Todavía en ánimo festivo? Qué aguante por Dios Santo! Pues si están en ésas, aguanten el final capítulo de mi cuentecillo navideño. ¿Que les ha parecido hasta ahora: Cursi, emocionante, o demasiado "retro". (noten que no tiene villanos, ni sexo desenfrenado, ni violencia descarnada).
Es una simple historia de amor, que no tiene final (Así es el Amor).:
CAPITULO
III
Todo
parecía haber retornado a la normalidad. LuzMaría algo taciturna y
pensativa, guardó en su memoria lo sucedido y tratando de hacer caso
omiso de su notoriedad y fama, evitó entrevistas y declaraciones a
los medios. Aceptó el pequeño homenaje que le prepararon las
autoridades estatales y el Gobernador y el premio que le otorgaron, y
se sumergió totalmente en su trabajo y su familia.
Llegó
la Navidad, con su cauda de festejos, emociones y alegria,
sentimientos agridulces de nostalgia, amor, júbilo y ternura , por
el Recién Nacido “Hijo del Hombre”. En la comunidad y pequeña
familia sinaloense había alegría y gratitud.
Luzma,
guardó lo sucedido en su corazón, suspiró y poco después, volvió
a ser la alegre y amistosa Lucerito de siempre.
Pocos
meses después, Luzma inició una relación sentimental con uno de
los doctores del hospital, que había enviudado dos años antes. Los
dos eran personas muy parecidas, él era tranquilo, cariñoso y
atento y estaba tratando de rehacer su vida, tenía dos hijitas de 5
y 7 años que rápidamente congeniaron con ella.
Larry
Anderson MD se había recuperado casi totalmente de sus lesiones, tan
sólo claudicaba ligeramente de la pierna derecha, La terrible
experiencia en Mazatlán, no se apartaba de su mente y sufría algo
de stres-postraumático. Claramente se había vuelto más cauto y
reflexivo. La Navidad había llegado y se sintó más apegado a su
familia.
Su
relación con Leslie le producía satisfacción, sin embargo, su
convivencia con ella empezó a enfriarse porque ella se había vuelto
excesivamente celosa. Larry se entregó apasionadamente a su
residencia en Cardiología y tomó la decisión (desaprobada por
Leslie) de tomar un año más en el Fellowship que le ofrecía el
hospital. Leslie pensaba que era hora de obtener los Boards de la
Especialidad, independizarse y empezar una exitosa práctica privada,
ella ya lo había hecho y obviamente deseaba casarse pronto con él.
Larry
se había sumergido con más ímpetu en sus labores hospitalarias, su
destreza en los procedimientos de intervención mediante cateterismo
cardiaco habían mejorado mucho y era muy popular en las salas de la
especialidad, se convirtió en el cateterizador más hábil del
grupo y su mentor, el Profesor Dr John Fitzgerald, le tenía gran
confianza y lo llamaba “Goldenhands-Lar”. Poco después, lo
invitó a agregarse a su staff y grupo médico y a participar en
varios estudios multicéntricos acerca de nuevas técnicas de
abordaje en casos complicados. Su carrera como futuro especialista
como Cardiólogo-Intervencionista, parecia asegurada.
Larry,
mental y físicamente estaba en inmejorable condición, pero
psicológicamente todavía sufría algo de shock-post-traumático y
se había vuelto algo taciturno y desarrolló una leve fobia al mar.
Desde aquella terrible noche, tenía frecuentes “flashes”de
memoria con la cara de lo que llamaba “su Ángel Guardian”, la
enfermera LuzMaría Alvarado con sus hermosos y brillantes ojos,
volvía a ver su cara de angustia, el cabello mojado y arenoso, y le
producían una extraña sensación de alarma, euforia y paz.
Larry
experimentaba una rara sensación de inseguridad, el psicólogo del
hospital lo atribuyó al SSPT (Síndrome-Stress-Post-Traumático) y
le prescribió antidepresivos, que parecían surtir efecto. Sin
embargo al cumplir un año del episodio traumático, experimentó un
intenso deseo de hablar con Luzma, e intentó comunicarse con ella en
varias ocasiones. Recordó que tenía el número del celular de
Cristian, y le llamó para preguntarle como estaban. El chico fue
cordial pero no entendía bien y no le dió mucha información acerca
de su madre
Leslie
resentía la lejanía y aparente frialdad de su novio, y fastidiada
decidió hablarle seriamente acerca de su relación y lo citó para
conversar:
“Look
dearest Larry, I feel that since the accident, you are very distant
and cool. And I am sorry, I suspect that your relation with that
girl, has something to do with your behavior, and the main reason for
those changes. Please, tell me If I am wrong, and what is really
happening?
“Dear
Leslie,... I really don´t feel there is a real problem. There is no
need worrying”, please give me some more time to straighten my
mind”.
“I
am sorry Lar, but, yes, there is a problem, and probably bigger than
what you think, you and I should better think seriously about this
and give it real consideration, not only time”.
Y
diciendo eso, deslizó el anillo de compromiso de su mano izquierda y
lo dejó en la mesa. Lo miró intensamente y al ver que Larry nada
decía, fue a la puerta y abandonó el lugar.
Él
quedó un poco aturdido y sumido en sus pensamientos por un buen rato
y luego, se retiró también. El reluciente anillo con un brillante
de 3/4 carat, quedó enmedio de la mesa. Más tarde el mesero al
limpiar la mesa, se sorprendió y llevó el anillo a su supervisor,
quien examinó; tenía grabado un nombre; “Larry”,
y
una fecha; 12-24-2012.
entonces
dijo, “ya
sé de quién es, se lo regresaré en cuanto la vea”.
Y lo guardó en un lugar seguro. (El conocía a los jóvenes médicos,
que eran habituales).
Habían
transcurrido 14 meses desde el accidente y una tarde, poco antes de
finalizar su turno, la enfermera LuzMaría inesperadamente sufrió
un desmayo y convulsionó levemente. Fue atendida solícitamente por
sus compañeras y uno de los médicos de guardia. Luzma volvió en
sí pocos minutos después. Los análisis y estudios incluyendo
electrocardiograma se estimaron normales, ella valerosamente se
sentia apenada por la interrupción y reaunudó sus labores como si
nada hubiera pasado. Ella decía sentirse bien, tan solo una leve
opresión en el pecho, pero ya había sentido eso antes y se sentía
un poco fatigada, atribuyó el episodio a fatiga o stress acumulado y
no le dio importancia al asunto.
Unos
días después empezó a experimentar episodios de palpitación
cardiaca y opresión precordial que duraban unos cuantos segundos,
mareo y cansancio extremo, con las labores más comunes. Alarmada la
Jefa de Enfermeras, solicitó un nuevo chequeo cardiovascular a los
especialistas del grupo.
Un
Ecocardiograma tridimensional a color, reveló crecimiento excesivo
del corazón (cardiomegalia), principalmente a expensas de las
cavidades izquierdas; Aurícula y Ventrículo Izquierdo el cual
disfuncionaba extensivamente y dilatación de la aorta (la gran
arteria que nace del corazón. Los electrocardiogramas revelaban
inestabilidad elécrica y extrasístoles (latidos ventriculares
prematuros) frecuentes, revelaban además, déficit circulatorio en
el ventrículo izquierdo (isquemia). El diagnóstico fue aplastante,
la enfermera LuzMaría Alvarado de 32 años había sufrido un Infarto
Miocárdico, extenso!
El
diagnóstico cayó como una bomba en la pequeña familia de Luzma,
ella había sido siempre sana y previos exámenes médicos no habían
detectado anormalidades. LuzMaría y su familia estaban preocupadas,
sus compañeras y las autoridades del hospital no podían creerlo.
LuzMaría
fue admitida en la Unidad Coronaria, y aunque ella no sufría dolor,
tan solo una leve fatiga y falta de aire(disnea), presentaba datos de
arritmia extrasistólica (latidos anormales ocasionales), que no le
molestaban mayormente.
Mejoró
ostensiblemente bajo tratamiento y se le propuso realizar
Cateterismo Cardiaco y Angiografía coronaria, para intentar
revascularizar arterias coronarias probablemente obstruídas. Sin
embargo, los datos ecocardiográficos no mostraban disminución
focalizada en ninguna región del corazón y eso era muy inusual.
Su
cardiólogo el eminente Dr. José Pérez-Chávez, estaba perplejo,
sólo podia pensar que estaba en presencia de una grave
Cardiomiopatía Dilatada en una persona joven previa y aparentemente
sana.
El
Cateterismo y Angiograma fue realizado en el segundo día del
internamiento. No hubo complicaciones, pero se reveló una inusual
anormalidad; La Arteria Coronaria Izquierda, la arteria principal que
irriga al corazón, nacía anormalmente de la Arteria Pulmonar
Izquierda! Esta anomalía, de origen congénito, es sumamente
inusual, se presenta en aproximadamente uno de cada 300,000 bebés
nacidos vivos! Casi siempre se detecta en los primeros meses o años
de la vida, e impide el sano desarrollo. Se trataba de una afección
cardiaca muy grave, porque la región más importante del corazón,
la izquierda, recibía sangre pobremente oxigenada.
Además,
lo inusual del caso era que LuzMaría, no había experimentado
síntoma alguno, su desarrollo había sido normal y sus médicos, no
habían detectado anormalidad cardiaca alguna, trazos
electrocardiográficos y radiografías de tórax previas habían sido
estimados como normales!
Como
si fuera poco, Luzma había tenido a la edad de 18 años un parto
totalmente normal y hacía dos años, después de cumplir 29, esta
pequeña y valiente mujercita de 52 Kg de peso había realizado la
heroica e increíble hazaña de rescatar a un hombre de casi noventa
kilogramos, de las fauces de un tiburón y le había salvado la vida!
Sus
médicos estaban sorprendidos de la resistencia física de LuzMaría,
algunos de ellos opinaron que el esfuerzo sobrehumano que ella había
realizado un año antes con su heroica acción, pudo haber
desencadenado un infarto subendocárdico masivo y silencioso del
ventrículo izquierdo.
Larry
estaba decidido a comunicarse con Luzma y telefoneó directamente al
hospital de Mazatlán. Pidió hablar con la enfermera LuzMaría
Alvarado, pero le informaron que no se encontraba laborando porque
estaba enferma. Llamó entonces al Departamento de Urgencias, donde
laboraba Luzma y le dijeron que ella estaba internada en la Unidad
Coronaria. Alarmado y asustado llamó a la Unidad, y preguntó por su
estado clínico, la recepcionista le preguntó que si era de la
familia o si era médico del Hospital? El tuvo que negarlo, entonces
le dijeron que la información sobre los pacientes era reservada.
Sin embargo una de las compañeras de Luzma, recordó su nombre y el
episodio que le había dado notoriedad al hospital dos años antes,
y tomó el teléfono!
Larry
quedó aturdido, pasmado, casi no podía creer lo que oía, la
enfermera le detalló lo que sabía y el prognóstico que opinaban
sus doctores acerca de la gravedad de Luzma. Sintió un nudo en la
garganta y no pudo hablar más.
Sintió
una imperiosa necesidad de viajar a Mazatlán para verla y apoyar en
todo lo que pudiera, a esa pequeña mujer que súbitamente se había
convertido en la razón de su vida.
Larry
llegó al bullicioso puerto y rápidamente rentó un auto. Se dirigió
apresuradamente al Centro Médico que tan bien recordaba. Al llegar
pidió hablar con el Director del Nosocomio. Y aunque tuvo que
esperar ansiosamente, se presentó con él. Desde su ingreso al
hospital, fue reconocido por el personal que recordaba el caso que le
dio notoriedad dos años antes.
El
Director también recordaba el caso y amablemente lo puso al tanto
del estado de Luzma. Larry le dijo que estaba dispuesto a ayudar en
todo lo que fuera necesario y le explicó que en el Arizona Heart
Institute, donde él laboraba, tenían toda la alta tecnología que
pudiera necesitarse. El Director orgullosamente le dijo que creía
que no necesitaban nada, porque ellos también tenían todo lo que
pudiera requerir la paciente, y que si algo les faltaba, el Instituto
Mexicano del Seguro Social, también tenía todo lo que pudiera
necesitar, en La Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
Larry
se disculpó y le solicitó hablar con los médicos a cargo del caso.
El permiso le fue concedido, el Director recordaba el evento y la
notoriedad que le había dado el caso a su ciudad y hospital.
El
Cardiólogo Dr. José Pérez-Chávez lo recibió cordialmente. Llamó
al Cardiólogo Intervencionista que estaba directamente encargado del
caso, el Dr. Luis Ángel Rodríguez quien le mostró los análisis y
todos los estudios realizados hasta la fecha y discutió ampliamente
el caso con él. En su opinión se trataba claramente de una inusual
Cardiopatía Congénita, que inexplicablemente había pasado
desapercibida por sus médicos y que también había cursado
asintomática por muchos años.
Larry
examinó todos los estudios realizados, particularmente los
Cineangiogramas y estudios Ecocardiográficos y no pudo sino estar
completamente de acuerdo con su colega mexicano.
Aunque
se trataba de un padecimiento cardiaco muy poco común, Larry le
informó que en su Hospital habían tenido alguna experiencia en el
manejo de tales casos, y que él personalmene había participado en
dos casos que se resolvieron exitosamente. Sin embargo, apuntó,
nunca habían tenido un paciente fuera de la edad pediátrica.
Discutieron con algunos detalles del manejo de la enfermedad, y
finalmente Larry estuvo de acuerdo y solicitó ver y hablar con la
paciente.
La
noticia se había diseminado rápidamente y afuera del Hospital se
había reunido una ruidosa muchedumbre, reporteros y cámaras de
televisión estaban presentes. La noticia de la gravedad de la
“Heroína de Mazatlán” y la presencia de la víctima rescatada,
eran la gran noticia del momento.Todos solicitaban entrevistas y
fotos.
Larry
y el médico tratante, el Dr. Rodríguez se dirigieron a la sala de
Cuidados Intensivos. Los familares afuera reconocieron a Larry,
Cristian fue hacia él y llorando lo abrazó. Al ver a LuzMaría,
pálida monitorizada, con oxígeno y venoclisis, se le humedecieron
los ojos y se le oprimió el pecho. Se acercó y tomándole la mano,
le dijo: “Hello!
Luzzy; what is a nice gal like you doing in a joint like this? (Hola
Lucy, ¿Qué es lo que una chica buena como tú, está haciendo en un
antro como este?”). Luzma
entendió la broma y eso distendió un poco la angustia que sentía,
la emoción de verlo nuevamente le aceleró el corazón Se le aceleró
el pulso y se miraron intensamente, no pudieron articular palabra y
se les humedecieron los ojos. La madre de Luzma comprendió.
Larry
finalmente dijo: “Vine
a ver en qué puedo ayudar”.
Ella asintió con la cabeza. Y le agradeció.
La
paciente mejoraba lentamente y pudo ser transladada a la sección de
hospitalización. Los medios habían sido sumamente insistentes y
finalmente consiguieron una entrevista, Imágenes de la heroína, su
hijo, perro y familia y también de Larry llevándole flores, se
esparcieron en los medios. La noticia de la gravedad de su
padecimiento consternó grandemente al público y la noticia se
generalizó, llegando inclusive al prestigiado diario The Phoenix
Sun.
Larry
regresó a su ciudad con el corazón estrujado y reanudó sus
labores, pero se veía taciturno y preocupado. Su madre Betty sufría
con él pero comprendía su dilema. Leslie también se enteró, pero
tuvo la delicadeza de no intervenir. El gerente del restaurant, le
habia entregado el anillo pensando que lo había olvidado. Ella lo
guardó cerca de su corazón.
La
mejoría de Luzma no progresó como se esperaba y antes de ser dada
de alta tuvo una recaida por brotes graves de arritmia ventricular.
La terapia con medicamentos se incrementó, pero surgieron
complicaciones, los medicamentos cardioestimulantes
incrementaban
la presencia de arritmias, y se propuso implantar un Marcapaso
cardiaco bicameral. Esto se realizó con éxito. Sin embargo el
tejido cardiaco de Luzma estaba muy deteriorado.
Pasó
un mes y la condición de LuzMaría no parecía mejorar. Sus médicos
propusieron a la familia transladar a la paciente a la Ciudad de
México para intentar una intervención quirúrgica correctiva, que
conllevaba un enorme riesgo porque existía un deterioro severo de
su corazón y su reserva cardiaca había prácticamente llegado a su
limite, era una situación francamente desesperada.
Larry
no había dejado de estar en contacto con la familia y con el médico
tratante el Dr Luis Ángel Rodríguez, y le solicitó una nueva
valoración que podría llevarse a cabo en el Arizona Heart
Institute, por cuenta y responsabilidad de él mismo. El Dr.
Rodríguez pensó que eso podría ayudar pero no podia tomar tal
decisión y la notificó a las autoridades del hospital, el Director
simpatizó con la idea y le dio trámite a las autoridades del Seguro
Social. Las autoridades del mismo estuvieron de acuerdo siempre y
cuando el manejo y tratamiento quirúgico, si lo hubiera, quedara a
cargo del Instituto del Corazón de Arizona.
El
Dr. Rodríguez pensó que sería una buena idea el formar una
fundación para recolectar fondos para el tratamiento de Luzma.
La
idea cundió como fuego en la pradera en todo Mazatlán y se
esparció en las redes sociales por todo México y en Arizona
también. Empezaron a llegar donaciones y muestras de apoyo y
simpatía de todas partes. Tuvo que formarse un comité encargado del
manejo de la Fundación “El Corazón de Lucita”.
La
esperanza renació en la familia y comunidad mazatleca que la había
adoptado como “Hija Predilecta”.
La
Fundación creció como la espuma y en menos de dos semanas habían
recaudado en México casi 1'500,000 Pesos, y en EUA iban por encima
de 200,000 Dlls y contando.
Los
médicos del hospital de Mazatlán, decidieron que no se podía
esperar más. Luzma había experimentado ya en dos ocasiones
episodios de Taquicardia Ventricular y Fibrilación Ventricular, que
fueron prontamente revertidos. Decidieron que no se podía esperar
más y que la posibilidad de realizar la Corrección Quirúrgica, a
pesar de los riesgos, era la mejor opción.
Se
iniciaron los trámites y procedimientos para translado aéreo.
Larry
y su familia contrataron una ambulancia aérea. El Centro
Cardiológico de Fénix (AHI), aprobó la solicitud que había
tramitado el Dr. Lawrence Anderson, para continuar su tratamiento.
Una
multitud de familiares, amigos y simpatizantes, la despidieron en el
Aeropuerto, entre lágrimas, vítores y música de banda.
En
el Lear Jet de la ambulancia viajaron con la paciente; la tripulación
y dos paramédicos, el Dr Larry Anderson y la madre de Luzma que no
cesaba de rezar. El aparato arribó a la resplandeciente Ciudad de
Phoenix (“The Sun City”) 2 Hs 30 min
después.
Los procedimietos aduanales fueron expeditos por tratarse de una
emergencia médica, y un helicóptero transladó a Lucero al gran
Centro Médico. Ya la esperaban y de inmediato la internaron en el
área de Cuidados Coronarios.
Esa
misma tarde, los miembros del grupo cardiovascular del Dr,
Fitzgerald (que había sido informado por Larry del caso). Se
reunieron para examinar los estudios, datos clinicos y manejo
realizado hasta ese momento. Todos estuvieron de acuerdo con el
diagnóstico realizado por sus colegas mexicanos y con la gravedad y
premura que requería el caso, se propusieron varias altenativas de
manejo: La corrección quirúrgica de este tipo de cardiopatía
congénita, habia sido realizado antes en su hospital y los
resultados habían sido satisfactorios en los pacientes más jóvenes,
no así en pacientes mayores.
En
consenso opinaron que la opción quirúrgica, que consistía en
reconectar totalmente la arteria coronaria Izquierda con la aorta,
era la mejor, para eso se podía intentar un “graft” (puente)
aorto-coronario con las variantes que exigiera la anatomía de la
paciente. Para ese objetivo se realizó nuevo Cineangiograma de
alta resolución y nuevos ecocardiogramas Dopler.
Los
padres fueron notificados y con su aceptación, (no había otra
opción LuzMaría moriría pronto sin cirugía). Se preparó la
intervención con la premura que exigía el caso.
La
siguiente semana, se realizó la Reconección de la Arteria Coronaria
con la Aorta. La operación -sumamente delicada por su complejidad y
el estado clínico de la paciente, se realizó con éxito, y LuzMaría
pasó a recuperacíon y a la Unidad Coronaria.
A
pesar de la exitosa corrección de la anomalía coronaria, la
evolución del caso, fue tórpida, por presencia de múltiples y
severas arritmias. El Gasto Cardiaco (flujo sanguíneo total del
corazón), no mejoró de manera adecuada y fue necesario emplear
medicaciones cardioestimulantes en dosis elevadas. Se presentaron dos
episodios de Fibrilación Ventricular (latidos caóticos desordenados
del corazón) y un episodio de Asistolia (paro cardiaco total).
Los
médicos decidieron que era necesario emplear un dispositivo de
asistencia mecánica intratorácico y se decidió implantar un
dispositivo HeartMate (una pequeña y poderosa bomba), dentro del
pecho de Luzma que le ayudaría a su deteriorado corazón a mantener
el flujo sanguíneo necesario para vivir y recuperar el tejido
cardiaco perdido.
Larry
contactó a la compañía Thoratec de California y solicitó el
dispositivo más reciente de flujo axial, que le parecía el más
adecuado. En unos días más el dispositivo llegó, y después de
platicar con Luzma y su madre -ellas se oponían al principio-, las
convenció de que esa era la mejor opción, salvo el intentar un
trasplante cardiaco. La madre doña Sol, estaba desolada, casi no
podía hablar y pidió tiempo para consultar a su esposo el padre de
Luzma. Larry la consoló diciéndole que esos dispositivos, eran muy
confiables y a veces al implantarlos, el corazón se repone y vuelve
a funcionar de manera aceptable.
Ellos
estuvieron de acuerdo y se iniciaron los trámites y preparativos
para la intervención.
Larry
sin decirles nada, inició también los trámites para poner a
LuzMaría en el Indice y Programa Nacional de potenciales receptores
de Transplante Cardiaco. Además solicitó al Laboratorio de
Histocompatibilidad, iniciar pruebas para el receptor.
Él
sabía que el Programa de Transplante Cardiaco, es muy riguroso y que
existía una lista kilométrica de potenciales receptores. Los
donadores son muy escasos porque se necesita una persona con muerte
cerebral reciente y compatible. Y que sólo en contados y fortituos
casos, se reúnen los requisitos para adelantar la donación,
(cercanía, familiaridad y sobretodo compatibilidad tisular).
Larry
había descuidado un poco sus labores como Jefe de los Residentes de
Cardiología y el Dr Fitzgerald lo llamó a su oficina y le preguntó
que cuál era su relación con la paciente de Mazatlán. Él
respondió, que ninguna, excepto por la inmensa deuda de gratitud que
sentía con ella, pero en sus palabras se translucía una gran
emoción y vehemencia, el viejo Dr. John Fitzgerald comprendió, y
tan solo, le dijo que tratara de evitar que sus emociones
interfirieran con su relación profesional Médico-Paciente.
Las
condiciones clínicas de Luzma, continuaban en franco deterioro, la
función renal estaba declinando, y tenía agua en los pulmones.
También entró en una fase depresiva, que psicológicamente afectaba
su deseo de luchar y vivir.
Larry
por lo antes mencionado, había dejado de visitarla dos o tres veces
al dia y la jefa de enfermeras había notado el cambio, por lo que
pidió a Larry que la visitara y animara. Larry accedió y fue a
verla:
Ella
lo miró intensamente y sonrió, Larry le dijo: “Tengo
noticias buenas Luzzy, parece que estas mejorando y pronto con la
operación te vas a sentir como nueva, creéme, vas a mejorar
radicalmente”.
Ella contestó: “Ojalá
y así sea Larry, pero siento que estoy al final de mis fuerzas, pero
está bien..., lo único que siento es dejar a Criss y a mamá solos,
pero sobretodo siento mucho el no haberte conocido antes”...,
una lágrima asomó en sus increíbles ojos. Larry, tomó su mano y
la besó, ella entornó los ojos y entonces la besó tiernamente en
los ojos y en los labios, acarició suavemente su cabello y le dijo
al oido; “Don´t
worry my love, I will never let you die”:
Pocos
días después, las condiciones de Luzma habían mejorado un poco y
sus médicos juzgaron que no habría otra oportunidad mejor para
implantarle el corazón artificial. No había tiempo que perder y la
operación se programó para el día siguiente.
Hacía
un frío intenso el dia previo a la intervención. Larry despertó
más temprano que lo habitual, no había dormido bien en esos días,
estaba obscuro y una fina llovizna caía lentamente. Subió a su
Mercury y se dirigió al hospital. En un cruce que tenía una
pendiente, súbitamente vio a un gran trailer que bajaba la
pendiente enfrente de él, un sombra apareció frente al camión, el
chofer del camión vislumbro un rostro angustiado y aplicó los
frenos a fondo, las llantas derraparon en el pavimento mojado y el
camión se ladeó y patinó súbitamente, chicoteó y el remolque se
desprendió, se volteó y rodó pesadamente hacia los carriles
opuestos, Larry frenó a fondo, se escuchó un agudo chirrido de
frenos y llantas derrapando y la caja del trailer cayó con gran
estruendo sobre la parte delantera del carro de Larry.
Todo
el tránsito se detuvo y las luces parpadearon, una nube de polvo y
humo salía del impacto. El chofer del camión y varios
automovilistas, se apresuraron a auxiliar al ocupante siniestrado.
El
pesado contenedor aplastaba casi totalmente la parte delantera del
vehículo y no se escuchaban señales de vida.
Las
ambulancias y patrullas llegaron unos minutos después y un poco más
tarde una unidad de rescate de bomberos, el ocupante del Mercury
estaba atrapado adentro!
Menos
de 20 minutos después se escucharon las sirenas y el grupo de
rescate arribó al Departamento de Urgencias del Hospital General de
la ciudad. Rápidamente bajaron una camilla y entraron en la
atestada sala de urgencias.
Larry
estaba inconsciente y presentaba una severa lesión en la cabeza. Los
paramédicos habían informado previamente al hospital. “Hombre
joven con severo trauma craneoencefálico inconsciente sin signos
vitales, respondió a maniobras de reanimación, en shock profundo,
pérdida mínima de sangre”.
Los
médicos del hospital continuaron las maniobras de apoyo
cardiopulmonar hasta su estabilización. Se inició tratamiento de
shock traumático agudo. El paciente llevaba bata del AHI y ropa de
cirujano debajo de su abrigo, su ID decía: Larry Anderson MD.
Se
notificó de inmediato a sus familares y al Instituto del Corazón de
Arizona.
El
Neurocirujano valoró al paciente, presentaba contusión severa del
región frontoparietal izquierda con herniación de tejido cerebral,
fractura-hundimiento craneal. Se juzgó necesario instalar Hipotermia
Profunda para disminuír el daño neurológico, debridacíón y
craniotomía descompresiva urgente. Los signos vitales se
estabilizaron.
Los
padres de Larry habian llegado y se les informó del crítico estado
de su hijo y de las pocas posibilidades de sobrevivencia.
Profundamente consternados pidieron ver a su hijo.
Unos
días después se decidió internarlo en el Neurologic Institute,
para continuar su manejo con Cámara Hiperbárica y Medicina
Molecular. El proceso inflamatorio cerebral cedía lentamente. El
hecho claro y escueto era que Larry habia sufrido demasiada pérdida
de tejido cerebral
En
el AHI. La noticia cayó como bomba, Larry era sumamente apreciado
por todos, pero la noticia no se comunicó a Luzma ni a sus
familares. El día siguiente del accidente en el AHI los médicos
decidieron realizar el Implante del HeartMate-Thoratec que le
salvaría la vida a Luzma.
La
intervención se realizó sin contratiempos y la paciente empezó a
mejorar casi de inmediato. Su recuperación parecía milagrosa y poco
tiempo después había mejorado. Extrañaba la presencia de Larry y
preguntó por él y le informaron que había estado muy ocupado, sus
familiares tampoco lo habian visto y ella intuyó que algo malo
estaba sucediendo y al ver a las enfermeras tristes, insistió y le
revelaron lo del accidente y que estaba muy grave.
Unos
días después regresó al área de hospitalización a continuar su
recuperación. Ella se sentía mejor, pero estaba desolada y
profundamente triste, perdió el apetito y no podía dormir, sin
embargo su condicion cardiovascular continuó mejorando
Su
estado fue revalorado por el staff médico; LuzMaría, había
tolerado una corrección quirúrgica de su padecimiento, la cual
parecía funcionar, sin embargo, su corazón tenía un déficit
severo de tejido miocárdico, su función nativa era muy pobre y
dependía casi totalmente del dispositivo implantado. Seguía
presentando trastornos eléctricos severos del ritmo cardiaco, y a
veces esto interfería con el funcionamiento de la bomba.
Su
futuro era incierto, si la daban de alta y regresaba a su país,
eso dificultaria su seguimiento (follow-up) y manejo.
La
alternativa mejor era acelerar el programa de Trasplante Cardiaco.
Los
padres de Larry, también estaban desolados. Los médicos opinaban
que su recuperación era poco menos que imposible, el daño cerebral
había sido muy extenso y su función era vegetativa y en coma
profundo. Se les solicitó inscribirlo en el Programa de Donación
de Órganos.
La
Dra. Leslie Collins que también había estado muy atenta a la
tragedia
que afectaba a su ex-prometido. En medio de su dolor y angustia, fue
la primera en pensar que si existiera compatibilidad. LuzMaría sería
la receptora ideal del corazón de Larry, porque era obvio que ambos
se amaban profundamente, y que Larry muy probablemente eso hubiera
deseado. Sin embargo, ella que también lo amaba tiernamente, hubiera
deseado tener un hijo de él, por lo tanto pensó que si fuera
factible realizar también donación de esperma de Larry, ella
quisiera tener un procedimento de inseminación para tener un bebé
de él.
Los
padres de Larry, estaban destrozados, su único hijo varón estaba a
punto de desaparecer. No habían digerido completamente el gran
trauma emocional, y no habían decidido el ingresarlo al Programa de
Transplantes. Leslie habló con ellos, se solidarizaba totalmente
con su pena, también les dijo que de esa manera su hijo no moriría
totalmente. Mencionó su deseo de tener un hijo de él, mediante la
donación de su esperma.
Los
padres de Larry reflexionaron y accedieron pensando que de esa
manera, Larry no moriría totalmente y ellos podrían obtener un
nieto como regalo póstumo de su amado hijo, eso les sirvió de
consuelo, animados y agradecidos por la idea de Leslie a la que
consideraban ya una hija, accedieron generosamente a donar el
corazón, esperma y otros tejidos del cuerpo de su hijo.
Los
trámites para la donación y los estudios de compatibilidad tisular
e inmunológica, se llevaron a cabo con la celeridad que requería el
caso. Estos afortunadamente resultaron en un match perfecto. Y el
procedimiento de transplante corazón inició su preparación. Dos
días antes de Navidad, las camillas llevando Luzma y a Larry,
rodaron hacia la sala de operaciones.
Phoenix
brillaba esplendorosa con las luces y adornos navideños, por todas
partes se escuchaba la alegre y tradicional música, el ambiente era
festivo, todo eran abrazos, risas y felicidad, los niños se portaban
mejor que nunca. La ciudad estaba atestada de gente que
bulliciosamente iba y venía en preparación a la fiesta más
esperada del año.
En
el sistema de sonido del hospital se escuchaba suavemente la bella
canción setentera interpetada por los “Los Lettermen”:
“WHAT
CAN I GIVE YOU FOR CHRISTMAS”
(No
hay Amor más grande que el dar la vida por un amigo)
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