REFLEXIONES XX
¿ES LA MENTE ES MÁS PODEROSA QUE EL CUERPO?
“Imagine,
imagine there is no heaven.., It´s not easy if you try, no hell below us, above
us only sky. Imagine all people, living in peace for today..”
(John Lennon, 1971)
En toda la historia de la humanidad, aún desde
sus inicios civilizatorios, o sea cuando fué capaz de comunicar ideas de manera
inteligible, la palabra ha sido la influencia más poderosa como vector de
cambio en la conducta humana y su destino.
La capacidad de comunicarse, por supuesto
no es exclusiva de los humanos, muchas otras especies la poseen en grados
sumamente diversos, prácticamente todos los animales y probablemente algunas
especies vegetales también poseen esa capacidad mediante la emisión de
substancias químicas como el perfume de las flores, que comunican su aptitud
para reproducirse.
Las capacidades aeróbicas de los
mamíferos, los hacen capaces para utilizar sonidos respiratorios con la laringe,
y muy pocas especies no tienen o es demasiado pequeña, (que está diseñada para
tal propósito), como es el caso de las jirafas, que son mudas (a pesar de su
garganta kilométrica). Obviamente esta ventaja evolutiva en el ser humano (la
laringe, ha sido un factor determinante en su desarrollo cerebral, y estos dos
maravillosos órganos han sido indispensables, en la evolución de la
inteligencia humana. Se especula que la ventaja evolutiva de los homínidos, que
precedieron a la subespecie Pithecantropus (Homo Sapiens) de la cual
descendemos sobre los denominados Neanderthelensis (Homo Erectus), fue
precisamente su capacidad laríngea y el desarrollo del lenguaje
Imaginemos un mundo en donde la
comunicación fuera por señas, sonidos guturales gestos, o expresiones
corporales, (como los mal llamados sordomudos)) y muy probablemente el
desarrollo civilizatorio y cultural, habría sido extraordinariamente lento, o
tal vez a nivel de los actuales primates modernos. Esto sin contar con la escasez
de los estímulos para el desarrollo cerebral, conlleva la capacidad de
comunicarse inteligiblemente y producir sonidos armónicos y belllos con la voz ,o
através de una gran variedad de instrumentos musicales. La laringe humana es ciertamente
un órgano maravilloso.
El desarrollo del lenguaje, expreso, no
fueron por supuesto simultáneos, fueron resultado de la asociación humana y su
necesidad de sobrevivir en un medio hostil, para protegerse de depredadores,
buscar refugio, alimento y proteger a
sus crías. Probablemente esto sucedió poco después de su capacidad de encender
y controlar el fuego. Imaginemos a una hembra primitiva, sola hambrienta,
probablemente embarazada y desprotegida, vagando y apenas sobreviviendo en las
llanuras o bosques primigenios, valerosamente acercándose a un lugar incendiado
por un rayo, sus congéneres varones, temían y respetaban el incendio (con
sobrada razón), pero ella buscando el calor en el bosque helado, la protección
de los depredadores (que temían y aborrecían el fuego), cuidadosamente se
aproximó y descubrió la manera de controlar, producir y cuidar el fuego en su
provecho, el descubrimiento más trascendental en la Historia del Hombre, sin
lugar a dudas y así entendió y descubrió
como producirlo y almacenarlo cuidando las brasas en huecos de troncos de árbol
y transportarlo a su refugio choza o caverna. Imaginemos nuevamente la reacción
de sus congéneres masculinos, asombrados y maravillados de su valor, acercándose
para disfrutar del calor, confort y alimento, que ahora podrían asar, ahumar y almacenar
para evitar su descomposición y además proteger la comunidad de la enorme
cantidad de depredadores, así creció y se desarrolló la camaradería, la socialización
y estimuló la comunicación e intercambio de experiencias. Antes, probablemente
toda comunicación consistía en señas, sonidos guturales, gritos de alarma
agresión dolor o miedo, pero ahora, la necesidad de cercanía, la necesidad de protección,
de enfrentar problemas comunes, propició una mayor intimidad y necesidad de
socialización.
Nacieron las primeras familias, clanes y
tribus humanas. Imaginémoslos en noches obscuras, rodeados de peligros mortales, alrededor del
fuego, compartiendo alimento, asándolo o conservándolo para el incierto mañana.
Descubriendo juntos las maravillas de la convivencia humana, comunicando y
compartiendo experiencias, anécdotas, dudas, tristezas, alegrías, refiriendo
historias, educando a las crías. Con sonidos primitivos guturales (al principio),
cantando ritmos , danzando. Observando la magnificencia de la noche repleta de
estrellas. Descubriendo el Universo.
Fué entonces que el homínido, inició su
largo camino humano. No en vano el hombre moderno, tiene en grande estima y al
mismo tiempo teme y adora al fuego como la más indispensable fuente de energía
proveniente del sol, al que consideraban el Dios creador y a la Tierra, la
diosa Madre. Nacieron las primeras religiones, en un intento de explicarse todo
lo que presenciaban. El fuego, como el rayo otra deidad, ha sido y continúa
siendo factor indispensable para nuestro desarrollo y evolución. Sin fuego, sin
lenguaje, sin palabras, sin escritura, cero ciencia, cero tecnología y cero civilización.
La palabra, maravilla evolutiva exclusiva
humana. Muchos animales han desarrollado complejos medios para comunicarse,
algunos tan elaborados, complejos y eficaces, que causan admiración, sin
embargo, su desarrollo cerebral, no han sido de la magnitud de nuestra especie.
Las capacidades comunicativas del ser humano, han experimentado un acelerado
desarrollo en varios millones de años, y en los últimos milenos, se ha
acelerado de manera increíble. Desde la invención fe la escritura cuneiforme,
diez siglos antes de nuestra Era. En la actualidad la “Era” de la comunicación,
nuestro mundo y empuje civilizatorio, han sufrido una extraordinaria
transformación. Y esto se lo debemos indudablemente, a la asociación de
nuestras capacidades mentales con nuestra capacidad de comunicación. ¿A dónde
nos dirigimos en ése sentido? No es posible saberlo, pero mientras seamos
capaces de expresarnos y aumentar la capacidad comunicativa, nuestro desarrollo
cerebral, no se detendrá. Y quizás (sólo “quizás”), algún día podremos alcanzar
la ansiada Paz.
En la Historia de la Humanidad, existen
numerosos ejemplos de sistemas y métodos de comunicación, que han tenido gran
influencia en nuestro desarrollo y cultura humana (para bien o para mal) y
muchos han sido beneficiosos para la supervivencia y enriquecedores científica
y culturalmente, desde el punto de vista estético y artístico. Sin embargo, en
otras no ha sido así y han procedido a depreciar y degenerar, las mejores características
del ser humano. Es ciertamente obvia la
expresión de: “La Pluma es más Poderosa , que la Espada”, atribuida a Napoleón,
curiosamente aquel que basó casi la totalidad su existencia, en emplear la
violencia, para predominar y dominar su mundo. Sin embargo, también podemos
decir que la derrota y defenestración del “Gran Corso”, se debió indudablemente,
a la palabra escrita o expresa de los pensadores de su tiempo y por supuesto a
la omnipotente y omnipresente Opinión Pública”.
En la corta historia de nuestra
civilización, el descubrimiento y desarrollo de la palabra escrita, ha ejercido
fenomenal influencia en el curso de los acontecimientos históricos, simplemente
la capacidad de expresar conceptos o relatar sucesos de manera gráfica, ha sido
extraordinariamente decisivo en lo que nos ha pasado. La palabra hablada o
escrita, en muchos casos ha sido rectora de la conducta humana por siglos. Esto
es portentoso, si consideramos que existe una gran variedad de lenguajes y
maneras de expresarse que existen en nuestro planeta. Se estima que existen más
de 6,000 idiomas, lenguajes o dialectos registrados funcionales en el mundo.
Aproximadamente 900 millones de personas, hablan Mandarín, Inglés 450,
Hindi-Urdu 333, Español 270, Portugués 170,
Bengalí160, Ruso150, Árabe 150
Japonés 125,Alemán 115, Francés122 y
menos de 100 millones: Wu (chino) Javanés, Coreano, Italiano, Marathi (India)
Tamil (India), Cantonés (China), y Ucraniano y por supuesto la enorme
diversidad, y complejidad de todas las maneras de expresar las mismas cosas y conceptos, ha sido sumamente variable y así seguirá, mientras el Hombre exista en el Planeta.
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