sábado, 13 de abril de 2013

DERECHOS HUMANOS O CHUECOS HUMANOS

HOLA QUERIDOS BETS.
A VER QUE LES PARECE ESTA OPINIÓN:

DERECHOS HUMANOS, O ¿CHUECOS HUMANOS?

Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en Diciembre de 1948. y aunque éramos “humanos” desde hacía tiempo (cerca de 4.5 millones de años), hubo nobles antecedentes como el “Cilindro de Ciro” tras la conquista de Babilonia en 539 AC, la Declaración Inglesa de Derechos de 1689 y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano en la Revolución Francesa de 1789, desde entonces prácticamente nadie se refería a los “derechos” que la raza humana tenía, todos los dábamos por descontados o simplemente se ignoraban convenientemente. Esto propiciaba infinidad de actos de barbarie, así como incontables y persistentes abusos de poder. Atrocidades y crueldades sin límite han marcado la Historia del Hombre y lo sigue y seguirá haciendo a pesar de estos nobles intentos de “civilizar” al Homo Sapiens.
Podríamos analizar el comportamiento humano mencionando que las leyes naturales, son intrínsecamente inamovibles y comunes a todos los seres vivos, son además la razón de los básicos instintos de la Vida como son los de: Supervivencia, Crecimiento, Desarrollo, Reproducción Territorialidad, Predominio. Esto nos impulsa vigorosamente hacia actitudes y conductas sumamente violentas, la Vida misma es una constante lucha por persistir, desarrollarse y dominar, ésto es indudable. Sin embargo, nuestras funciones intelectuales, también nos impulsan poderosamente hacia ideales de: Justicia, Armonía, Amor, Bondad, Generosidad, Belleza, Sabiduría y Dignidad Humanas. En el desarrollo oncológico e intelectual de la especie Humana, estas ideas tuvieron sus primeros indicios, históricamente, en los filósofos griegos, chinos, judíos, persas y egipcios de hace más de 3000 años, y fueron precursoras del pensamiento de la Caridad Cristiana y el Amor al Prójimo de las Culturas Occidental y Oriental modernas.
Sin embargo, la conducta humana básica, poco ha cambiado a través de los siglos (el Hombre sigue siendo el “Lobo del Hombre”). El efecto civilizatorio de las religiones monoteístas y notablemente la Cristiandad, han sido, por decir lo menos, marginales. Desde el advenimiento de la Organización de las Naciones Unidas en 1948 y su antecesora La Liga de las Naciones que fueron creadas ex-profeso para tratar de evitar las guerras, así como la Convención de Ginebra para evitar las atrocidades internacionales y el trato cruel e inhumano a los prisioneros de guerra.
Pese a todos estos loables esfuerzos para modular el comportamiento humano, poco se ha logrado y lo único que ha sido capaz de atemperar la violenta naturaleza humana es el temor al castigo. Los sistemas y códigos penales también han sufrido constante revisión en ese sentido, sin embargo su variedad y complejidad, atestiguan de su ineficacia. La pena de muerte, los castigos psicológicos y corporales, la privación de la libertad, han dado paso a ideas de Reeducación y Rehabilitación de los criminales y esto paradójicamente tampoco ha dado como resultado la disminución de las conductas criminales y antisociales, antes al contrario, en muchos países ha resultado en su incremento.
En nuestro país, el desusado incremento de las actitudes y las organizaciones criminales es paradójico (por decir lo menos), ante el advenimiento de una democracia largamente esperada al inicio de éste siglo. Sorprende en cierta manera que en un clima de mayor libertad y tolerancia, las conductas criminales se hayan desatado al nivel actual. o a lo mejor es exactamente por éso. Es decir, son un subproducto del exceso de libertad.
Por supuesto que el crecimiento de las organizaciones “humanitarias” protectoras de los derechos humanos, y de toda otra forma de vida, parece marcar una mayor y mejor conciencia ecológica y ambientalista planetario, ésto atestigua un notable incremento en nuestra Inteligencia Emocional.
En el México actual, observamos dos tendencias; Una desatada conciencia de desaprobación y rechazo ante una posible acción gubernamental “Represiva”, fruto de las acciones superautoritarias de los gobiernos anteriores, que data de tiempos precolombinos. Está de por más decirlo, los gobiernos siempre se han caracterizado por oprimir a la población y así fué en los regímenes monárquicos, teocráticos y pseudodemocráticos por igual.
En México la conciencia libertaria hizo crisis en 1968, con la pregonada y fantasiosa “Matanza de Tlatelolco”, misma que ha servido como pretexto y razón para los inumerables movimientos de protesta, desorden y vandalismo ocasionados por un permisivismo exagerado. Así observamos que el derecho de disentir, manifestarse y protestar, conduce a un antagonismo exagerado contra las acciones de la autoridad, que ha sido propiciado anteriormente, por los abusos de la clase gobernante y agentes de la paz y el orden. En este sentido, podríamos hablar de una “Reacción Alérgica a los actos de Autoridad”.
La segunda tendencia observada con el permisivismo exagerado ante cualquier conducta, aún actuando dentro de los márgenes de la Ley, pudiera interpretarse como “Coarctación de la Libertad”. En este contexto; todo está permitido hasta los límites de lo ridículo, bajo la premisa grandielocuente de que “Es preferible un exceso de libertad a una traza de tiranía”.
En el México tenemos infinidad de ejemplos de lo anterior; Bajo el amparo de nuestra obsoleta, tendenciosa y supraliberal Constitución Política de 1924, (que hemos aprendido a venerar como si fuera dechado de perfecciones), y que en realidad fué diseñada para reforzar el dominio del estado sobre el poder clerical de antaño, recordemos que fué realmente el documento que sirvió de pretexto para la sangrienta Guerra Cristera (1927-30), una brutal represión del pensamiento religioso, que propició una serie de atrocidades, y sangrientos abusos que los subsecuentes regímenes priístas han querido convenientemente olvidar.
Observemos simplemente, el constante conflicto entre dos “Derechos Constitucionales” modernos; El Derecho a Manifestación Publica, el derecho a disentir, y el “Derecho Constitucional al Libre Tránsito”, a trabajar y vivir libremente, ¿Cual predomina?
En la actualidad, la lucha ideológica entre los tres sistemas de gobierno de las naciones modernas; el marxista-leninista, el capitalista-liberal y los peculiares sistemas islámicos, algunos monarquías absolutistas y otros “Repúblicas Islámicas” teocráticas, ha florecido en los últimos 60 años, desde la finalización de la 2a Guerra Mundial y el inicio de la llamada “Guerra Fría”. Esto ha mantenido en vilo a las sociedades modernas al borde de una nueva conflagración armada internacional. Varios sangrientos conflictos bélicos se han sucedido en muchas regiones como resultado directo de estas discrepancias, aunque sobra decirlo, los múltiples y variados intereses económicos también han jugado un importantísimo papel.
A esto habría que sumarle la creciente intolerancia hacia las diversas etnias, razas y maneras de pensar y por supuesto, el exacerbado auge del Crimen Organizado Internacional, generado por el desmesurado apetito por substancias psicoactivas de la población mundial, lo que ha generado una violenta y desmesurada ola criminal y una real y sangrienta “Guerra contra el Crimen” en muchos países.
Los preconizados y exaltados “Derechos Humanos” modernos, con sus consecuentes Organizaciones, Comisiones, Visitadores, “Ombudsmen”, Altos Comisionados, Cortes Internacionales de Justicia, se han convertido en el supremo juez de la actividad y conducta humana, pero sobretodo de la acción gubernamental en todos los países, miembros o no de la inoperante e inútil Organización de las Naciones Unidas.
Hoy en día, en México, como en muchos otros países, se ha desencadenado una fiebre de los “Derechos Humanos como nunca antes, y así vemos (con pasmo), la proliferación de todo tipo de derechos (que creíamos obvios): Derechos de la Mujer, Derechos de los Niños, de los Indígenas, de los Pobres, Derechos a la Alimentación, a la Educación, al Esparcimiento, al Agua Potable, al Aire Limpio (?), a la Justicia, a Una Vivienda Digna, a Vivir en Paz, de los Discapacitados, de las Personas con VIH-SIDA, Derechos de La Comunidad Gay (LHT; lésbico-homo-transvesti, etc), ¿Deberíamos agregar (si me lo permiten), derecho a Sexo Seguro y Placentero?, a “Ventosearnos”, a Morir en Paz, y claro, a Burlarnos de los Políticos?
Por supuesto que la actitud “civilizada” y humanitaria para regular la indomable conducta humana, es o debería de ser la norma ética fundamental del actuar de todos los sistemas de gobierno, esto no admite duda, pero el juicio de lo que está bien o mal, justo o reprobable, ha convertido para bien o para mal a estas organizaciones, cortes y comisiones en una suprema (y arrogante), Conciencia Mundial.
Y no es que personalmente esté en contra de la Justicia y Paz Social, sino que opino que tales entelequias deberían ser el resultado de otro al parecer inalcanzable ideal; Un Sistema de Gobierno y Justicia Mundial.
¿No les parece que irrespectivamente de lo adecuado y civilizado que es el poseer tantísimos “Derechos Humanos”, es también indispensable hablar cuando menos tangencialmente de “Los Deberes y Obligaciones Humanos”? Porque de ésto nadie habla, ni lucha, ni propone. Dadas las circunstancias que impone el diario vivir en éste complicado mundo, todo derecho presupone una obligación, un deber y una consecuencia. Porque me perdonarán los más ávidos defensores de los derechos humanos. Todo derecho a algo, no es, no puede ser gratuito; Debe ganarse, debe obtenerse, debe merecerse. No es posible que únicamente por el simple hecho de existir en este planeta, automáticamente, al iniciar a vivir, ya alcanzamos la facultad de ser dueños de todo y protegidos de todo daño a nuestra sagrada persona y familia.
De acuerdo, los seres humanos pequeños, débiles e indefensos, los discapacitados mentales, las personas con diversos grados de incapacidad deberían tener también diferentes grados de responsabilidad y claro derechos humanos también diferentes, igual que todos nosotros.
En ese orden de ideas, ya que todos somos diferentes, aunque exista la noción básica y democrática de que “Todos los Hombres Fueron Creados Iguales”. Sabemos que en realidad esto no es así, claro que todos pertenecemos a la misma especie; Homo Sapiens, pero “Todos Somos Intrínsecamente Diferentes”, no existe una persona idéntica a otra, ni siquiera en el hipotético caso de que fuéramos “Clones”.
¿No les parece que entre los deberes y obligaciones de cualquier ser humano, están: La de trabajar y esforzarse para sobrevivir, la de buscar alimento y vivienda dignos, la de comportarnos como personas civilizadas y no abusar de los demás seres vivos, a procurar la armonía del Universo? Por supuesto tenemos la imperiosa obligación de ayudar y proteger a los niños, a los más débiles, a los más pobres, asistir y proteger a toda persona que esté a nuestro alcance, es mandato Divino.

Esta es mi humilde y sincera opinión, probablemente no todos estén de acuerdo con ella, pero vale la penar reflexionar ¿No creen?

Dr. Oscar L Cisneros Guadalajara Jal. 10 Abril, 2013.


2 comentarios:

  1. Papi,
    Muy bueno tu artículo, algo pesimista pero también muy cierto. Como dices la dualidad de las personas: entre el bien y el mal siempre uno luchando dentro de uno mismo para que lo bueno salga y lo malo no brote con nuestros actos y nuestras palabras, ¡que difícil!

    Sobre que debería también haber un listado de nuestras obligaciones ciertísimo!! porque aunque en los derechos de los demás están nuestras obligaciones, esto es, si mi hijo tiene derecho a ir a la escuela, mi obligación intrínseca como padre es proporcionarle un lugar en donde pueda ir; y así en todos los derechos, hay una obligaión que muchas de las veces nos hacemos "loquitos" para no cumplirlas.
    Muy interesante, te felicito y sigue adelante con tus artículos!!
    Atentamente,
    La eternamente (o por lo menos que siempre trata de serlo) optimista Paty

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  2. Yo tambien estoy muy de acuerdo. Las personas debemos tener derechos pero tambien obligaciones para procurarnos el bienestar y sobrevivencia, respetando los derechos de las demas personas. Recordando lo que mejor dijo Benito Juarez). Sobre todo los que somos afortunados de tener todas las facultades y capacidades fisicas y mentales. Cada quien a su nivel de capacidades debe tener ciertos derechos y obligaciones. "A todo poder corresponde una responsabilidad". Parece ser que cada vez se habla mas de los derechos que uno tiene sin importar los derechos de otros. Y cada grupo, persona, organizacion tiene su verdad y en base a eso exigen sus derechos o quieren obligar a otra personas a actuar o pensar como ellos. Hay que respetar, eso es la primera obligacion.

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