martes, 24 de diciembre de 2019

NATIVIDAD 2019

“Ahora bien, mientras estaban allí llegó, . para Ella el tiempo del alumbramiento. Y dió luz a su Hijo Primogénito; y lo Envolvió en pañales y lo acostó en un Pesebre, porque no había lugar para Ellos en la hostería.” (Lucas 2:6-7). En estos tiempos convulsos, de cambios alucinantes, tal pareciera que la Navidad Cristiana, está “pasando de moda”,. Ya no hay lugar para tonterías sensibleras y cursis. Poca gente presta mayor atención a el origen de todo esto, de lo que ni siquiera estamos absolutamente ciertos (con rigor científico histórico), sucedió hace más de 2000 años. Se cuestiona la fecha, el lugar, el suceso mismo. Se le acepta más como tradición antigua y se diluye su importancia y trascendencia misma. Ya no es aceptable en muchos países”desarrollados”, (afortunadamente el nuestro todavía no se “desarrolla” tanto). El decir ¡Feliz Navidad!. Se dice: Happy Holidays, (Felices Fiestas), o Holiday Greetings, u otros eufemismos semejantes, en aras de la mentada “pluralidad”, que nos parece tan necesaria, para no ofender los sentimientos de las personas que o son de otras creencias religiosas, o simplemente descartan cualquier pensamiento que pudiera no ser de comprobación “racional”, y que signifique Fé y emotividad pura. Valdría la pena recordar que tenemos no menos de dos hemisferios cerebrales, y que la denominada “Inteligencia Emocional”, existe de hecho, sin lugar a dudas, y que de todo lo que damos por cierto, un gran mayoría de nuestras “certezas científicas”, no son de comprobación cotidiana, no digamos por la comunidad científica, sino por la gran mayoría de nosotros los simples ineducados y tontos mortales. De modo que de hecho le tenemos fé a una gran cantidad de de hechos y fenómenos naturales, de los cuales no tenemos la comprobación que exigimos a muchos hechos históricos, como el que nos ocupa. Lo que si es un hecho histórico que no necesita comprobación alguna, es el cambio notabilísimo, que ha sufrido la humanidad en éstos últimos 20 siglos. Cambios, sin duda científicos y tecnológicos alucinantes, sobre todo en las últimas dos centurias. Pero también hemos cambiado notablemente como humanidad en el aspecto emocional-sensitivo, (¿nos hemos vuelto más humanos?), somos más conscientes de las necesidades de los demás, más solidarios, con las penalidades de otros seres, humanos y no humanos, ( ¿o estoy muy equivocado?). Por supuesto que falta todavía muchísimo que avanzar en ésa materia, pero; ¿donde estaban hace algunos años; las organizaciones de derechos humanos, las sociedades protectoras de flora y fauna, movimientos ecológicos y conservacionistas?. La esclavitud ha prácticamente desaparecido del planeta, los sistemas colonizadores y racistas, discriminatorios y supremacistas están en franco descrédito, etc. Finalmente hemos continuado nuestra tarea evolutiva, aunque a veces lo dudemos con toda razón. Pero volvamos a hace veinte siglos: Era un mundo tan caótico como el nuestro; las guerras, la violencia, la injusticia, los abusos de los poderosos, el egoísmo de los congéneres, la crueldad, la misoginia, todo tipo de discriminación, el oscurantismo, la supersticion, la pobreza, la ignorancia, eran la ley del mundo “civilizado” y no civilizado. María, una mujer pequeña, pobre, casi adolescente. Su esposo, un carpintero entrado en años, que la cuidaba y respetaba con amor y devoción. Emprendieron una jornada, azarosa, difícil, obligatoria (edicto del censo romano), con escasos recursos y dejando atrás una comodidad relativa, emprendieron la marcha a pesar del embarazo juvenil yá avanzado. Invierno en la Judea-Palestina de entonces. ¿Han ustedes viajado en burro, siquiera un Kilómetro?, o prefieren a pié descalzos o con sandalias?, en los rústicos caminos de entonces?. De Nazareth en Galilea, a Belén de Judá, son, en mapas actuales más de cien Kms (en línea recta). Los caminos inseguros, maleantes de todo tipo, soldados romanos que nó eran mejores, samaritanos xenofóbicos y otros, seguro no fué una paseo por la campiña. Casi al final de la jornada y seguramente con gran incomodidad y entrada en labor de parto por primera vez. Las mujeres, que han sufrido la primogestación, seguramente lo entenderán mejor. No hay asilo, no hay refugio, asistencia nula, egoísmo, intolerancia e incomprensión rampantes. Muy probablemente hambre, sed, frío, miedo, pero desaliento nó de ninguna manera. La Fé los impulsaba poderosamente y la confianza en el Altísimo, los confortaba. Era imperativo un lugar de abrigo, no se si con permiso de los dueños o sin él, un pesebre salvador, animales de granja y un poco de agua de acequia. María entró en labor, José, probablemente aterrado. Y poco a poco se hizo el milagro... han de haber sido momentos terribles y maravillosos. El parto siempre es impresionante; se rompe la bolsa amniótica, las contracciones dolorosas, el vaciamiento de vejiga y recto, la increíble dilatación perineal, la sangre, líquido amniotico, orina y demás hacen explosión y el sufrimiento es máximo. El primer llanto, suena como la gloria suprema, es la exaltación y la felicidad máxima de una madre (¡y de cualquiera que esté presente!). Ligar y seccionar el cordón umbilical, expulsar la placenta, detener la hemorragia y muchos otros detalles ocupan a la parturienta y a quien la asista. ¿El Bebé?, requiere atención inmediata; expulsión y limpieza de secreciones nasofaríngeas, estimulación respiratoria, calor, abrigo y aseo. ¿Implementos?, algunos trapos, quizá yerbas, aceite, agua de la que bebe el ganado, a lo mejor un poco de vino y alimento celosamente guardado por el previsor José. Ese Niño, que nació y creció en la Palestina actual, que nó viajó mayor cosa, que no escribió nada de lo que se tenga registro, que predicó y enseñó a un puñado de seguidores, durante nó más de 3 años, que murió ignominiosamente, traicionado, humillado y torturado por sus congéneres. Cambió al mundo radicalmente, lo transformó trascendentemente, cambió la mentalidad de propios y extraños, y aún en las personas que no aceptan su Iglesia y sus dogmas, manifestó su poderoso impulso renovador generador de buena voluntad. Y lo sigue haciendo en todas las naciones. ¿Cuál fué y es su secreto?. A decir verdad; extraordinariamente simple, con la sencillez y grandiosidad de las verdaderas genialidades procedentes de Dios. El preconizó, sostuvo, insistió en que: El Amor es la emoción-motor de todo cuanto vale la pena en este mundo. Si AMOR, amor a nuestro Creador y a toda su Creación. Ese amor que es: generosidad, tolerancia, sacrificio, alegría.. Ese es su mensaje, simple y llano, limpio y hermoso. Bien pudo decir: “Toleraos los Unos a Los Otros” y tenemos una fórmula infalible para ser felices... “Paz en la Tierra, a los Hombres” (y Mujeres), que sólo se requiere “Buena Voluntad”. Oscar (El Abolais). Diciembre, 2005.

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