jueves, 3 de marzo de 2016

LA FRONTERA INTELIGENTE

HOLA DEAR HEARTS: ESTO LO ESCRIBÍ (Y PUBLIQUÉ HACE ALGUNOS AÑOS) CREO QUE TODAVÍA ES DE ACTUALIDAD Y TIENE ALGUNAS IDEAS LOCAS DE UN SUEÑO IMPOSIBLE, A VER QUE LES PARECE: Como todos los movimientos humanos, los fenómenos migratorios han causado enorme trastorno, inquietud y desasosiego entre las poblaciones establecidas que conforman las naciones,.Los migrantes por ser diferentes, han sido desde siempre indeseados, anatemizados, perseguidos y discriminados ferozmente. No es nada nuevo, pero si de gran actualidad e importancia por la trascendencia que tienen estos movimientos y su impacto en las relaciones internacionales. En la actualidad en los Estados Unidos de Norteamérica; El problema de la “Oleada Morena”, “Brown Wave” o Mex-Tsunami, como podríamos llamarlo, tiene buena parte de existir en los últimos 60 años, desde los inicios de la Segunda Guerra Mundial II-WW. Cuando los EUA necesitados urgentemente de mano de obra, facilitaron el Movimiento de: Braceros Mexicanos Temporales, pero la migración tomó parte desde mucho antes, con la ocupación y colonización de los territorios indios por la población de origen europeo. El problema, con pocas o nulas reglamentaciones, no ha hecho sino crecer y convertirse en un grave problema socio-económico que afecta a ambos países. El hombre es un animal migratorio, siempre lo ha sido, las razones son muchas y obvias: climatológicas, alimentarias, territoriales, siempre buscando mejorar sus niveles de subsistencia, mejor entorno y desarrollo. México y sus sucesivos gobiernos, han ignorado el problema y evitado su responsabilidad, aduciendo que: “Es un problema norteamericano”. Esto es absurdo e irresponsable. Los Estados Unidos, a su vez han oscilado entre también irresponsable tolerancia y leniencia, así como con actitudes racistas y xenofóbicas por una buena parte de su población. Ignorando que –Todos somos migrantes--, todos venimos de algún lado, nadie es autóctono de ninguna parte, ni siquiera los primitivos homínidos Australopithecus, que iniciaron la gran aventura humana en África hace 4 millones de años! Las fronteras actuales, producto de los poderosos instintos de Sobrevivencia y Ambición Territorial, han sido conformadas y constituídas mediante atroces acciones bélicas, de supremacía racial y expansionistas, pero en la actualidad, y pésele a quien le pese, son “Fact. Accomplit”, hechos consumados, realizados y difícilmente o de manera prácticamente imposible serán cambiadas. En el caso de México, creo que probablemente no hay ningún otro país cuando menos en Latinoamérica que tenga tan presente la hegemonía y brutal despojo territorial, que sufrimos en el Siglo 19. El problema actual tiene sin duda reminiscencias de tales sangrientos y barbáricos abusos de poder, y como tal ha sido interpretada por muchos como la “Reconquista de México”, de sus territorios perdidos. La “Invasión Silenciosa”. Pensamientos de tal naturaleza han causado innumerables guerras y conflictos de atrocidad inimaginable, como la mencionada Segunda Gran Guerra.. La solución de tales problemas; El que todos los hombres nos tratemos como iguales y solidariamente nos ayudemos a prosperar, no está a la vista por ninguna parte. Sin embargo el sueño imposible de una Comunidad Norteamericana, o el todavía más idealizado (e imposible): “Una América Unida”, está todavía mucho más lejano y requerirá una posterior evolución del Hombre como especie. Por lo pronto. El Problema Migratorio México-USA, amenaza con dar al traste con una relación que ha costado muchos y extraordinarios esfuerzos de ambos países y sus gobernantes para coexistir pacíficamente y en armonía. Los dos países están ligados (para siempre) por indestructibles lazos geográficos, culturales y sociales. Casi no existen familias mexicanas que no tengan lazos de parentezco, económicos, culturales o de trabajo en los EUA. Los norteamericanos deben en gran parte su fenomenal progreso económico a los trabajadores migratorios, y a su mejor y más cercano mercado y socio económico; México. Los dos países se necesitan y complementan cada vez más. México es un país norteamericano, geográfica y culturalmente. Por supuesto; sus raíces latinas e indígenas, son indestructibles e inamovibles, pero socialmente, económicamente y culturalmente somos norteamericanos. Eso no lo hemos entendido cabalmente mexicanos y norteamericanos por igual, tampoco nuestros gobernantes. Nuestro corazón está en el Sur, pero nuestro futuro y nuestro destino mira y está hacia el Norte. El magno problema que representa la migración “indocumentada” (ilegal) de mexicanos hacia el país del norte, ha llegado a proporciones totalmente inmanejables por las autoridades norteamericanas, en los estados fronterizos, es muy perceptible el franco rechazo, temor y resentimiento hacia la población de origen hispano, mexicano en su gran mayoría. Se sienten “invadidos”, desplazados y transculturizados. Una oleada de personas de origen étnico diferente, por todas partes, el incesante parloteo en español, los trastorna y desasosiega. Además las costumbres y culturas mexicana, antaño, curiosa, folklórica y simpática, ha sido reemplazada por un franco rechazo, repudio y temor. Se ven y sienten en muchas ocasiones extranjeros en su propio país. Agreguémosle a esto la extraordinariamente sensible preocupación de los norteamericanos y de todo el mundo desarrollado por su seguridad interna. Se han dado cuenta que su envidiable sistema de libertad, democracia y libre comercio, los hace sumamente vulnerables a los ataques terroristas y de la delincuencia internacional. Para ellos la Seguridad Interna, tiene obvia prioridad. En México, tenemos la tendencia (muy explicable por cierto), de ver e interpretar toda esta antipatía y rechazo, como meramente actitudes xenofóbicas, racistas y egoístas. Imaginemos como sería nuestra posición si nosotros fuéramos los norteamericanos y ellos los migrantes, llegando en oleadas ilegales a nuestro territorio y ocupando nuestros lugares, calles, plazas, puestos de trabajo. Los mexicanos siempre hemos sido muy localistas, intolerantes y discriminatorios hacia todo aquello que consideramos ajeno a nuestra idiosincrasia, veamos como tratamos a los nacionales de otros países que vienen a nuestro territorio, o aún a los nacionales que cambian de residencia viniendo de otra parte de la República. Agreguemos a esto nuestra conocida tendencia a no respetar leyes ni reglamentos, a buscar nuestra propia conveniencia por encima de la de los demás. Enfrentémoslo, tenemos fama (bien ganada) de tramposos, convenencieros y amantes de la ilegalidad. Un gran y moderno Acuerdo Migratorio, “La Enchilada Completa”, es nuestro sueño y posición como país. Varios presidentes mexicanos y norteamericanos la han propuesto y puesto gran parte de su “Capital Político” en juego. Pero por el momento y por supuesto, esto es solamente eso; Un sueño imposible. El país norteamericano, un país basado y orgulloso de sus leyes, de su libertad y su independencia, no puede, no debe aceptar la Ilegalidad como norma. Soluciones y alternativas, hay muchas, todas complicadas y costosas. Desde la “Anexion de los Estados Mexicanos”, que parece una anatema y blasfemia en la mente de los mexicanos. No sé si dadas las condiciones, la opinión pública mexicana fuese totalmente contraria esto. Pregúntense y pregúntenle a cualquier mexicano, ¿Si no desearía vivir y ser ciudadano norteamericano? O la creación y conformación de una Comunidad Norteamericana junto con Canadá?. Yo, humildemente, propongo otro sueño imposible: La creación de una Gran Faja o Zona Fronteriza, que una propicie una mejor relación mexicano-norteamericana. Una Gran Frontera que una y no que separe a los dos grandes países. Un “Gran Puente” y no “Una Gran Muralla”. Una gran carretera doble, un tren de alta velocidad y una larga sucesión de centros fronterizos de Libre Comercio (cero impuestos y aranceles), fábricas, negocios de todo tipo, centros de negocios, educativos y científicos (universidades, laboratorios, museos), hoteles, centros de Energía, Agricultura, entretenimiento y cultura. Los mexicanos pondríamos la mano de obra y los americanos el “know how”, el financiamiento podría ser (debería de ser) un esfuerzo común transnacional, privado y gubernamental, que seguramente sería viable económicamente a corto plazo ¿Cuántas empresas nacionales e internacionales, estarían dispuestas a invertir en ese Mercado? ¿Cuántos empleos generaría? Por supuesto los problemas de seguridad seguirían existiendo, pero podrían ser más manejables, con mejor y mayor coordinación transnacional de las fuerzas del orden, que trabajarían conjuntamente, doble chequeo transfronterizo. El Proyecto no tendría porque ser inicialmente grandioso o integral a lo largo de la gran frontera, pero podría ser un proyecto piloto en una de las zonas o ciudades más apropiadas, e iniciar de ésa manera un gran experimento de convivencia internacional, que sentaría el ejemplo de lo que pueden lograr dos naciones modernas preocupadas por su futuro, y por la prosperidad y seguridad de sus habitantes. Dr. Oscar L. Cisneros (Doccis) Julio 2010.

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