domingo, 6 de octubre de 2024

REFLEXIONES XXXIV

 

               REFLEXIONES XXXIV

 

Todos los tipos de memoria, son susceptibles de cambio esto se denomina “plasticidad” y tiene que ver con la transferencia de recuerdos. Los procesos de aprendizaje son muy variados y tienen que ver con secuencias de estímulo-respuesta repetitivos, que requieren esfuerzo voluntario intenso, que también pueden ser reforzados por situaciones emocionales intensas, esto es particularmente cierto en situaciones de peligro, miedo o alegría. Esto es de interés en las adicciones, que pueden ser sumamente poderosas y difíciles de eliminar. Esto se ha convertido en un gravísimo problema de salud pública sin duda, y su probable mecanismo tiene que ver con neurotransmisores como la Adrenalina (temor), Endorfina (placer) o Dopamina (ensoñación), estas substancias, son producidas por nuestro sistema endocrinológico (las glándulas del cuerpo), pero también pueden ser de naturaleza externa y muchas veces son substancias muy tóxicas para las delicadas neuronas, el corazón y a veces pueden ser mortales. Además pueden causar tolerancia y el apetito por las drogas, se incrementa, y sus efectos son más nocivos. El fenómeno opuesto también sucede, la obliteración de los datos almacenados, causada por estímulos poderosos de origen afectivo, como sucede en situaciones extraordinariamente dolorosas o agresivas, la mente bloquea tales recuerdos porque afectan nuestra autoestima y son intolerables. También existen cuadros de amnesia (borrar memoria), después de traumatismos craneoencefálicos, tumores, sangrado cerebral o embolia y también después de un experiencia dolorosa o miedo intenso. Los probables mecanismos de captura y almacenamiento de los datos sensoriales, son percibidos en diferentes áreas del cerebro, dependiendo del estado de atención e interés de la persona, los efectos de reforzamiento conducen la información a los ganglios basales; Hipocampo, Amígdala, Cerebelo y cuerpo  estriado para que sean alma cenados en diferentes áreas del Neocortex, las neuronas captan las señales através de sus dendritas, los impulsos son de naturaleza electroquímica, frecuentemente moléculas de polipéptidos y lipoproteínas como  el colesterol y hormonas, en la membrana de las neuronas, entonces se produce una diferencia de potencial y tiene efecto un intercambio de iones,, fundamentalmente de Potasio intracelular por Sodio extracelular, también entran en las células,. pequeñas cantidades de Calcio, Fósforo y Magnesio, necesarias para sus funciones. Las neuronas entonces, depolarizan su protoplasma y eso permite la producción de nuevas núcleo- proteínas específicas de los datos capturados, esto genera  recuerdos sin embargo, la información puede perderse, si no existe reforzamiento y utilización de esa información de forma voluntaria o mediante la lectura o cuando la persona accede a nueva información escuchando  o visualizando  nuevamente aquello que deseamos recordar. Y claro, cuando el cerebro envejece, los recuerdos se van borrando paulatinamente, mientras no sean reforzados con nueva información y aprendizaje.

Cuando el cerebro envejece, las neuronas sufren paulatino desgaste, sobretodo la memoria de hechos recientes y la velocidad de procesamiento y respuesta a estímulos sensoriales, el desgaste neuronal humano es único de que es uno de los tejidos, que a pesar de no reproducirse se desgasta más lentamente. Por mucho tiempo se consideraba que la neuronas nunca se regeneraban cuando sufrían daño severo; trauma, hipoxia prolongada daño de origen tóxico drogas, alcohol, sin embargo, las neuronas son particularmente sensibles al los efectos del Monóxido de Carbono, que es uno de los tóxicos mas potentes, que en pocos minutos daña irreversiblemente el cerebro. actualmente se ha podido apreciar que con terapia de células madre o del tallo vivas, con genoterapia, o con técnicas de rehabilitación prolongadas y persistentes, se puede lograr cierto grado de transferencia de las funciones perdidas, por las neuronas que no han sufrido daño permanente, logrando cierto grado de rehabilitación, sobretodo en las funciones del lenguaje. Esto se ha observado en personas que han sufrido embolia cerebral, en las cuales se recupera primero el idioma que se aprendió cuando eran más jóvenes. Recientemente un grupo de investigadores de la Universidad Wake-Forest NC USA, realizaron experimentos en ratones que habían sido bloqueados en el hipocampo y mediante la implantación de microestimuladores en esa área, fueron capaces de reproducir conductas previamente aprendidas, es decir memoria. Esto abre un inmenso halito de esperanza, para los pacientes con lesiones cerebrales extensas y sobretodo en  casos de Demencia de cualquier tipo, particularmente personas con Alzheimer, Esclerosis Múltiple y otras. La restauración de las regiones cerebrales dañadas, en realidad no es consecuencia de una verdadera “neurogénesis” (es decir; nuevas neuronas), sino al lento y paulatino crecimiento de sus axones, es decir sus terminaciones nerviosas, tanto motoras como sensoras (dendritas). Ambos fenómenos son fundamentales en la rehabilitación de personas con  daño neurológico de cualquier tipo, la mala noticia, es que cuando las nuevas terminaciones completan su crecimiento, el órgano “blanco”, se ha atrofiado y la función, no puede rehabilitarse!

Como quiera que sea esto, las funciones que más se desgastan y trastornan severamente la vida de las personas senescentes, tiene que ver con las capacidades intelectuales básicas para llevar una vida eficaz  independiente de ayuda ajena, es decir, las actividades básicas, que todos llevamos a cabo automáticamente y están impresas en nuestra memoria.