Nunca
faltan los tipos como yo desconfiados y alarmistas, que ven siempre
el lado perverso de las cosas y siempre imaginan que nos va a suceder
algo malo, sin embargo recordemos el viejo adagio de Nicollo
Machiavelli;“Piensa
mal y acertarás”.
No,
la historia nó se repite, siempre es nueva el agua en el río, pero
la historia, la memoria de la humanidad, cómo nos enseña. El país
que olvida su pasado..., está condenado a repetirlo.
Los signos están ahí,
para el que quiera verlos: Un tipo noble, lleno de buenas
intenciones, “Por el bien de todos primero los pobres”, “La
austeridad republicana”, “La corrupción es de los de arriba”,
“El Pueblo trabajador es bueno y sabio”, “La juventud, el campo
están abandonados”
“La
mejor política exterior es la política interior”, “Yo soy de
los de abajo”,
“la
culpa es de los conservadores neoliberales”, “los gobernantes
anteriores despojaron al país”, “yá dejen de robar!”, “tengo
prisa, yo soy un radical!”
¡LA CUARTA
TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO!
En
realidad se trata de éso..., una auténtica REVOLUCIÓN. ¿Estoy
exagerando? Una “Revolufia”?? Es decir; destruir todo lo
establecido y ganado en 18 años de Democracia y darle vuelta a la
tortilla, ¿vuelta?, más bien se trata de otra tortilla, muy
diferente (una tortilla de nopal). Veamos si no, “Todo lo que
hicieron los gobernantes anteriores, con la excepción de Lázaro
Cárdenas, fue despojar al país y empobrecer al campo, derrochar
las riquezas de un país”, vamos a cambiar todo. ¿Les suena...?
Tanto
en el pasado, nuestra historia como el de otras naciones, en el
nacimiento de una dictadura, atestiguamos los siguiente: Un líder
carismático, que arrastra multitudes con su palabra, señala con
índice de fuego a los enemigos de la Patria, defender la Soberanía,
les promete “honestidad valiente”, repartir la riqueza de los de
arriba, erradicar la Corrupción, dar progreso, salud, educación,
bienestar, Justicia “Social”.
El Lider arrastra,
enardece, simpatía y encanto le sobran. Su popularidad está por los
cielos, arrasó en las elecciones, que fueron indudablemente
legales, su indice de popularidad arriba de 80%. Apenas fue investido como Presidente exclamó: “Ahora ya tengo las riendas del
poder”.
Amigos el Poder es
adictivo, es una droga neuroestimulante, es enervante, vigorizante,
exhilarante, lúdico (como la cocaína). Cualquiera que lo haya tenido
(“el Poder”) lo habrá comprobado.
Ahora; los hechos;
Lenguaje de Imagen: Apariencia sencilla, benévola, condescendiente,
amable, sonrisa dulce, escucha a todos, aprieta todas las manos, besa
todas las mujeres y niños, se pone todos los sombreros, no grita
estentóreamente, habla con voz chillona y con exageradas pausas
dramáticas, insulta graciosamente “con todo respeto”, miente o
exagera a su favor. Dice que sí a todo, pero hace únicamente lo
que le da la gana.
Jamás
escucha consejo, si lo critican o muestran datos que muestran su
error dice;”yo tengo otros datos”. Su estilo de gobernar se
asemeja curiosamente al de Trump, que utiliza constantemente sus
absurdos twuits, insulta y miente descaradamente, AMLO no es
“ciber”, no usa dispositivos adora sus “mañaneras” y hace
política. Está de pie constantemente, trabaja incansablemente
parece inagotable “dopado?” (el poder es adictivo),
se levanta antes que el lechero y constantemente está de gira
politica como si estuviera en campaña. ¿Tiene asesores?, pues si
los tiene no les hace caso. Va para adelante como un robot (“ni un
paso atrás”). Indudablemente se trata de un
megalomaníaco-mesiánico que tiene una sola misión en su
existencia; convertir a México en una República Socialista, el dice
que en una “República del Bienestar”, una Nación donde reine el
Amor, la Tolerancia y el Progreso, que sea autosuficiente en todo.
Vean
si no, sus colaboradores y ministros todos casi sin excepción,
políticos de la extrema izquierda o antiguos miembros del Partido
Comunista Mexicano, o sus variedades neosocialistas. Él “ya saben
quien” dice que no pretende reelegirse, y puede que así sea, pero
podría cambiar en unos meses o años, (el poder es adicción) ¿quién
nos lo garantiza? Y aún si él muere o se incapacita, podría
“heredar”, su puesto a alguien igual o peor. Ustedes creen que si
en una mañanera le pregunta al pueblo bueno y sabio, que si quieren
que permanezca en el poder, ¿qué impediría que lo re-eligan por
aclamación???
E
problema es que ésas ideas por nobles que parezcan, han resultado en
rotundos fracasos para hacer progresar a las naciones que han tenido
la mala fortuna de adoptarlas.
Probablemente
todavía estamos a tiempo de hacer algo para prevenir algo peor que
la ruina del País.
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