- “La realidad es más extraña que la ficción (Agatha Christie) También podríamos titular éste post; “La historia tiende a repetirse”, y no sé si W. Churchill agregó; “La primera vez como drama y la segunda..., como comedia”.
Asombrados
y mesmerizados, contemplamos el devenir de la geopolítica actual,
entre los grandes poderes, somos como los pececillos contemplando con
azoro (y deleite), la lucha entre los monstruos
marinos
de la actualidad, y aunque sabemos que la lucha bien podría
representar que seremos almuerzo del ganador, no podemos quitarles la
vista de encima.
La contienda electoral norteamericana apenas empieza, después del larguísimo (y a veces tedioso) periodo “Primario”.
Sin embargo ya se avizora un claro probable ganador; Hillary Rodham Clinton. Esto que ciertamente parece afortunado, se lo debemos al pésimo manejo de la imagen y discurso del super-candidato (candidote?) Donald Trump, que se ha caracterizado por la ofensiva manera de promover su imagen y por la enorme cantidad de errores e insensateces que parecen indicar que dice lo primero que le viene a la boca sin el más mínimo resquicio de reflexión. Dice una de sus asesoras que “Trump nó es político” (como si serlo fuera un defecto), que “Es y habla como neoyorkino, franca e impulsivamente”. Y claro que todos sabemos que los de NY se conocen por ser majaderos y bocones
lo que no sabíamos es que también son irreflexivos y tontos, como la asesora implica.
Pero existe además un grave implicación en el actuar de éste “político”. A pesar de que sus asesores afirman que no lo es, es político. La tenebrosa relación e intervención de Vladimir Putin y Trump en la política Europea y Norteamericana.
La trama parece sacada de una novela de John LeCarré y Fyodor Dostoyesvky; Intrigas y espionaje internacional a la orden. Vladimir Putin, el sempiterno “hombre fuerte” de Rusia, ahora Presidente, antes Primer Ministro y mucho antes agente de la NKVD (Policía Secreta Rusa) y lugarteniente de su director Lavrenty Beria, aspira a mucho más que la anexión de Ucrania, una vez que temeraria y abusivamente se apropió de Crimea y Sebastopol en 2014, con el pretexto de que Crimea siempre ha sido parte suya y lugar de veraneo de los rusos, y después de múltiples intentos de reincorporar a la órbita soviética varias de las repúblicas liberadas a partir de la desintegración de la URSS.
Resulta obvio que a Putin le interesa consolidar la hegemonía rusa y restablecer los territorios perdidos de la gloriosa Unión Soviética, y claro tener a EUA ajenos a la política internacional (como lo desea Trump) y a la OTAN (Organización del Atlántico Norte) debilitada y desorganizada. Trump ha dicho que la OTAN es inútil para los EUA y que si los países europeos quieren ayuda militar en contra de la expansión rusa, “deberían pagar por élla” (es decir; “no cuenten con nosotros”).
En la enredosa y tenebrosa trama de ésta novela de espionaje y misterio, resaltan los otros dos hermanitos Karamazov; Viktor Yanukovich ex-Presidente de Ucrania amigo personal (títere) de Putin, que ha expresado su deseo de anexarse a la “Madre RusIa” y Paul Manafort (nacido en Connecticut), conocido “lobbyist” republicano, asesor de Yanukovich y varios otros dictadores internacionales, actualmente (casualmente) es Asesor de la Campaña Presidencial de Trump.
La flagrante intervención de los servicios de inteligencia rusos (y de Putin) en la política electoral americana, con el hackeo de los correos de los delegados demócratas, orquestado por Manafort, constituye a todas luces una ilegal y tramposa intervención de Rusia en la política norteamericana, contradice su discurso de amistad hacia los EUA, pero también es un atrevido e indeseado apoyo a favor de Trump. Revela una tenebrosa trama de ilegalidades y traiciones con el objeto de posicionar a Donald Trump en la Presidencia del País más poderoso de la Tierra, y a Vladimir Putin a la nueva URSS y la hegemonía Europea.
La contienda electoral norteamericana apenas empieza, después del larguísimo (y a veces tedioso) periodo “Primario”.
Sin embargo ya se avizora un claro probable ganador; Hillary Rodham Clinton. Esto que ciertamente parece afortunado, se lo debemos al pésimo manejo de la imagen y discurso del super-candidato (candidote?) Donald Trump, que se ha caracterizado por la ofensiva manera de promover su imagen y por la enorme cantidad de errores e insensateces que parecen indicar que dice lo primero que le viene a la boca sin el más mínimo resquicio de reflexión. Dice una de sus asesoras que “Trump nó es político” (como si serlo fuera un defecto), que “Es y habla como neoyorkino, franca e impulsivamente”. Y claro que todos sabemos que los de NY se conocen por ser majaderos y bocones
lo que no sabíamos es que también son irreflexivos y tontos, como la asesora implica.
Pero existe además un grave implicación en el actuar de éste “político”. A pesar de que sus asesores afirman que no lo es, es político. La tenebrosa relación e intervención de Vladimir Putin y Trump en la política Europea y Norteamericana.
La trama parece sacada de una novela de John LeCarré y Fyodor Dostoyesvky; Intrigas y espionaje internacional a la orden. Vladimir Putin, el sempiterno “hombre fuerte” de Rusia, ahora Presidente, antes Primer Ministro y mucho antes agente de la NKVD (Policía Secreta Rusa) y lugarteniente de su director Lavrenty Beria, aspira a mucho más que la anexión de Ucrania, una vez que temeraria y abusivamente se apropió de Crimea y Sebastopol en 2014, con el pretexto de que Crimea siempre ha sido parte suya y lugar de veraneo de los rusos, y después de múltiples intentos de reincorporar a la órbita soviética varias de las repúblicas liberadas a partir de la desintegración de la URSS.
Resulta obvio que a Putin le interesa consolidar la hegemonía rusa y restablecer los territorios perdidos de la gloriosa Unión Soviética, y claro tener a EUA ajenos a la política internacional (como lo desea Trump) y a la OTAN (Organización del Atlántico Norte) debilitada y desorganizada. Trump ha dicho que la OTAN es inútil para los EUA y que si los países europeos quieren ayuda militar en contra de la expansión rusa, “deberían pagar por élla” (es decir; “no cuenten con nosotros”).
En la enredosa y tenebrosa trama de ésta novela de espionaje y misterio, resaltan los otros dos hermanitos Karamazov; Viktor Yanukovich ex-Presidente de Ucrania amigo personal (títere) de Putin, que ha expresado su deseo de anexarse a la “Madre RusIa” y Paul Manafort (nacido en Connecticut), conocido “lobbyist” republicano, asesor de Yanukovich y varios otros dictadores internacionales, actualmente (casualmente) es Asesor de la Campaña Presidencial de Trump.
La flagrante intervención de los servicios de inteligencia rusos (y de Putin) en la política electoral americana, con el hackeo de los correos de los delegados demócratas, orquestado por Manafort, constituye a todas luces una ilegal y tramposa intervención de Rusia en la política norteamericana, contradice su discurso de amistad hacia los EUA, pero también es un atrevido e indeseado apoyo a favor de Trump. Revela una tenebrosa trama de ilegalidades y traiciones con el objeto de posicionar a Donald Trump en la Presidencia del País más poderoso de la Tierra, y a Vladimir Putin a la nueva URSS y la hegemonía Europea.
- Recordemos la admiración de Mussolini por Hitler, que más tarde formaría la Coalición de Las Potencias del Eje que ensangrentaron terriblemente al Mundo hace apenas 70 años!
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