viernes, 29 de diciembre de 2017

QUE PUEDO REGALARTE ESTA NAVIDAD? III

HOLA BETS & CHICKS:
Todavía en ánimo festivo? Qué aguante por Dios Santo!  Pues si están en ésas, aguanten el final capítulo de mi  cuentecillo navideño.  ¿Que les ha parecido hasta ahora: Cursi, emocionante, o demasiado "retro". (noten que no tiene villanos, ni sexo desenfrenado, ni violencia descarnada).
Es una simple historia de amor, que no tiene final (Así es el Amor).:

CAPITULO III

Todo parecía haber retornado a la normalidad. LuzMaría algo taciturna y pensativa, guardó en su memoria lo sucedido y tratando de hacer caso omiso de su notoriedad y fama, evitó entrevistas y declaraciones a los medios. Aceptó el pequeño homenaje que le prepararon las autoridades estatales y el Gobernador y el premio que le otorgaron, y se sumergió totalmente en su trabajo y su familia.
Llegó la Navidad, con su cauda de festejos, emociones y alegria, sentimientos agridulces de nostalgia, amor, júbilo y ternura , por el Recién Nacido “Hijo del Hombre”. En la comunidad y pequeña familia sinaloense había alegría y gratitud.
Luzma, guardó lo sucedido en su corazón, suspiró y poco después, volvió a ser la alegre y amistosa Lucerito de siempre.
Pocos meses después, Luzma inició una relación sentimental con uno de los doctores del hospital, que había enviudado dos años antes. Los dos eran personas muy parecidas, él era tranquilo, cariñoso y atento y estaba tratando de rehacer su vida, tenía dos hijitas de 5 y 7 años que rápidamente congeniaron con ella.

Larry Anderson MD se había recuperado casi totalmente de sus lesiones, tan sólo claudicaba ligeramente de la pierna derecha, La terrible experiencia en Mazatlán, no se apartaba de su mente y sufría algo de stres-postraumático. Claramente se había vuelto más cauto y reflexivo. La Navidad había llegado y se sintó más apegado a su familia.
Su relación con Leslie le producía satisfacción, sin embargo, su convivencia con ella empezó a enfriarse porque ella se había vuelto excesivamente celosa. Larry se entregó apasionadamente a su residencia en Cardiología y tomó la decisión (desaprobada por Leslie) de tomar un año más en el Fellowship que le ofrecía el hospital. Leslie pensaba que era hora de obtener los Boards de la Especialidad, independizarse y empezar una exitosa práctica privada, ella ya lo había hecho y obviamente deseaba casarse pronto con él.
Larry se había sumergido con más ímpetu en sus labores hospitalarias, su destreza en los procedimientos de intervención mediante cateterismo cardiaco habían mejorado mucho y era muy popular en las salas de la especialidad, se convirtió en el cateterizador más hábil del grupo y su mentor, el Profesor Dr John Fitzgerald, le tenía gran confianza y lo llamaba “Goldenhands-Lar”. Poco después, lo invitó a agregarse a su staff y grupo médico y a participar en varios estudios multicéntricos acerca de nuevas técnicas de abordaje en casos complicados. Su carrera como futuro especialista como Cardiólogo-Intervencionista, parecia asegurada.
Larry, mental y físicamente estaba en inmejorable condición, pero psicológicamente todavía sufría algo de shock-post-traumático y se había vuelto algo taciturno y desarrolló una leve fobia al mar. Desde aquella terrible noche, tenía frecuentes “flashes”de memoria con la cara de lo que llamaba “su Ángel Guardian”, la enfermera LuzMaría Alvarado con sus hermosos y brillantes ojos, volvía a ver su cara de angustia, el cabello mojado y arenoso, y le producían una extraña sensación de alarma, euforia y paz.
Larry experimentaba una rara sensación de inseguridad, el psicólogo del hospital lo atribuyó al SSPT (Síndrome-Stress-Post-Traumático) y le prescribió antidepresivos, que parecían surtir efecto. Sin embargo al cumplir un año del episodio traumático, experimentó un intenso deseo de hablar con Luzma, e intentó comunicarse con ella en varias ocasiones. Recordó que tenía el número del celular de Cristian, y le llamó para preguntarle como estaban. El chico fue cordial pero no entendía bien y no le dió mucha información acerca de su madre
Leslie resentía la lejanía y aparente frialdad de su novio, y fastidiada decidió hablarle seriamente acerca de su relación y lo citó para conversar:
Look dearest Larry, I feel that since the accident, you are very distant and cool. And I am sorry, I suspect that your relation with that girl, has something to do with your behavior, and the main reason for those changes. Please, tell me If I am wrong, and what is really happening?
Dear Leslie,... I really don´t feel there is a real problem. There is no need worrying”, please give me some more time to straighten my mind”.
I am sorry Lar, but, yes, there is a problem, and probably bigger than what you think, you and I should better think seriously about this and give it real consideration, not only time”.
Y diciendo eso, deslizó el anillo de compromiso de su mano izquierda y lo dejó en la mesa. Lo miró intensamente y al ver que Larry nada decía, fue a la puerta y abandonó el lugar.
Él quedó un poco aturdido y sumido en sus pensamientos por un buen rato y luego, se retiró también. El reluciente anillo con un brillante de 3/4 carat, quedó enmedio de la mesa. Más tarde el mesero al limpiar la mesa, se sorprendió y llevó el anillo a su supervisor, quien examinó; tenía grabado un nombre; “Larry”, y una fecha; 12-24-2012. entonces dijo, “ya sé de quién es, se lo regresaré en cuanto la vea”. Y lo guardó en un lugar seguro. (El conocía a los jóvenes médicos, que eran habituales).

Habían transcurrido 14 meses desde el accidente y una tarde, poco antes de finalizar su turno, la enfermera LuzMaría inesperadamente sufrió un desmayo y convulsionó levemente. Fue atendida solícitamente por sus compañeras y uno de los médicos de guardia. Luzma volvió en sí pocos minutos después. Los análisis y estudios incluyendo electrocardiograma se estimaron normales, ella valerosamente se sentia apenada por la interrupción y reaunudó sus labores como si nada hubiera pasado. Ella decía sentirse bien, tan solo una leve opresión en el pecho, pero ya había sentido eso antes y se sentía un poco fatigada, atribuyó el episodio a fatiga o stress acumulado y no le dio importancia al asunto.
Unos días después empezó a experimentar episodios de palpitación cardiaca y opresión precordial que duraban unos cuantos segundos, mareo y cansancio extremo, con las labores más comunes. Alarmada la Jefa de Enfermeras, solicitó un nuevo chequeo cardiovascular a los especialistas del grupo.
Un Ecocardiograma tridimensional a color, reveló crecimiento excesivo del corazón (cardiomegalia), principalmente a expensas de las cavidades izquierdas; Aurícula y Ventrículo Izquierdo el cual disfuncionaba extensivamente y dilatación de la aorta (la gran arteria que nace del corazón. Los electrocardiogramas revelaban inestabilidad elécrica y extrasístoles (latidos ventriculares prematuros) frecuentes, revelaban además, déficit circulatorio en el ventrículo izquierdo (isquemia). El diagnóstico fue aplastante, la enfermera LuzMaría Alvarado de 32 años había sufrido un Infarto Miocárdico, extenso!
El diagnóstico cayó como una bomba en la pequeña familia de Luzma, ella había sido siempre sana y previos exámenes médicos no habían detectado anormalidades. LuzMaría y su familia estaban preocupadas, sus compañeras y las autoridades del hospital no podían creerlo.
LuzMaría fue admitida en la Unidad Coronaria, y aunque ella no sufría dolor, tan solo una leve fatiga y falta de aire(disnea), presentaba datos de arritmia extrasistólica (latidos anormales ocasionales), que no le molestaban mayormente.
Mejoró ostensiblemente bajo tratamiento y se le propuso realizar Cateterismo Cardiaco y Angiografía coronaria, para intentar revascularizar arterias coronarias probablemente obstruídas. Sin embargo, los datos ecocardiográficos no mostraban disminución focalizada en ninguna región del corazón y eso era muy inusual.
Su cardiólogo el eminente Dr. José Pérez-Chávez, estaba perplejo, sólo podia pensar que estaba en presencia de una grave Cardiomiopatía Dilatada en una persona joven previa y aparentemente sana.
El Cateterismo y Angiograma fue realizado en el segundo día del internamiento. No hubo complicaciones, pero se reveló una inusual anormalidad; La Arteria Coronaria Izquierda, la arteria principal que irriga al corazón, nacía anormalmente de la Arteria Pulmonar Izquierda! Esta anomalía, de origen congénito, es sumamente inusual, se presenta en aproximadamente uno de cada 300,000 bebés nacidos vivos! Casi siempre se detecta en los primeros meses o años de la vida, e impide el sano desarrollo. Se trataba de una afección cardiaca muy grave, porque la región más importante del corazón, la izquierda, recibía sangre pobremente oxigenada.
Además, lo inusual del caso era que LuzMaría, no había experimentado síntoma alguno, su desarrollo había sido normal y sus médicos, no habían detectado anormalidad cardiaca alguna, trazos electrocardiográficos y radiografías de tórax previas habían sido estimados como normales!
Como si fuera poco, Luzma había tenido a la edad de 18 años un parto totalmente normal y hacía dos años, después de cumplir 29, esta pequeña y valiente mujercita de 52 Kg de peso había realizado la heroica e increíble hazaña de rescatar a un hombre de casi noventa kilogramos, de las fauces de un tiburón y le había salvado la vida!
Sus médicos estaban sorprendidos de la resistencia física de LuzMaría, algunos de ellos opinaron que el esfuerzo sobrehumano que ella había realizado un año antes con su heroica acción, pudo haber desencadenado un infarto subendocárdico masivo y silencioso del ventrículo izquierdo.

Larry estaba decidido a comunicarse con Luzma y telefoneó directamente al hospital de Mazatlán. Pidió hablar con la enfermera LuzMaría Alvarado, pero le informaron que no se encontraba laborando porque estaba enferma. Llamó entonces al Departamento de Urgencias, donde laboraba Luzma y le dijeron que ella estaba internada en la Unidad Coronaria. Alarmado y asustado llamó a la Unidad, y preguntó por su estado clínico, la recepcionista le preguntó que si era de la familia o si era médico del Hospital? El tuvo que negarlo, entonces le dijeron que la información sobre los pacientes era reservada. Sin embargo una de las compañeras de Luzma, recordó su nombre y el episodio que le había dado notoriedad al hospital dos años antes, y tomó el teléfono!
Larry quedó aturdido, pasmado, casi no podía creer lo que oía, la enfermera le detalló lo que sabía y el prognóstico que opinaban sus doctores acerca de la gravedad de Luzma. Sintió un nudo en la garganta y no pudo hablar más.
Sintió una imperiosa necesidad de viajar a Mazatlán para verla y apoyar en todo lo que pudiera, a esa pequeña mujer que súbitamente se había convertido en la razón de su vida.

Larry llegó al bullicioso puerto y rápidamente rentó un auto. Se dirigió apresuradamente al Centro Médico que tan bien recordaba. Al llegar pidió hablar con el Director del Nosocomio. Y aunque tuvo que esperar ansiosamente, se presentó con él. Desde su ingreso al hospital, fue reconocido por el personal que recordaba el caso que le dio notoriedad dos años antes.
El Director también recordaba el caso y amablemente lo puso al tanto del estado de Luzma. Larry le dijo que estaba dispuesto a ayudar en todo lo que fuera necesario y le explicó que en el Arizona Heart Institute, donde él laboraba, tenían toda la alta tecnología que pudiera necesitarse. El Director orgullosamente le dijo que creía que no necesitaban nada, porque ellos también tenían todo lo que pudiera requerir la paciente, y que si algo les faltaba, el Instituto Mexicano del Seguro Social, también tenía todo lo que pudiera necesitar, en La Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
Larry se disculpó y le solicitó hablar con los médicos a cargo del caso. El permiso le fue concedido, el Director recordaba el evento y la notoriedad que le había dado el caso a su ciudad y hospital.

El Cardiólogo Dr. José Pérez-Chávez lo recibió cordialmente. Llamó al Cardiólogo Intervencionista que estaba directamente encargado del caso, el Dr. Luis Ángel Rodríguez quien le mostró los análisis y todos los estudios realizados hasta la fecha y discutió ampliamente el caso con él. En su opinión se trataba claramente de una inusual Cardiopatía Congénita, que inexplicablemente había pasado desapercibida por sus médicos y que también había cursado asintomática por muchos años.
Larry examinó todos los estudios realizados, particularmente los Cineangiogramas y estudios Ecocardiográficos y no pudo sino estar completamente de acuerdo con su colega mexicano.
Aunque se trataba de un padecimiento cardiaco muy poco común, Larry le informó que en su Hospital habían tenido alguna experiencia en el manejo de tales casos, y que él personalmene había participado en dos casos que se resolvieron exitosamente. Sin embargo, apuntó, nunca habían tenido un paciente fuera de la edad pediátrica. Discutieron con algunos detalles del manejo de la enfermedad, y finalmente Larry estuvo de acuerdo y solicitó ver y hablar con la paciente.

La noticia se había diseminado rápidamente y afuera del Hospital se había reunido una ruidosa muchedumbre, reporteros y cámaras de televisión estaban presentes. La noticia de la gravedad de la “Heroína de Mazatlán” y la presencia de la víctima rescatada, eran la gran noticia del momento.Todos solicitaban entrevistas y fotos.
Larry y el médico tratante, el Dr. Rodríguez se dirigieron a la sala de Cuidados Intensivos. Los familares afuera reconocieron a Larry, Cristian fue hacia él y llorando lo abrazó. Al ver a LuzMaría, pálida monitorizada, con oxígeno y venoclisis, se le humedecieron los ojos y se le oprimió el pecho. Se acercó y tomándole la mano, le dijo: “Hello! Luzzy; what is a nice gal like you doing in a joint like this? (Hola Lucy, ¿Qué es lo que una chica buena como tú, está haciendo en un antro como este?”). Luzma entendió la broma y eso distendió un poco la angustia que sentía, la emoción de verlo nuevamente le aceleró el corazón Se le aceleró el pulso y se miraron intensamente, no pudieron articular palabra y se les humedecieron los ojos. La madre de Luzma comprendió.
Larry finalmente dijo: “Vine a ver en qué puedo ayudar”. Ella asintió con la cabeza. Y le agradeció.

La paciente mejoraba lentamente y pudo ser transladada a la sección de hospitalización. Los medios habían sido sumamente insistentes y finalmente consiguieron una entrevista, Imágenes de la heroína, su hijo, perro y familia y también de Larry llevándole flores, se esparcieron en los medios. La noticia de la gravedad de su padecimiento consternó grandemente al público y la noticia se generalizó, llegando inclusive al prestigiado diario The Phoenix Sun.
Larry regresó a su ciudad con el corazón estrujado y reanudó sus labores, pero se veía taciturno y preocupado. Su madre Betty sufría con él pero comprendía su dilema. Leslie también se enteró, pero tuvo la delicadeza de no intervenir. El gerente del restaurant, le habia entregado el anillo pensando que lo había olvidado. Ella lo guardó cerca de su corazón.

La mejoría de Luzma no progresó como se esperaba y antes de ser dada de alta tuvo una recaida por brotes graves de arritmia ventricular. La terapia con medicamentos se incrementó, pero surgieron complicaciones, los medicamentos cardioestimulantes
incrementaban la presencia de arritmias, y se propuso implantar un Marcapaso cardiaco bicameral. Esto se realizó con éxito. Sin embargo el tejido cardiaco de Luzma estaba muy deteriorado.
Pasó un mes y la condición de LuzMaría no parecía mejorar. Sus médicos propusieron a la familia transladar a la paciente a la Ciudad de México para intentar una intervención quirúrgica correctiva, que conllevaba un enorme riesgo porque existía un deterioro severo de su corazón y su reserva cardiaca había prácticamente llegado a su limite, era una situación francamente desesperada.

Larry no había dejado de estar en contacto con la familia y con el médico tratante el Dr Luis Ángel Rodríguez, y le solicitó una nueva valoración que podría llevarse a cabo en el Arizona Heart Institute, por cuenta y responsabilidad de él mismo. El Dr. Rodríguez pensó que eso podría ayudar pero no podia tomar tal decisión y la notificó a las autoridades del hospital, el Director simpatizó con la idea y le dio trámite a las autoridades del Seguro Social. Las autoridades del mismo estuvieron de acuerdo siempre y cuando el manejo y tratamiento quirúgico, si lo hubiera, quedara a cargo del Instituto del Corazón de Arizona.
El Dr. Rodríguez pensó que sería una buena idea el formar una fundación para recolectar fondos para el tratamiento de Luzma.
La idea cundió como fuego en la pradera en todo Mazatlán y se esparció en las redes sociales por todo México y en Arizona también. Empezaron a llegar donaciones y muestras de apoyo y simpatía de todas partes. Tuvo que formarse un comité encargado del manejo de la Fundación “El Corazón de Lucita”.
La esperanza renació en la familia y comunidad mazatleca que la había adoptado como “Hija Predilecta”.

La Fundación creció como la espuma y en menos de dos semanas habían recaudado en México casi 1'500,000 Pesos, y en EUA iban por encima de 200,000 Dlls y contando.
Los médicos del hospital de Mazatlán, decidieron que no se podía esperar más. Luzma había experimentado ya en dos ocasiones episodios de Taquicardia Ventricular y Fibrilación Ventricular, que fueron prontamente revertidos. Decidieron que no se podía esperar más y que la posibilidad de realizar la Corrección Quirúrgica, a pesar de los riesgos, era la mejor opción.
Se iniciaron los trámites y procedimientos para translado aéreo.
Larry y su familia contrataron una ambulancia aérea. El Centro Cardiológico de Fénix (AHI), aprobó la solicitud que había tramitado el Dr. Lawrence Anderson, para continuar su tratamiento.
Una multitud de familiares, amigos y simpatizantes, la despidieron en el Aeropuerto, entre lágrimas, vítores y música de banda.

En el Lear Jet de la ambulancia viajaron con la paciente; la tripulación y dos paramédicos, el Dr Larry Anderson y la madre de Luzma que no cesaba de rezar. El aparato arribó a la resplandeciente Ciudad de Phoenix (“The Sun City”) 2 Hs 30 min
después. Los procedimietos aduanales fueron expeditos por tratarse de una emergencia médica, y un helicóptero transladó a Lucero al gran Centro Médico. Ya la esperaban y de inmediato la internaron en el área de Cuidados Coronarios.

Esa misma tarde, los miembros del grupo cardiovascular del Dr, Fitzgerald (que había sido informado por Larry del caso). Se reunieron para examinar los estudios, datos clinicos y manejo realizado hasta ese momento. Todos estuvieron de acuerdo con el diagnóstico realizado por sus colegas mexicanos y con la gravedad y premura que requería el caso, se propusieron varias altenativas de manejo: La corrección quirúrgica de este tipo de cardiopatía congénita, habia sido realizado antes en su hospital y los resultados habían sido satisfactorios en los pacientes más jóvenes, no así en pacientes mayores.
En consenso opinaron que la opción quirúrgica, que consistía en reconectar totalmente la arteria coronaria Izquierda con la aorta, era la mejor, para eso se podía intentar un “graft” (puente) aorto-coronario con las variantes que exigiera la anatomía de la paciente. Para ese objetivo se realizó nuevo Cineangiograma de alta resolución y nuevos ecocardiogramas Dopler.
Los padres fueron notificados y con su aceptación, (no había otra opción LuzMaría moriría pronto sin cirugía). Se preparó la intervención con la premura que exigía el caso.
La siguiente semana, se realizó la Reconección de la Arteria Coronaria con la Aorta. La operación -sumamente delicada por su complejidad y el estado clínico de la paciente, se realizó con éxito, y LuzMaría pasó a recuperacíon y a la Unidad Coronaria.

A pesar de la exitosa corrección de la anomalía coronaria, la evolución del caso, fue tórpida, por presencia de múltiples y severas arritmias. El Gasto Cardiaco (flujo sanguíneo total del corazón), no mejoró de manera adecuada y fue necesario emplear medicaciones cardioestimulantes en dosis elevadas. Se presentaron dos episodios de Fibrilación Ventricular (latidos caóticos desordenados del corazón) y un episodio de Asistolia (paro cardiaco total).
Los médicos decidieron que era necesario emplear un dispositivo de asistencia mecánica intratorácico y se decidió implantar un dispositivo HeartMate (una pequeña y poderosa bomba), dentro del pecho de Luzma que le ayudaría a su deteriorado corazón a mantener el flujo sanguíneo necesario para vivir y recuperar el tejido cardiaco perdido.
Larry contactó a la compañía Thoratec de California y solicitó el dispositivo más reciente de flujo axial, que le parecía el más adecuado. En unos días más el dispositivo llegó, y después de platicar con Luzma y su madre -ellas se oponían al principio-, las convenció de que esa era la mejor opción, salvo el intentar un trasplante cardiaco. La madre doña Sol, estaba desolada, casi no podía hablar y pidió tiempo para consultar a su esposo el padre de Luzma. Larry la consoló diciéndole que esos dispositivos, eran muy confiables y a veces al implantarlos, el corazón se repone y vuelve a funcionar de manera aceptable.
Ellos estuvieron de acuerdo y se iniciaron los trámites y preparativos para la intervención.
Larry sin decirles nada, inició también los trámites para poner a LuzMaría en el Indice y Programa Nacional de potenciales receptores de Transplante Cardiaco. Además solicitó al Laboratorio de Histocompatibilidad, iniciar pruebas para el receptor.
Él sabía que el Programa de Transplante Cardiaco, es muy riguroso y que existía una lista kilométrica de potenciales receptores. Los donadores son muy escasos porque se necesita una persona con muerte cerebral reciente y compatible. Y que sólo en contados y fortituos casos, se reúnen los requisitos para adelantar la donación, (cercanía, familiaridad y sobretodo compatibilidad tisular).

Larry había descuidado un poco sus labores como Jefe de los Residentes de Cardiología y el Dr Fitzgerald lo llamó a su oficina y le preguntó que cuál era su relación con la paciente de Mazatlán. Él respondió, que ninguna, excepto por la inmensa deuda de gratitud que sentía con ella, pero en sus palabras se translucía una gran emoción y vehemencia, el viejo Dr. John Fitzgerald comprendió, y tan solo, le dijo que tratara de evitar que sus emociones interfirieran con su relación profesional Médico-Paciente.

Las condiciones clínicas de Luzma, continuaban en franco deterioro, la función renal estaba declinando, y tenía agua en los pulmones. También entró en una fase depresiva, que psicológicamente afectaba su deseo de luchar y vivir.
Larry por lo antes mencionado, había dejado de visitarla dos o tres veces al dia y la jefa de enfermeras había notado el cambio, por lo que pidió a Larry que la visitara y animara. Larry accedió y fue a verla:
Ella lo miró intensamente y sonrió, Larry le dijo: “Tengo noticias buenas Luzzy, parece que estas mejorando y pronto con la operación te vas a sentir como nueva, creéme, vas a mejorar radicalmente”. Ella contestó: “Ojalá y así sea Larry, pero siento que estoy al final de mis fuerzas, pero está bien..., lo único que siento es dejar a Criss y a mamá solos, pero sobretodo siento mucho el no haberte conocido antes”..., una lágrima asomó en sus increíbles ojos. Larry, tomó su mano y la besó, ella entornó los ojos y entonces la besó tiernamente en los ojos y en los labios, acarició suavemente su cabello y le dijo al oido; “Don´t worry my love, I will never let you die”:

Pocos días después, las condiciones de Luzma habían mejorado un poco y sus médicos juzgaron que no habría otra oportunidad mejor para implantarle el corazón artificial. No había tiempo que perder y la operación se programó para el día siguiente.
Hacía un frío intenso el dia previo a la intervención. Larry despertó más temprano que lo habitual, no había dormido bien en esos días, estaba obscuro y una fina llovizna caía lentamente. Subió a su Mercury y se dirigió al hospital. En un cruce que tenía una pendiente, súbitamente vio a un gran trailer que bajaba la pendiente enfrente de él, un sombra apareció frente al camión, el chofer del camión vislumbro un rostro angustiado y aplicó los frenos a fondo, las llantas derraparon en el pavimento mojado y el camión se ladeó y patinó súbitamente, chicoteó y el remolque se desprendió, se volteó y rodó pesadamente hacia los carriles opuestos, Larry frenó a fondo, se escuchó un agudo chirrido de frenos y llantas derrapando y la caja del trailer cayó con gran estruendo sobre la parte delantera del carro de Larry.
Todo el tránsito se detuvo y las luces parpadearon, una nube de polvo y humo salía del impacto. El chofer del camión y varios automovilistas, se apresuraron a auxiliar al ocupante siniestrado.
El pesado contenedor aplastaba casi totalmente la parte delantera del vehículo y no se escuchaban señales de vida.
Las ambulancias y patrullas llegaron unos minutos después y un poco más tarde una unidad de rescate de bomberos, el ocupante del Mercury estaba atrapado adentro!

Menos de 20 minutos después se escucharon las sirenas y el grupo de rescate arribó al Departamento de Urgencias del Hospital General de la ciudad. Rápidamente bajaron una camilla y entraron en la atestada sala de urgencias.
Larry estaba inconsciente y presentaba una severa lesión en la cabeza. Los paramédicos habían informado previamente al hospital. “Hombre joven con severo trauma craneoencefálico inconsciente sin signos vitales, respondió a maniobras de reanimación, en shock profundo, pérdida mínima de sangre”.
Los médicos del hospital continuaron las maniobras de apoyo cardiopulmonar hasta su estabilización. Se inició tratamiento de shock traumático agudo. El paciente llevaba bata del AHI y ropa de cirujano debajo de su abrigo, su ID decía: Larry Anderson MD.
Se notificó de inmediato a sus familares y al Instituto del Corazón de Arizona.
El Neurocirujano valoró al paciente, presentaba contusión severa del región frontoparietal izquierda con herniación de tejido cerebral, fractura-hundimiento craneal. Se juzgó necesario instalar Hipotermia Profunda para disminuír el daño neurológico, debridacíón y craniotomía descompresiva urgente. Los signos vitales se estabilizaron.
Los padres de Larry habian llegado y se les informó del crítico estado de su hijo y de las pocas posibilidades de sobrevivencia. Profundamente consternados pidieron ver a su hijo.
Unos días después se decidió internarlo en el Neurologic Institute, para continuar su manejo con Cámara Hiperbárica y Medicina Molecular. El proceso inflamatorio cerebral cedía lentamente. El hecho claro y escueto era que Larry habia sufrido demasiada pérdida de tejido cerebral

En el AHI. La noticia cayó como bomba, Larry era sumamente apreciado por todos, pero la noticia no se comunicó a Luzma ni a sus familares. El día siguiente del accidente en el AHI los médicos decidieron realizar el Implante del HeartMate-Thoratec que le salvaría la vida a Luzma.
La intervención se realizó sin contratiempos y la paciente empezó a mejorar casi de inmediato. Su recuperación parecía milagrosa y poco tiempo después había mejorado. Extrañaba la presencia de Larry y preguntó por él y le informaron que había estado muy ocupado, sus familiares tampoco lo habian visto y ella intuyó que algo malo estaba sucediendo y al ver a las enfermeras tristes, insistió y le revelaron lo del accidente y que estaba muy grave.
Unos días después regresó al área de hospitalización a continuar su recuperación. Ella se sentía mejor, pero estaba desolada y profundamente triste, perdió el apetito y no podía dormir, sin embargo su condicion cardiovascular continuó mejorando

Su estado fue revalorado por el staff médico; LuzMaría, había tolerado una corrección quirúrgica de su padecimiento, la cual parecía funcionar, sin embargo, su corazón tenía un déficit severo de tejido miocárdico, su función nativa era muy pobre y dependía casi totalmente del dispositivo implantado. Seguía presentando trastornos eléctricos severos del ritmo cardiaco, y a veces esto interfería con el funcionamiento de la bomba.
Su futuro era incierto, si la daban de alta y regresaba a su país, eso dificultaria su seguimiento (follow-up) y manejo.
La alternativa mejor era acelerar el programa de Trasplante Cardiaco.

Los padres de Larry, también estaban desolados. Los médicos opinaban que su recuperación era poco menos que imposible, el daño cerebral había sido muy extenso y su función era vegetativa y en coma profundo. Se les solicitó inscribirlo en el Programa de Donación de Órganos.
La Dra. Leslie Collins que también había estado muy atenta a la
tragedia que afectaba a su ex-prometido. En medio de su dolor y angustia, fue la primera en pensar que si existiera compatibilidad. LuzMaría sería la receptora ideal del corazón de Larry, porque era obvio que ambos se amaban profundamente, y que Larry muy probablemente eso hubiera deseado. Sin embargo, ella que también lo amaba tiernamente, hubiera deseado tener un hijo de él, por lo tanto pensó que si fuera factible realizar también donación de esperma de Larry, ella quisiera tener un procedimento de inseminación para tener un bebé de él.
Los padres de Larry, estaban destrozados, su único hijo varón estaba a punto de desaparecer. No habían digerido completamente el gran trauma emocional, y no habían decidido el ingresarlo al Programa de Transplantes. Leslie habló con ellos, se solidarizaba totalmente con su pena, también les dijo que de esa manera su hijo no moriría totalmente. Mencionó su deseo de tener un hijo de él, mediante la donación de su esperma.
Los padres de Larry reflexionaron y accedieron pensando que de esa manera, Larry no moriría totalmente y ellos podrían obtener un nieto como regalo póstumo de su amado hijo, eso les sirvió de consuelo, animados y agradecidos por la idea de Leslie a la que consideraban ya una hija, accedieron generosamente a donar el corazón, esperma y otros tejidos del cuerpo de su hijo.
Los trámites para la donación y los estudios de compatibilidad tisular e inmunológica, se llevaron a cabo con la celeridad que requería el caso. Estos afortunadamente resultaron en un match perfecto. Y el procedimiento de transplante corazón inició su preparación. Dos días antes de Navidad, las camillas llevando Luzma y a Larry, rodaron hacia la sala de operaciones.

Phoenix brillaba esplendorosa con las luces y adornos navideños, por todas partes se escuchaba la alegre y tradicional música, el ambiente era festivo, todo eran abrazos, risas y felicidad, los niños se portaban mejor que nunca. La ciudad estaba atestada de gente que bulliciosamente iba y venía en preparación a la fiesta más esperada del año.
En el sistema de sonido del hospital se escuchaba suavemente la bella canción setentera interpetada por los “Los Lettermen”:
WHAT CAN I GIVE YOU FOR CHRISTMAS”


(No hay Amor más grande que el dar la vida por un amigo)


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