SI LES PARECE, CONTINUAREMOS NUESTRA PERORATA
ACERCA DEL ASUNTO DE VITAL IMPORTANCIA QUE ES,
LA CONTINUACIÓN DE LA VIDA. A LO MEJOR USTEDES YA
SABEN TODO ESTO, PERO NO LES ESTORBA UNA SEGUNDA OPINIÓN.
¿NO ES ASÍ?
LA
MADURACION SEXUAL (2)
“Para qué las
quiero tiernas…si cuando están maduras, caen solitas”
Y así maduramos sexualmente. La
procreación, esa maravilla de capacidad otorgada al hombre (y mujer
por supuesto). Es realmente un milagro. Como toda pareja con
problemas de infertilidad sabe, no es “¡enchílame otra!”. Nos
parece cosa natural y sencilla, ¡No lo es!. Está condicionada a
multitud de factores de suma importancia; El pH (o acidez relativa)
de la vagina, el número, calidad y motilidad de los espermatozoides,
la temperatura, humedad, viscosidad del moco vaginal y
cérvico-uterino. Las características morfológicas de útero,
permeabilidad adecuada de las trompas de Falopio, la disponibilidad
óptima del endometrio (capa interna del útero) en el ciclo
menstrual, el aporte vascular adecuado de los órganos sexuales de
ambos hombre y mujer; La potencia, adecuación física de los órganos
sexuales masculinos y la fertilidad de sus espermatozoides, así como
el estado de salud física y mental son de suma importancia, muchos
otros factores son vitales para que una fecundación viable pueda
llevarse a cabo con razonables posibilidades de éxito. .
Como si fuera poco, la gestación o
embarazo, parto y todo el lance puerperal, constituye una verdadera
hazaña femenina, que nosotros los hombres no comprendemos ni
valoramos en toda su excelsa magnitud. Yo siempre he dicho que las
pequeñas mujercitas que tienen la sagrada vocación de la
maternidad, son y han sido secularmente, mal preparadas para tal
maravillosa y sumamente difícil función. Deberían prepararse
física y mentalmente, con información seria, abundante y moderna
para el difícil trance, deberían entrenarse físicamente para ser
más fuertes, flexibles y resistentes. Es un reto mayor, desde el
punto de vista físico es en realidad una prueba atlética mayor,
requiere condición física y mental superlativa para llevarla cabo
exitosamente. Y así es aunque el parto se realice mediante operación
cesárea aunque no lo pareciera, o ustedes (particularmente los
hombres); ¿Preferirían un parto prolongado excruciantemente
doloroso? O… ¿una puñalada en el abdomen, con alto riesgo y
cicatrización prolongada?
Lo extraordinario es que casi
cualquier muchachita calenturienta, incitada por un todavía más
calenturiento e irresponsable muchachito, tengan críos sanos, ¡como
si se los merecieran!
¿Y qué es lo que realmente sucede?
Desde el punto de vista netamente biológico, la fertilidad de hombre
o mujer depende de su madurez física y del delicado balance hormonal
que resulta de la actividad cíclica del ovario femenino, que posee
dos tipos fundamentales de tejido en su estroma; médula (donde está
su aporte vascular y neural), y la corteza, donde están las células
germinales, o folículos de Graaf, esto últimos son los que producen
, estimulados por hormonas específicas producidas por la glándula
hipofisiaria (situada en la base del cerebro), la FSH o folículo
estimulante y la LH, hormona luteinizante. Los folículos, son por
así decirlo los “nidos” de los oocitos u óvulos, que se
desarrollan durante el ciclo menstrual, como pequeñas bolsitas
llenas de líquido, dentro del cual está el óvulo madurando y
creciendo, cuando éste madura, se divide en dos y desecha la mitad
de su núcleo y cromosomas) y es expulsado hacia la cavidad abdominal
(peritoneo), de donde es recogido por la trompa de Falopio uterina
correspondiente, (en cada ciclo madura un folículo de cada ovario
alternativamente; derecho o izquierdo sucesivamente). A través de la
trompa el óvulo puede llegar al interior del útero y es susceptible
de ser fecundado. Los folículos a su vez, cicatrizan formando el
cuerpo lúteo (o amarillo), que produce la segunda hormona; la
progesterona, esta substancia estimula el endometrio, lo hace crecer
y produce cambios favorables para la anidación del óvulo en el caso
de que sea fecundado y si así resulta, continúa su función
inhibiendo futuros ciclos ovulatorios y adecuando el útero y todo el
cuerpo femenino preparándolo para el embarazo y futuro parto, es la
hormona del embarazo, sin ella, ¡adiós chamaquito!. Por eso, se
utiliza para evitar el embarazo, es la base de las famosas píldoras
anticonceptivas naturales.
El momento de la concepción, es
habitualmente al 14º día después de la menstruación, que es
cuando el óvulo está terminando su pasaje en la trompa, los
espermatozoides pueden llegar hasta este sitio en 5 o 6 minutos, pero
pueden permanecer activos y fecundantes aproximadamente 5 días, en
el cervix (cuello) uterino, en espera del ansiado óvulo. Cuando lo
encuentran uno o a lo más dos (raramente más), penetran la membrana
del óvulo, el cual de inmediato engruesa su pared para evitar el
acceso de otro espermatozoide, (embarazos múltiples o gemelares).
Una vez fecundado el óvulo recibe al núcleo del espermatocito
seleccionado, completa su carga cromosómica,(recordemos que para
madurar desechó la mitad de sus cromosomas) y entonces se inicia la
mitosis o división celular binaria (2,4,8,16,etc), formando un
grupito de células denominado mórula, en pocas horas después de la
concepción, todas estas células primitivas constituyen las
Células Madre o del Tallo Embrionario (Stem-Cells) y poseen toda la
capacidad e información necesaria para el ulterior desarrollo del
feto. En unos cuantos días, estas células forman un pequeño saco
denominado blastocele, que se llena de plasma, en aproximadamente 10
o 12 días sus células se diferencían en tres capas; ectodermo
(externa), mesodermo (intermedia), endodermo (interna). De la
primera se desarrollará el tejido neural, que darán origen al
Sistema Nervioso Central (cerebro, médula, etc), las primitivas
células nerviosas inician su diferenciación alrededor del 17º o
18º día. Esto es importante porque se afirma que el embrión es un
ser humano completo desde el primer instante de la concepción (¿?).
Y surge la pregunta clave: ¿Cuándo el óvulo fecundado se convierte
en “un Ser Humano”?, en la primera división, en la mórula, en
la blástula, en las tres capas germinativas?, en el inicio del tubo
neural primitivo? ¿El Ser Humano es una, dos o más células?
¿Porque todas las células son humanas, no? ¿En dónde reside el
“Alma Inmortal”, ¿en qué momento, Dios todopoderoso, envía tal
portento? Y nos convierte en “Ser Humano”???
No seré yo el que dé respuesta a
estos sumamente importantes cuestionamientos, pero ciertamente, el
conocimiento científico actual no nos permite dilucidar cuando, en
qué momento ese grupo de células maravillosas es un auténtico Ser
Humano dotado de Alma Espiritual. Porque veamos; Si cada célula de
nuestro organismo, está ciertamente viva, y es capaz de reproducir
totalmente a través de la clonación, otro ser humano idéntico,
¿Ésa célula es asimismo un ser humano también? Es como si
dijéramos que una semilla (que tiene la potencialidad de convertirse
en árbol), ¡Es asimismo un árbol!
Además; una sola célula, o un grupo
o tejido completo, digamos una pierna o un hígado, ¿es un ser
humano?, porque está indudablemente viva, ¿no es así?. ¿En dónde
reside pues la”humanidad” de los tejidos humanos?, ¿En cualquier
célula, en el cerebro desarrollado?, ¿O en vías de desarrollo???
¡Ya nos metimos en honduras! Y no me
refiero a la República hermana. Pido encarecidas disculpas a todos
aquellos que pueden considerar desagradable o aún ofensivo para sus
creencias religiosas, tales elucubraciones, sin embargo considero a
todos mis amables lectores, personas adultas de convicciones firmes y
no creo causar mayor perjuicio con mis opiniones.
¿Ya maduramos?
Sexualmente y “otherwise”? (de otra manera).
Bueno, de acuerdo, creo que nunca terminamos realmente de hacerlo, y
no hay nada de malo en ello, siempre podemos ampliar nuestro nivel
de información y aprender hasta de los errores propios
y ajenos, ¿no
es así?
Ahora ya “casados”, como dijera la
antiquísima cancioncita (cuyo autor ustedes me harán favor de
recordar); “Las Bodas de Don Refugio”; “Ahora ya casados,
pasemos a otra cosa”, (se escucha en “off”), “¡Mamá, mamá!,
¿éste es nuestro papá?”… “Si hijitos míos y lo tienen que
querer, porque de hoy en adelante… ¡El los va a mantener!”.(la
“Novia”).
Por supuesto, esto no va a terminar
así como así, (suspiros de desilusión). Me perdonarán los más
jóvenes, pero no podemos cerrar el espinoso tema de la maduración
sexual, sin tocar el maravilloso (¡exagerado!) tema de la Menopausia
o Climaterio (así con mayúsculas), y el sumamente interesante tema
de la “Sexualidad en la Senectud” (¡Ah verdad!). Les diré lo
que una iluminada y apreciadísima dama me dijo recientemente
respecto a ese tema; “No por favor Dr., ¡no me hable de
“menopausia”, es como hablarle a una universitaria de los
problemas del Kinder!”. Puede ser, pero yo creo que la “Meno”
como cariñosamente la llaman éllas, no es simplemente “bochornos”
y ausencia de líbido, sea lo que sea tal artimaña o subterlugio
(whatever that means), es un proceso y un mandato biológico que
acompaña a hombres y mujeres (y les hace la vida imposible, al final
de la jornada).
“Todo por servir
se acaba”, dice sabiamente un antiguo dicho, y yo agregaría, “El
que bailó, bailó y el que nó...
Sentado
se quedó”. ¿Lo disfrutaron?, bien, es hora de pagar la cuenta y
emprender el viaje a casa, (con
·”el rabo entre las piernas”).
“¡Ahh! ¿te
acordás ché?”, dijo el envejecido gauchito, del cuentecillo.
(nota del editor; las personas no prurientes, de delicados y nobles
pensamientos, favor de no leer este nefando chascarrillo, so pena de
ofender a los mismos y saltarse hasta donde dice nuevamente
“Menopausia”):
-¿Te
acordás,Ché
de aquella morochita?, (le decía a aquella cansada y agotada
partecita muy estimada por nosotros los hombres), ¿De aquella
rubita?, ¿de aquella morochita?,
y que tal ¿aquella chinita?, (la “partecita” como que no se
acordaba de mayor cosa), cuando en aquellos afanes, su propio “polo
sur”, soltó un sonoro y prolongado retumbo (¡Uff!), dice el
atorrante; “¡Calláte ché, que vos también tenés tu historia!
-.
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