Un
año más de “Independencia”, ¡Si? Aunque estrictamente hablando
ningún país es realmente independiente, todos somos
interdependientes, hasta los EUA o los países más desarrollados, no
serían nada sin sus relaciones económicas o sociales. ¿A quién
le venderían o a quién les comprarían su productos? Nosotros no
somos diferentes. La Historia “La Memoria de la Humanidad
Civilizada”, la escriben los vencedores, los que sobreviven (los
muertos callan), y cada quien tiene su historia, -eso me recuerda el
cuentecillo de un amigo argentino que algún día les contaré-. Yo
mismo en un pequeño acto de soberbia escribí en 2010 un librito de
Historia de México que intitulé; “MÉXICO UN PAÍS EN BUSCA DE SU
DESTINO”.
México
a principios del siglo 19, era la mejor Colonia Española, el orgullo
de la Corona, (ahora es una cerveza). Seguramente entre la población
más ilustrada existía descontento, con la severa regla española;
supremacía étnica, alcábalas elevadas, leyes discriminatorias,
cuotas y explotación de recursos naturales exagerada. La
Constitución española de Cádiz aprobada en 1808, llamada
“Gaediana” o la “La Pepa” popularmente, infuenciada
poderosamente por el liberalismo francés, proponía un cambio
radical a la monarquía española, con cortes y leyes que limitaban
su poder. Se decía que “La Indias no eran colonias, eran parte
integral del territorio español”.
Entre
los criollos y sociedad neoespañola, estas ideas burbujeaban
intensamente y preocupaban a las autoridades virreinales. Si ya no
son colonias, ¿porqué Virrey?
Don
Miguel Hidalgo, el párroco de Dolores, un hombre sabio e ilustrado
ex-Rector del Colegio de San Nicolás que era a su vez Seminario, se
rodeaba de los más notables y cultos intelectuales de las
comunidades en donde era Párroco y tenía reuniones periódicas y
claro las noticias del reino, les preocupaban intensamente. Entre ellos la esposa del Corregidor de Querétaro, Doña Josefa Ortiz y
los oficiales Allende, Aldama Jiménez y Abasolo. Las noticias de
que Napoléon Bonaparte había invadido España destituido al Rey
Carlos IV y al Príncipe heredero Fernado VII, auguraban también una
intervención francesa en América y al percibir inacción del Virrey
Venegas, planeaban destituirlo e independizar la Nueva España del
régimen español Bonapartista.
Alertados
por aliados y sirvientes a la Corregidora de que habían sido
delatados como conspiradores y traidores. Don Miguel, Allende y
Aldama, decidieron adelantar la fecha del levantamiento, para lo cual
habían hecho acopio de armas y pertrechos militares, decidieron
declarar la guerra a las autoridades virreinales y declarar la
independencia del Reino de la Nueva España y nombrar Rey a Fernando
Séptimo.
El
famoso Grito de Independencia de Miguel Hidalgo atestigua la
intención de los conspiradores: “¡Viva México, Viva La Virgen de
Guadalupe, Viva Fernando Séptimo, Muera el Mal Gobierno, Mueran los
Gachupines!”.
La
insurreccción levantó grandes simpatías y esperanzas entre la
población india y mestiza que la abrazó fervorosamente. El sistema
de castas y la esclavitud de indios y negros enajenaba poderosamente
a la población, lo hacendados españoles y europeos tiranizaban a su
antojo a criollos y mestizos. Los españoles de la Ciudad de México
y las clases acomodadas, lo veían como un grave peligro a sus
privilegios.
Tras
victorias aplastantes iniciales, la Insurgencia se debilitó por
traiciones y falta de estrategia de Hidalgo y por conflictos entre
los líderes y sufrieron continuas derrotas. Siendo traicionados,
Hidalgo, Allende, Jiménez y más tarde Abasolo, fueron apresados
torturados abyectamente y fusilados.. José Ma Morelos discípulo de
Hidalgo, Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, López Rayón, Mariano Michelena y Leona
Vicario y otros continuaron la lucha independentista durante 10 años
más y no fué sino hasta que el visionario Coronel Agustín de
Iturbide del Ejército Realista del General Félix Calleja, que fué
nombrado Virrey deponiendo a Venegas, Iturbide apodado el “Dragón
de Hierro” había combatido cruel y exitosamente a los rebeldes,
finalmente se dio cuenta que los sistemas coloniales europeos
estaban en decadencia y que al igual que las trece colonias
americanas que habían declarado su independencia de la Gran Bretaña
35 años antes, era imperativa la independencia de México y formar
un gran imperio que se opusiera los afanes expansionistas de la
naciente república del norte.
Iturbide
y sus aliados concibieron estas ideas en el Plan de Iguala, e
iniciaron conversaciones con los líderes insurgentes comandados por
Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, lo que culminó el famoso “Abrazo
de Acatempan” y la firma del Tratado de Córdoba el 24 de
septiembre de 1821. Unidos los tres ejércitos bajo una sóla
bandera, “La Bandera de las Tres Garantías” (Verde-Libertad,
Blanco-Religión y Rojo-Independencia) avanzaron hacia la capital,
mientras las tropas españolas se retiraban por órdenes del Rey
Carlos Quinto y el nuevo Virrey Don Juan de O´Donojú, dejando
una pequeña guarnición en el Castillo de San Juan de Ulúa.
El
desfile del Ejército Trigarante desató entusiamo en la Ciudad de
México y los seguidores y tropas del comandante General Agustín de
Iturbide, no tardaron en aclamarlo y pedirle que fuera Emperador, lo
que fué aprobado tan sólo semanas después por el primer congreso
legislativo de la 2a
Nación Americana en proclamar su independencia. Agustín I fué
coronado el 21 de Julio de 1822.
Su
Reinado fué efímero, grupos masónicos-liberales antagónicos con
la idea de la nueva monarquía y la permanencia del poder
eclesiástico de la Iglesia Católica, y claramente el embajador de
los Estados Unidos Joel Poinssett y el liberal Antonio de SantaAnna
conspiraron para deponer al Emperador e iniciaron la Rebelión de
Casamata para derrocarlo con la ayuda de los Estados Unidos.
El
país estaba en ruinas tras más de 10 años de lucha, la economía
del país era un desastre, los Estados Unidos negaban ayuda y
reconocimiento, no había dinero ni para pagar haberes y salarios a
los servidores públicos y ejército. Iturbide decidió abdicar y
asilarse en Francia en Marzo 1823, pero
regresó en Julio de 1824 y fué apresado por órdenes de Santa Anna,
juzgado precariamente, declarado traidor a la Patria y fusilado el 19
de Julio de 1824.
La
Historia de nuestro país, gobernado mayoritariamente por
masones-liberales enemigos de la Iglesia Católica, después por
liberales-socialistas y más tarde por socialistas-comunistas hasta
nuestros días, (excepto las presidencias de Vicente Fox y Felipe
Calderón), la Historia Oficial de México, le ha negado
infamantemente honor y reconocimiento público al Héroe que realizó
y consumó nuestra Independencia.
Add.-
lo mismo sucedió con el Presidente Porfirio Díaz en los albores
del Siglo Veinte.
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