A VER QUE LES PARECEN ESTAS LÍNEAS DEL LIBRO "SOBREVIVIENDO",
QUE SI LO DESEAN PUEDO ENVIARLES "GRAPA" A VUELTA DE CORREO.
EL
CORAZÓN NO ENVEJECE, ES EL CUERO EL QUE SE ARRUGA.
“Corazón tu dirás lo que
hacemos, lo que resolvemos,
nomás quero que marques el paso,
que no le hagas caso”…
Se han fijado ¿cuántas canciones
mexicanas hablan del corazón?. Bueno en todos los países y
regiones del mundo lo mencionan, pero nosotros, nuestra
idiosincrasia, nuestra manera de ser, nuestro pueblo es realmente
“muy cardiaco”, ¿No creen?. ¿Realmente somos muy emotivos? O
¿simplemente acomplejados y “sentimentaloides”?. No seré yo el
que juzgue esta peculiaridad del “alma nacional”, pero si diré
que me agrada que seamos conocidos por nuestra capacidad de
desarrollar sentimientos nobles. O sea que tenemos una buena dotación
de “Inteligencia Emocional”.
Por supuesto que dicha función
intelectual, aunque ha sido secularmente atribuida y somatizada en el
corazón, no existe evidencia sólida de que de facto, así sea.
Como quiera que sea, es experiencia
humana que los sentimientos, (todos) de alguna manera los percibimos
en el corazón. ¿por qué?, pues yo creo que es porque las
experiencias emocionales, claramente percibidas a través de los
sentidos, muchas veces apenas tamizadas a través de los procesos
racionales, (que tienen su substrato en las regiones prefrontales y
parietales de la corteza cerebral), son en realidad manejadas y
controladas por regiones cerebrales más antiguas (desde el punto de
vista evolutivo); los núcleos basales del tallo cerebral y
procesadas en regiones temporales y ponto-cerebelosas del tejido
cerebral, y sus respuestas, casi automáticas se realizan a través
del sistema tallo-hipofisiario, con una respuesta neurohormonal;
(adrenalina-acetilcolina), y efectores autónomos a través de las
vías nerviosas simpático-parasimpáticas que tienen terminales y
capacidades controladoras en las vísceras abdominales y muy
importantemente en la función cardiaca y pulmonar. De ahí que
todas las emociones las “sentimos” en el estómago, el hígado y
mucho más sensiblemente en el corazón y en los pulmones, por eso;
se “nos corta la respiración”, “mi corazón dejó de latir”,
“mi corazón brincó de emoción”(literalmente cierto), “mi
corazón late, como burro sin mecate” “se me rompe el corazón”,
“se me apachurró el corazón”, “se me congeló la sangre en
las venas”.
Tanto dominan nuestras emociones a la
noble víscera cardiaca, que son capaces de ciertamente afectar su
función de manera sumamente severa. Por ejemplo; es cierto que el
miedo puede matar, inclusive con un corazón sano, también puede
afectar su funcionamiento, de tal manera que lo enferme severamente,
(es conocido el efecto deletéreo del “stress” crónico en la
enfermedad coronaria aterosclerosa).
Muchas otras enfermedades crónicas,
agudas y degenerativas, están relacionadas, influenciadas, o
directamente causadas por trastornos emocionales continuos, que se
han dado en denominar; estado de “stress” crónico severo
Sucede que nuestro organismo, está
diseñado y programado para efectuar acciones defensivas que son
básicas para la supervivencia en un mundo hostil. Estas reacciones
son a menudo instintivas y automáticas; huir o pelear, evitar
confrontamientos potencialmente dañinos mediante el veloz escape, o
combatir violentamente al enemigo agresor, así como una enorme gama
de conductas, que van desde el prudente escondite, al mimetismo, la
apariencia cadavérica, la apariencia de mayor ferocidad, toxicidad,
o peligrosidad. Todas estas acciones y conductas, requieren de la
activación del “Estado de Alarma” que tan bien explicó Claude
Bernard, a finales del siglo 19. Sin embargo sucede que en el mundo
moderno, no son muchas (ni son socialmente aceptables) las conductas
violentas, ni el raudo repliegue ante las situaciones que
consideramos lesivas a nuestro bienestar o al de nuestra propia
familia o grupo social. Esta “Reacción de Alarma”, conlleva una
hiperactividad cerebral inmediata, una acelerada pauta respiratoria
que tiene por objeto mejorar el aporte de oxígeno a los músculos y
tejido cerebral y disminuir la concentración de bióxido de carbono
en los tejidos corporales, también aumenta la actividad cardiaca,
considerablemente, incrementando el gasto cardiaco, la presión
sanguínea o fuerza de contracción del corazón, y la frecuencia de
sus latidos se incrementan notablemente, los vasos sanguíneos de
aporte y toda la microcirculación se dilatan y activan
preferentemente el sistema nervioso central y el
músculo-esquelético. Se aumenta la concentración de glucosa,
triglicéridos, lactato/piruvatos, fosfolípidos de alta energía,
colesterol de alta densidad, y las aminas neurotransmisoras y
neurohormonales, actúan rápida y concertadamente acelerando todo el
metabolismo energético, preparándose para la defensa, la agresión,
el ingenio salvador o la graciosa huida.
Pero sucede que en el mundo moderno,
esta maravilla de reacción de alarma que tan útil fue a nuestros
ancestros y sin la cual probablemente la especie humana no hubiera
persistido en el planeta, tiene que ser modulada, restringida o de
plano ahogada por las exigencias sociales de la vida moderna; ni le
pegamos al jefe que nos agrede, ni huímos graciosa y rápidamente de
las situaciones molestas, tampoco robamos la pitanza de otros más
fuertes o afortunados, ni robamos violentamente y huimos con la mujer
que nos agrada (aunque a ella si). Somos “civilizados”, (o eso
creemos). Entonces esa violenta respuesta químico-hormonal,
metabólica y circulatoria, se desperdicia miserablemente, es lo que
denominamos “STRESS” o sea tensión o más bien hipertensión de
una gran parte de nuestros sistemas vitales, y se habla de “tensión
emocional”, estado de “angustia existencial”, “tragarse el
coraje”, “morderse un h…o”, “preocuparse severamente”,
“me hierve el pecho”, “destrozarse el corazón”,o sentir que
se lo lleva a uno la ch….”,(“¡melleva pifas!”), que tan bien
conocemos.
Pues bien esta inundación o erupción
metabólica, conlleva a un inevitable y perjudicial (cuando es
excesivo o cotidiano) desgaste tisular, fundamentalmente cerebral y
circulatorio. Pero todos los tejidos del organismo lo resienten. Es
como conducir un automóvil con el motor revolucionado (acelerando a
todo gas), pero con el freno puesto o el “clutch” fuera de
contacto.
¿Por qué es esto?; Bueno, sucede
que el corazón (esa maravilla de maquinaria) que está compuesto y
estructurado para durar, durar y durar. En realidad no sabemos cual
es la vida útil de las células cardiacas, porque aunque su
capacidad de regenerarse es muy limitada ya que son células muy
especializadas, están tan bien condicionadas para realizar su
trabajo que su estructura y funcionalidad superan con mucho la
expectancia promedio de vida de otros tipos de tejido humano, como lo
es el cerebro. Nada más reflexionemos que las fibras o células
cardiacas (miofibrillas), empiezan a contraerse y a funcionar desde
la 4ª o 5ª semana de vida embrionaria (¡el 1er mes del embarazo!),
y pueden continuar haciéndolo largo tiempo después de que el
cerebro y otros órganos han cesado de tener vitalidad.
El corazón, que es un órgano
excepcional en muchos sentidos, debe sus impresionantes cualidades, a
dos características únicas: 1.- su estructura sincicial, es decir
actúa como una sola célula, todas interconectadas y armónicamente
actuando de manera sincronizada, su consumo nutricional y gasto
energético, está tan finamente determinado, que de hecho dentro de
sus límites fisiológicos no entrará nunca en fatiga, (¡a pesar de
ser estructuralmente casi 100% músculo!). 2º.- su aporte y
utilización de energéticos, son extraordinariamente eficientes, sin
embargo tiene su “Tendón de Aquiles”, es extraordinariamente
dependiente de altas concentraciones de oxígeno. Sin embargo
utilizará con gran eficiencia substancias productoras de energía,
como: Glucosa, ácidos grasos libres, procedentes de lipoproteínas
como Colesterol y Triglicéridos (sí, los temidos enemigos de la
literatura pseudocientífica actual), también substancias que no son
bien venidas por otros tejidos del organismo, como; Lactatos,
Piruvatos, Cuerpos Ketónicos, o Aminoácidos, que son considerados
desechos por otros tejidos.
Bueno, ¿Pues que tienen que ver
todas estas zarandajas científicas, con que el corazón “No se
Arruga” o envejece?. Pues a mi manera de entender, esto significa
varias cosas;
1.- El corazón no “envejece”, o
se desgasta tanto como solemos pensar si se le da mantenimiento
adecuado. O sea ; ¡si envejece pero no tanto!.
2.- Si se utiliza adecuada y
sensatamente, tiene una sobrevida increíblemente exitosa.
3.- Las emociones, y situaciones de
alto “Stress”, no manejadas adecuadamente, Sí dañan y dañan
severamente al noble tejido miocárdico, ¿qué quiere decir
“manejadas adecuadamente”?, pues controlando, manejando,
modulando y evitando las situaciones en que nos dominen; las
emociones negativas, como enojo, tristeza, depresión, angustia,
cólera, odio, resentimiento. Y al mismo tiempo aumentando la
incidencia de las emociones que nos producen sensaciones de
felicidad, satisfacción y bienestar; amor, paz, tranquilidad,
alegría, congruencia, valores estéticos, además de sentirse útiles
a los demás y en armonía con la naturaleza. y medio-ambiente que
nos rodea.
4.-El mantenimiento “adecuado”,
significa además; no sobrecargarlo de trabajo excesivo y sobretodo
innecesario.. En este aspecto es necesario saber, primero; que si
nuestro corazón está estructuralmente sano, porque a veces no nos
hemos dado cuenta de que tenemos un padecimiento congénito o
adquirido, precisamente por que el corazón tiene una gran capacidad
de regenerarse y además una “reserva funcional” admirable, de
tal modo que podríamos estar severamente enfermos, sin tener
síntomas alarmantes. Por lo tanto (y ahí viene el comercial);
“checarse” periódicamente. Segundo; El corazón tiene
capacidades increíbles de “acondicionarse”, fortalecerse y
volverse más eficiente, si seguimos un programa físico-atlético
adecuado..
5.- Amemos a nuestro corazón. (a
veces parece que somos sus principales enemigos).
Es realmente tonto darle alimentación
o exponerlo a substancias potencialmente tóxicas, que lo perjudican
y afectan su desempeño. Mucho se habla de: colesterol,
triglicéridos, grasas “saturadas”, etc. Y todos estos nutrientes
tienen claramente importancia, pero no hay que satanizarlos
indebidamente, el secreto está en su dosificación y balance o sea,
una dieta adecuada y balanceada.
Substancias o agentes tóxicos; de
esto también se pueden escribir varios tomos, pero por lo pronto
podemos mencionar dos aspectos; la calidad del aire que respiramos,
muy importantemente el inútil y altamente perjudicial (para los que
fuman y para los que no) el hábito tabáquico. Secundariamente (y no
en orden de importancia); La presencia de substancias químicas
denominadas “radicales libres”. De todo esto es mi intención
mencionarlos con más detalle páginas adelante, si la paciencia del
lector me lo permite. ---
Abo, ¡Qué buen artículo! A mi se me hace súper interesante todo eso de las emociones que sentimos en el cuerpo que claramente la mayoría de ellas en el corazón. Me acuerdo que un día vi un programa en Discovery Channel sobre un señor que le realizaron un transplante de corazón de otra persona que acababa de fallecer y a la que le realizaron el transplante comenzó a desarrollar habilidades que antes no tenía, como el gusto por la guitarra y por escribir poemas. Todas estas habilidades las tenía la persona fallecida. No encontraba una razón cierta que me explicara porque el corazón "guarda" experiencias. Muy buen artículo del corazón abuelito, sigue escribiendo y compartiendo conocimientos !
ResponderEliminarQué buen comentario! Yo no sabía eso de la oersona trasplantada de corazón que adquirió nuevas habilidades. Es excitante el pensar que el corazón sí guarda emociones o vivencias anteriores de alguna manera no explicable científicamente, pero esa es una de las maravillas de este mundo, ¿no crees?
EliminarMe da gusto tener a alguien tan joven como tú que sea tan inteligente y receptiva como tú Precious!
Que interesante artículo abo sobre el corazón y el papel que juega en los sentimientos de las personas, y es que como dices sentimos mucho las emociones en ese músculo del cuerpo. Es muy común que las personas digamos " ay es que me rompió el corazón" etc.
ResponderEliminarTienes razón al decir que el corazón no envejece tanto como el cuerpo o como la mayoría de nuestros órganos que envejecen año con año y es necesario como comentas darle el mantenimientos adecuado en base a una buena alimentación y ejercicio ha que el corazón no deja de ser un músculo (el mas importante para nosotros que no deja de bombear sangre al cerebro. Me gusta mucho como nos das las recomendaciones para cuidar y proteger nuestro corazón, y es que la verdad no implica mayor esfuerzo ni mucha atención, solamente es ponerle un poco de atención, comer adecuadamente, no ingerir bebidas dañinas a nuestro organismo como lo es el red bull combinado con algún depresivo como el alcohol, porque según tengo entendido es d las peores cosas que podemos hacerle a nuestro corazón. Muchas gracias por regalarnos un poco de tu experiencia y sabiduría abo. Me encanta leer tus artículos y aprender de ti cada día. Siempre me dejas pensando y reflexionando y sobre todo me gusta presumirte con lad demás personas y decirles que tengo un abolais super inteligente que sabe de todo! Te quiero mucho :)
Mariana Menchaca tu nieta
Me encantó tu comentario. Tienes razón, el corazón no es sólamente una víscera más. Tiene misterios insondables todavía. Y aunque no sabemos que nos depara el futuro, siempre podemos aprender más sobre como evitar dañar nuestro cuerpo que es un regalo de Dios. Ustedes son una de ésas maravillas, van a aprender y saber tantas cosas nuevas que me encantaría ser su nieta. Lov`Ya Princces
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