónomos), se denominan “estriados”(luego le digo porqué) y hay de dos tipos; flexores y extensores. En la bicicleta, la pierna en su totalidad se mueve circularmente, flexión-extensión alternativa y sincronizada; cuadriceps vs biceps crural en el muslo, y gemelos, tibiales sóleos del mismo modo en la pantorrilla, incluyendo (faltaba más) a los honestos músculos de aquella parte de la espalda que pierde su honesto nombre y toma forma de guitarra (tololoche en algunos casos).
On the other hand”, en el moderno byciclo el movimiento es casi totalmente de arriba hacia abajo (como quien está machacando uvas para el mosto), es decir fundamentalmente quads y hamstring (muslo). Y teorizo; la fatiga muscular de éstos, se manifiesta temprano. Se parece al movimiento de las modernas escaladoras de ejercicio.
En mi opinión. El cuerpo humano moderno indudablemente necesita ejercicio, pero viene equipado de forma natural para hacerlo, no requiere de ayuda tecnólogica. Correr, nadar, bailar, levantar peso por necesidad o diversión son actividades ideales en mi concepto.

Doccis (a) “el zorrillito”, su amigo incondicional.