REFLEXIONES VIII
Por supuesto que todas, o casi todas estas conductas
han sido propiciadas por los movimientos religiosos, que existen y hemos
padecido, no es que tenga algo en contra de las religiones de todos los tiempos
(y mismo me considero un católico-pecador e irredento). Resulta curioso como
las principales religiones monoteístas, han condenado o inclusive prohibido y
reprimido duramente las prácticas proféticas del futuro, sin embargo en sus
tesis (increíblemente), las practican y promueven intensamente.
Por ejemplo, la profesión de Mago, Hechicero,
Brujo(a), Espiritista, y todos aquellos (superdotados mortales), han sido
anatemizadas, y en ocasiones castigados con la hoguera) sin embargo, ¡la
doctrina eclesiástica se basa fundamentalmente en los sagrados textos que
enaltecen la Profecía y la Revelación de la palabra Divina! Inclusive las capacidades adivinatorias o
predictoras del futuro, hoy en día son altamente reverenciadas en movimientos
religiosos y seculares. La famosa Catedral Episcopal neoyorquina de St John The Divine, se refiere
expresamente a su capacidad de profetizar el futuro, y no a su calidad de
Evangelista, y no se diga de Nostradamus (Michel de Nostra-Dame, 1560), las
pastorcitas de Nuestra Señora de Fátima y otras muchas personalidades en varios
continentes, fueron (y continúan siendo), ampliamente reconocidas reverenciadas
por sus calidad como sanadoras y predictoras de desastres y calamidades, además estas actividades les
reditúan gran opulencia.
Desde el Siglo XIII, Sto Tomás de Aquino, el más
preclaro Filósofo y Doctor de la Iglesia Cristiana, escribiendo acerca del
futuro:
“Los sucesos futuros, pueden ser conocida
por sus causas, algunas causas siempre y necesariamente producen efectos y
estos pueden ser predichos con certeza, tal y como los astrónomos predicen los
eclipses y algunos movimientos astrales. Otras causas no siempre producen los
efectos esperados, o solamente d e manera ocasional y entonces pueden ser
interpretadas como conjeturas más probables, tal y como un médico diagnostica
el origen de algún padecimiento, e inclusive se atreve a pronosticar su
desenlace, o como un agricultor o
climatólogo, predice que va a llover o viene una tormenta.
“El tercer tipo de causas (continua el de
Aquino), cuyos efectos dependen de lo que denominamos suerte, o del libre
albedrío del hombre, no pueden ser predichas por sus causas, y las presenciamos
solamente cuando se presentan ante
nuestros ojos. Únicamente Dios y solamente EL, para quien todas las cosas están
presentes en la Eternidad, puede apreciarlas antes de que ocurran, y así leemos:
“Muéstrame las cosas que van a suceder y sabremos verdaderos profetas, o
dioses” (Isaias, 41:23). También los espíritus pueden mejor que los hombres,
los efectos que resultan de la segunda clase de causas, porque están desligados
del tiempo y el espacio y tienen poderes acerca de la naturaleza desconocidos
por el hombre común, también algunos eminentes médicos y facultativos,
conocedores de la naturaleza de las enfermedades, pueden conocer su probable
desenlace.
El instinto humano demanda un más profundo
conocimiento y lo encuentra en la creencia de la intervención de agentes sobrenaturales,
la razón demanda lo mismo, un signo físico, es asimismo un efecto de la misma
causa, como un barómetro puede indicar la probabilidad de lluvia, o el humo
indica la presencia de fuego. Las acciones futuras del hombre y los signos de
la Naturaleza no tienen la misma relación, el signo no es el efecto. Aquellos
que creen en el Fatalismo o en el Panteísmo, o que dioses, hombres, o animales
y plantas son divinidades, o en el animismo, creen en omens o augurios de todo
tipo. En todas partes, de hecho la divinación y los sacrificios están
conectados, esta divinación expresa invocación de dioses, demonios y espíritus
malignos, el creyente ofrece sacrificios y sangre o dolor y el sacerdote o
hechicero contesta sus preguntas”.
Hasta aquí la larguísima (e inteligente) cita del Santo de Aquino
(sintetizada), aunque no estoy seguro de que el Santo tenía nociones acerca del
barómetro (inventado por Torricelli en1640). ¿Qué les parece amigos, los santos
doctores de la Iglesia, también profetizaban, es este caso la invención del
barómetro 400 años después!
Generalmente se reconocen 4 categorías de divinaciones
(omens); Registro de eventos importantes, nacimientos, sucesos raros o
extraordinarios (eclipses, cometas, inundaciones o catástrofes. Sortilegios:
arrojar dados, huesecillos, varillas de bambú, arrojadas al azar y así deducir
consecuencias futuras, Augurios, forma de animales o cosas y su relación con el
tiempo. Se denominaba; Rahbdomancia, ramas en forma de Yé para detectar agua
subterránea. Y la llamada espontánea, que consiste en buscar un párrafo al
azahar de un texto sagrado: Biblia, Corán, para predecir sucesos futuros.
Existen además, multitud de técnicas dedicadas a estos
menesteres: Astrología, Cartomancia, Cheiromancia (leer la palma de las manos),
Chronomancia, (fechas), Geomancia (terremotos, forma de montañas y ríos),
Cybernancia (computadoras), Hidromancia, Exispicia (entrañas de animales),
Feng-Shu (China: armonía de la tierra), o
leer textos sagrados , Oniromancia (interpretación de sueños), Quijas
(tablillas espiritistas), Runecasting (símbolos nórdicos), Scrying (espejos), Tarotmancia, Necromancia (invocando espíritus
de los muertos), Piromancia (observando fuego o humo).
Desde el punto de vista científico, sabemos que un
suceso, es algo que ocurre en un punto particular del espacio en un momento
específico de tiempo. Y que la posición absoluta de un objeto o materia, está
determinada, por el Espacio-Tiempo cuatridimensional, que es curvo, esférico, o
elíptico. De ese modo, los sucesos, pasados corresponden a posiciones relativas
de la materia con respecto a otra partícula, en el espacio, por lo tanto los
sucesos futuros de igual manera, son determinados por las posiciones absolutas
de dichas partículas, viajando en el Espacio-Tiempo. De esa manera podemos
concebir dos conos de posición de dichas partículas, relativas a la velocidad
de la luz. El Tiempo Pasado y el Tiempo Futuro. La capacidad de predecir las
posiciones futuras de eventos de la
materia, están limitadas por el “Principio de Incertidumbre”, descrito inicialmente
por el científico alemán Werner Heissenberg en 1926, el cual demuestra que para
predecir la posición y velocidad de una partícula, hay que ser capaz de medir con
precisión la posición y velocidad actuales, sin embargo, para poder hacerlo
habría que iluminarla con un haz luminoso, con longitud de onda muy pequeña y
esto requeriría una gran cantidad de energía en un pequeño Quantum, lo cual necesariamente
alteraría, la posición y velocidad de la particula que se intenta medir, así
cuando con mayor precisión se trate de medir la posición y velocidad de dicha
partícula, con menor exactitud se podrá medirla. Por ejemplo, cuando se intenta
medir la presión de un neumático, es necesario dejar salir un poco de aire, por
lo tanto, la presión del aire ya cambió. Lo mismo pasaría con un termómetro, o
un amperimetro para medir la temperatura o energía eléctrica, por lo tanto no
podemos predecir con exactitud los acontecimientos futuros con algún grado de
precisión, cuando no podemos medir el
estado presente del Universo.
En razón de lo extenso del tema, continuaré estas divertidas
(¿aburridas?), disertaciones en Reflexiones subsecuentes.
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