SI LES PARECE (YA QUE ESTAMOS EN ÉSO), CONTINUAREMOS NUESTRO
ROLLO ACERCA DE LA MADURACIÓN SEXUAL.
(QUE SÓLO ACABA HASTA QUE SE ACABA):
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LA
MADURACION SEXUAL (3)
La Menopausia.-
Alrededor de los 50 años en las
mujeres y un poco más tarde y más gradualmente en los varones, los
ovarios femeninos (por supuesto), se quedan sin “cartuchos”; Ya
no hay folículos de Graaf! Porque de un total máximo de 7 a 20
millones de oocitos fetales iniciales, al nacimiento hay
aproximadamente 2 millones y en la menarquia (pubertad)
200,000-400,000, de los cuales sólo 8000 experimentan algún
desarrollo en la vida reproductiva, y que de un total de 300 o 400
ciclos menstruales ovulatorios, en ese tiempo, solamente 2 o 3
maduran en cada ciclo y se expulsan solamente uno o dos en cada
ovulación. ¡Qué desperdicio!, ¿No?. ¿Solo un pin… óvulo por
mes! . (Gracias a Dios!!). Nosotros los hombres somos todavía más
espléndidos, generosos (o desperdiciados) y de un volumen de 2 o 3
ml de semen por eyaculación, que contiene entre 10 y 20 millones de
espermatocitos por mm cúbico! (de acuerdo no todos fértiles,
bonitos o aún completos, pero por eso precisamente somos
sobraditos!).
Bueno, la Menopausia. Esta se debe en
las mujeres a que al disminuir o desaparecer los folículos de Graaf
y sus maravillosos óvulos, la cantidad de hormonas femeninas,
particularmente los estrógenos, y en menor medida la progesterona,
disminuyen drásticamente. Las menstruaciones disminuyen, en cantidad
y se hacen irregulares, para luego desaparecer por completo Los
niveles de hormonas estimulantes de la ovulación; la FSH y LH que
dependen del eje hipotálamo-hipofisiario, se incrementan
desmesuradamente, los andrógenos; androstenodionas se reducen a la
mitad, pero la testosterona, apenas cambia. Este desequilibrio,
aunado al desgaste físico, que se ha sucedido al transcurrir los
años, y con los sucesivos embarazos y partos, produce el famoso
Síndrome Menopáusico que preocupa y ocupa a todas las mujercitas y
a que a veces las trastorna desmesuradamente, (y nos hace la vida
imposible a nosotros inocentes criaturas), porque se trata en
realidad de un proceso totalmente normal y fisiológico en su vida
sexual y no tendría porqué producir patología mayor. Como quiera
que sea, el trastorno no es menor en la gran mayoría de los casos,
aunque a algunas extraordinarias féminas, el maldito síndrome pasa
casi totalmente desapercibido, (para coraje y envidia de sus
congéneres menos afortunadas).
Para qué hablar
de los bochornos u “oleadas de calor”, de origen vasomotor,
asociadas a sudoración severa, cefaleas (dolor de cabeza),
cansancio muscular, trastornos digestivos; vómitos, diarrea,
síntomas cardiovasculares; palpitaciones, presión arterial elevada,
fatiga, edema (hinchazón de manos o tobillos). La depresión a veces
es severa y multitud de síntomas relacionados con angustia
existencial, temores de envejecimiento y caducidad, que son realmente
los más severos y que requieren considerable apoyo sentimental de
sus parejas y a veces soporte psicológico extenso. La líbido o
deseo sexual, disminuye gradualmente, hasta casi desaparecer. Los
ovarios y el útero reducen importantemente de tamaño, la vagina
disminuye su tamaño, elasticidad y lubricación, las glándulas
mucosas denominadas de Bartollini disminuyen casi completamente su
actividad y a veces aparece la “Dispareunia”, o dolor al coito
El trastorno emocional, tiene raíces muy complejas y variables en
cada caso de acuerdo a la particular vivencia y relación con su
pareja, que a veces no comprende, ignora o pretende ignorar
irresponsablemente los hechos. Se requiere apoyo, comprensión y una
dosis extra de amor y soporte emocional.
El trastorno hormonal, que es la base
de todo esto, tiene consecuencias importantes para la salud de la
mujer. Los niveles bajos de estrógenos, que ejercen una función
protectora en el aparato cardiovascular, disminuyendo el desarrollo
de la temible Aterosclerosis, hacen que la propensión a
padecimientos como enfermedad coronaria o cerebral obstructiva,
(infartos cardiacos o cerebrales), aumente peligrosamente, así como
la tendencia a la elevación de la presión sanguínea arterial, con
su cauda de severas complicaciones, como hemorragias cerebrales,
enfermedad vascular retiniana (que puede producir ceguera),
trastornos renales, y muchos otros de origen vascular, hacen que a
veces sea recomendable dar tratamiento preventivo administrando
estrógenos naturales o sintéticos a las pacientes. Una nota de
precaución para esta terapia, sería la posibilidad de desarrollo de
cáncer mamario sensitivo a estrógenos o progesterona.
La reducción en la cantidad de
estrógenos y progesterona circulantes, así como la presencia de
testosterona no inhibida por aquellos, produce cambios físicos en la
apariencia feminizante del cuerpo femenino, el tamaño de las mamas
disminuye, la grasa corporal se redistribuye, la masa muscular
aumenta un poco (efecto virilizante). Y como si fuera poco la temible
Osteoporosis inicia su destructiva labor.
Esto mismo sucede en el varón, aunque
como dijimos, en forma más gradual y lenta. La fertilidad; el
número, actividad, motilidad, tamaño y salud de sus espermatocitos
disminuye grandemente, con el riesgo de producir progenie con
trastornos congénitos o cromosomales, (como Trisomías o Síndrome
de Down). El tamaño, actividad y salud de los órganos sexuales
masculinos; testículos, pene, vesículas seminales y próstata,
también sufren cambios en su anatomía y función. Debidos a la
gradual, pero importante disminución de la actividad de las células
de Leydig de los testículos, que son las que producen la mayor parte
de la testosterona masculina. Los cambios corporales son también
severos en el varón; la masa muscular y esquelética disminuye
drásticamente, el metabolismo disminuye gradualmente casi 5% por año
después de los 50.
Sin embargo, todos estos cambios, son
el varón más paulatinos que en nuestras hermosas contrapartes, sin
que sepamos a que se debe tal portento, puede ser que nosotros
hallamos hecho algo muy bueno (sin darnos cuenta), en nuestra
oprimida vida.
Cuentan que una vez un lunes por la
mañana a las puertas del Cielo, San Pedro despertó y asomándose a
la ventana, alcanzó a ver a un pequeño hombrecito, que tocaba
discretamente en una pequeña puertecita que tenía el letrero que
decía: “Puerta Exclusiva Para Los Hombres Que Nunca Fueron
Dominados por sus Mujeres en la Tierra”. Bajó Pedro presuroso a
felicitar calurosamente a aquel héroe y a preguntarle como había
conseguido tal hazaña. A lo que el varón, contestó: “¿Qué? ¡A
mí me dijo mi vieja que me formara aquí!”.
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