domingo, 7 de julio de 2019

LA INCUBACIÓN DE UNA DICTADURA


Nunca faltan los tipos como yo desconfiados y alarmistas, que ven siempre el lado perverso de las cosas y siempre imaginan que nos va a suceder algo malo, sin embargo recordemos el viejo adagio de Nicollo Machiavelli;“Piensa mal y acertarás”.
No, la historia nó se repite, siempre es nueva el agua en el río, pero la historia, la memoria de la humanidad, cómo nos enseña. El país que olvida su pasado..., está condenado a repetirlo.
Los signos están ahí, para el que quiera verlos: Un tipo noble, lleno de buenas intenciones, “Por el bien de todos primero los pobres”, “La austeridad republicana”, “La corrupción es de los de arriba”, “El Pueblo trabajador es bueno y sabio”, “La juventud, el campo están abandonados”
La mejor política exterior es la política interior”, “Yo soy de los de abajo”,
la culpa es de los conservadores neoliberales”, “los gobernantes anteriores despojaron al país”, “yá dejen de robar!”, “tengo prisa, yo soy un radical!”
¡LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO!
En realidad se trata de éso..., una auténtica REVOLUCIÓN. ¿Estoy exagerando? Una “Revolufia”?? Es decir; destruir todo lo establecido y ganado en 18 años de Democracia y darle vuelta a la tortilla, ¿vuelta?, más bien se trata de otra tortilla, muy diferente (una tortilla de nopal). Veamos si no, “Todo lo que hicieron los gobernantes anteriores, con la excepción de Lázaro Cárdenas, fue despojar al país y empobrecer al campo, derrochar las riquezas de un país”, vamos a cambiar todo. ¿Les suena...?
Tanto en el pasado, nuestra historia como el de otras naciones, en el nacimiento de una dictadura, atestiguamos los siguiente: Un líder carismático, que arrastra multitudes con su palabra, señala con índice de fuego a los enemigos de la Patria, defender la Soberanía, les promete “honestidad valiente”, repartir la riqueza de los de arriba, erradicar la Corrupción, dar progreso, salud, educación, bienestar, Justicia “Social”.
El Lider arrastra, enardece, simpatía y encanto le sobran. Su popularidad está por los cielos, arrasó en las elecciones, que fueron indudablemente legales, su indice de popularidad arriba de 80%. Apenas fue investido como Presidente exclamó: “Ahora ya tengo las riendas del poder”.
Amigos el Poder es adictivo, es una droga neuroestimulante, es enervante, vigorizante, exhilarante, lúdico (como la cocaína). Cualquiera que lo haya tenido (“el Poder”) lo habrá comprobado.
Ahora; los hechos; Lenguaje de Imagen: Apariencia sencilla, benévola, condescendiente, amable, sonrisa dulce, escucha a todos, aprieta todas las manos, besa todas las mujeres y niños, se pone todos los sombreros, no grita estentóreamente, habla con voz chillona y con exageradas pausas dramáticas, insulta graciosamente “con todo respeto”, miente o exagera a su favor. Dice que sí a todo, pero hace únicamente lo que le da la gana.
Jamás escucha consejo, si lo critican o muestran datos que muestran su error dice;”yo tengo otros datos”. Su estilo de gobernar se asemeja curiosamente al de Trump, que utiliza constantemente sus absurdos twuits, insulta y miente descaradamente, AMLO no es “ciber”, no usa dispositivos adora sus “mañaneras” y hace política. Está de pie constantemente, trabaja incansablemente parece inagotable “dopado?” (el poder es adictivo), se levanta antes que el lechero y constantemente está de gira politica como si estuviera en campaña. ¿Tiene asesores?, pues si los tiene no les hace caso. Va para adelante como un robot (“ni un paso atrás”). Indudablemente se trata de un megalomaníaco-mesiánico que tiene una sola misión en su existencia; convertir a México en una República Socialista, el dice que en una “República del Bienestar”, una Nación donde reine el Amor, la Tolerancia y el Progreso, que sea autosuficiente en todo.
Vean si no, sus colaboradores y ministros todos casi sin excepción, políticos de la extrema izquierda o antiguos miembros del Partido Comunista Mexicano, o sus variedades neosocialistas. Él “ya saben quien” dice que no pretende reelegirse, y puede que así sea, pero podría cambiar en unos meses o años, (el poder es adicción) ¿quién nos lo garantiza? Y aún si él muere o se incapacita, podría “heredar”, su puesto a alguien igual o peor. Ustedes creen que si en una mañanera le pregunta al pueblo bueno y sabio, que si quieren que permanezca en el poder, ¿qué impediría que lo re-eligan por aclamación???
E problema es que ésas ideas por nobles que parezcan, han resultado en rotundos fracasos para hacer progresar a las naciones que han tenido la mala fortuna de adoptarlas.
Probablemente todavía estamos a tiempo de hacer algo para prevenir algo peor que la ruina del País.

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