REFLEXIONES XIV
INTUICIÓN,
INSPIRACIÓN, ALMA Y ESPÍRITU
El Sistema nervioso humano evolucionó de
lo simple a lo complejo. Se trata de células especializadas en el fenómeno de
estímulo-reacción. Aun en los seres unicelulares, mediante sus membranas
responden a los cambios del medio ambiente, Las amibas y los leucocitos de la
sangre, en los mamíferos, se alimentan o defienden mediante la encapsulación,
alimentación o lisis destructiva (fagocitosis) de los seres o substancias que
consideran alimento o enemigo. En el Hombre, el encéfalo y la médula espinal,
establecen y gobiernan dicha reacción.
La evolución de las especies, está regida
por sus conductas adaptativas a un ambiente hostil, en la batalla para
sobrevivir. Los procesos vitales en los animales superiores, también intentan
dominar las fuerzas naturales, en su
lucha por sobrevivir. Y así muchas aves, insectos y reptiles (prehistóricos) y
modernamente el Hombre, evaden la fuerza de gravedad y vuelan. El hombre y los
animales poiquilotérmicos (que mantienen constante la temperatura corporal),
buscan refugio de los cambios climáticos dañinos. El descubrimiento del fuego y
la búsqueda de refugio y vestimenta protectora, fueron proezas que le
permitieron una vida más confortable y segura. La conservación de sus alimentos
mediante calor, desecación o salación, o refrigeración también. Porque cualquier
substancia está sujeta al desgaste, degradación o putrefacción y descomposición
hasta su retorno a elementos más
simples, por su continua exposición al medio ambiente. Las células vivas
crecen, se reproducen y mueren y se rehúsan a morir, en la interminable lucha
para sobrevivir. Y la Vida sigue su curso.
La Naturaleza y la Razón de Existir, permanecen largamente desconocidas, pero la
ciencia y muchos soberbios científicos han intentado explicarlas como puramente
reacciones bioquímicas moleculares, que se produjeron mediante hechos fortuitos
o casuales (es decir mediante “Esterendipia”), mediante sucesos que nada
tuvieron que ver, o mediante la intervención de una Inteligencia Superior, es
decir: Una Divinidad supremamente inteligente, bondadosa y todopoderosa.
El Hombre desde sus orígenes más remotos,
ha intentado explicarse el Cosmos y la Naturaleza, como producto de diversas
divinidades, deidades, demonios, espíritus y dioses y así han proliferado
sacerdotes, magos, chamanes, dotados de poderes sobrenaturales o mágicos. Esto
ha dado origen a diversos movimientos religiosos, que alimentan la ingenuidad de
sus adeptos. Y esto les proporciona una vida económicamente estable, llena de
placeres y comodidades.
En éste sentido podemos pensar en lo “Cósmico”
o extraterrestre y explicar el mundo natural, pero además tendríamos que
explicar lo “Sobrenatural” o “Espiritual”. Y esa es la cuestión más
trascendente y apasionante de nuestra existencia.
Veámoslo de este modo; La extraordinaria
diferencia entre la materia viva y la ”inerte”, nos hace pensar que más allá
del mundo material, existen fuerzas que desconocemos, pero que son extraordinariamente
poderosas y determinantes. La evolución de las especies, la existencia de
materia viva, requiere una explicación que desconocemos. La transformación de
los primitivos sistemas nerviosos, diseñados para detectar señales, enviar mensajes y adaptarse al medio
ambiente, ha evolucionado, hacia complicados sistemas capaces de pensamientos
coherentes, imaginativos y creativos, de expresar emociones, crear belleza,
investigar el Cosmos, nuestro origen y nuestro probable destino. Esto resulta
imposible en términos objetivos o fortuitos.
A principios de Siglo XX y a finales del
XIX, el conflicto entre dos sistemas de pensamiento filosófico: El Determinismo
y el Finalismo, fueron evidentes. El primero niega la influencia personal, la
voluntad humana soberana sobre todo lo que hacemos, es decir; que todo está
determinado por un objetivo expreso: “El efecto, está en la causa”, (como
los reflejos condicionados de los perros de Pavlov). El segundo exige la
presencia de una causa superior, rectora de los fenómenos naturales y la
conducta humana. El sistema Determinista, exige una rigurosa relación entre
causa y efecto y es la base del pensamiento científico moderno, es objetivo y
materialista, pero llevado a extremos, niega la posibilidad de que exista el
libre albedrío en los seres vivos, así como la existencia de hechos fortuitos.
Los sistemas Finalistas, proponen la existencia de una idea superior rectora,
dirigida a un fin específico determinado, esto también tiene sus detractores, porque
induce a pensar en la existencia de un Poder Supremo, creador de todo lo que
existe. Esto también es observable en muchos animales, que realizan, a veces
conductas sumamente elaboradas para un fin específico; cortejo, acecho y
cacería de su presa, apareamiento o huida del peligro. En el Hombre un artista,
obrero, artesano, o cualquier persona que desea algo, se propone hacerlo y lo
realiza. Probablemente ambos sistemas de pensamiento, son válidas y eficaces,
para explicar el mundo natural y la conducta humana, pero no son suficientes
para explicarnos las funciones superiores de la mente humana, como son; Las emociones, el pensamiento
creativo, la inspiración, el amor, el odio, y la intuición.
¡Qué “Güeva”, con la Filosofía, no?
Pero no se desanimen, todavía hay más
“rollo”. No sé si quieran que siga el cuento.
Hasta la próxima, amigos.
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