INCERTIDUMBRE
El
Principio de Heilderberg, en Física Quántica, enuncia que no es
posible conocer algo con exactitud, porque toda materia y energía se
manifiesta en ciclos ondulatorios y para medir su magnitud es preciso
tomar aunque sea una pequeña parte y éso altera su naturaleza y su
dimensión, y así cuando tratamos de medir la presión de una llanta
de automóvil con un manómetro, tendremos que dejar salir una
pequeña cantidad de aire de la llanta y la presión de la misma
disminuirá por esa razón.
Para
tener certeza de algo, es preciso conocerlo en su estructura y sus
partes cuando menos en las más significativas. En la Naturaleza y en
el Cosmos pasa lo mismo, notarán que la misma ciencia Matemática no
es de naturaleza exacta, casi todas las dimensiones son aproximadas;
la magnitud de “Pi”, las veces que cabe el radio de un círculo
en su circunferencia es 3.14163333333...... y en el cálculo
infinitesimal pasa lo mismo con las funciones derivadas (cantidad que
se aproxima a cero, pero nunca lo alcanza).
¿En
verdad estamos en Crisis? ¿Crisis respecto a qué o a cuando?
¿Cómo la medimos?
Todo
es relativo, verán porque la Vida es una continua batalla para
sobrevivir, crecer y mejorar. Realmente, estos tiempos modernos, si
reflexionamos un poco no son realmente tan catastróficos. Nada más
pensemos en nuestros ancestros inmediatos, nuestros padres y
abuelos. Ellos si realmente vivieron tiempos difíciles, que les
parece vivir en el siglo pasado, en la primera parte una sangrienta
revolución con más de un millón de muertos, la economía por los
suelos, la moneda no valía nada, todas las facciones rebeldes
imprimían su papel moneda, había miedo, hambre, la agricultura
estaba destrozada, enfermedades de todo tipo, pandemia?, la Influenza
llamada”española” mortalidad estimada entre 50 y 80 millones, se
originó en Francia después de la 1a
Guerra Mundial (1914-20) mortalidad estimada en +80 millones de
personas entre militares y población civil, más de la mitad por
enfermedades; Tétanos, carbunclo, tifo, gangrena (no había
antibióticos), hambre y frío. En México las enfermedades y la
revolución diezmaron la población; Tifo, fiebre tifoidea,
erisipela, paludismo, tosferina, disentería, cólera, desnutrición,
las familias se defendían teniendo muchos hijos en la esperanza de
que alguno sobreviviera.
Mas
tarde, la 2a
gran Guerra (1938-1946) fué todavía más mortal, +300 millones de
muertos (la población judía casi 6 millones de muertos!) En México
las enfermedades y la desnutrición hicieron estragos, La mortalidad
infantil era un escándalo; El paludismo, viruela, tifoidea,
tosferina, fiebre reumática, escarlatina, poliomielitis diezmaron la
población. Yo mismo tuve varias de éllas. El Instituto de Nutrición
Dr Salvador Zubirán (afamado Hospital de la Ciudad de México que
ahora se llama pomposamente; Instituto de Ciencias Médicas y
Nutrición) se fundó por los elevados índices de desnutrición
infantil. En el Hospital Infantil Dr. Federico Gómez (en donde yo
estudié) había un pabellón dedicado a atender exclusivamente a
niños desnutridos, muchos morían a pesar de tratamiento intensivo,
otro pabellón me estremeció, tenía más de 20 niños con
poliomielitis cerebro-espinal, incurables paralizados desde el cuello
hasta los pies metidos en tanques respiradores denominados
“pulmotores”, en donde pasaban meses o años y la mayoría morían
irremisiblemente.
En
la segunda mitad del siglo 20, durante le llamado “periodo
estabilizador” de la postguerra, sucesivos gobiernos del PRI, se
alinearon con los gobiernos socialistas-procomunistas y
desperdiciaron la oportunidad de oro que significaba alinearse con
las potencias democráticas con economía de mercado. la cercanía
con los EUA, y desarrollar el país en todo su potencial, como
resultado; Crisis tras crisis económica, inestabilidad social y
subdesarrollo industrial.
Ahora
bien metidos hasta el cuello en la “Cuarta Transformación”, en
camino hacia una República Social-Juarista, y de remate una
horrorosa pandemia del mortal SSAConavid-19, manejada por unos
“expertos” en salud pública que no dan una, la crisis económica
ha regresado con singular alegría.
¿Qué
le vamos hacer? Rezar y comernos la uñas es una opción, otra es
llorar y echarle la culpa a los gringos, chinos o al “Sistema”,
o bien; ponernos las pilas, exprimirnos el seso y ver que opciones
tenemos en lo personal y en lo familiar. Lo malo es que tenemos muy
pocas opciones, robar o asaltar no es una de éllas. Para empezar
sucede que hay demasiados factores que desconocemos; ¿Cuanto vá
durar la maldita epidemia?, cuándo vamos a tener una vacuna? Cuándo
vamos a tener medicamentos eficaces? Cuál es el mejor tratamiento?
Cuánto daño económico vá a causar el “Quédate en tu casa”
que parece ser la única y genial idea del SbSec López Gatell.
No
seré yo quien proporcione la genial solución, más bien creo que
cada quien debería trazar un probable ruta de acción y valorar que
opciones tenemos en lo personal y en lo familiar, analizar con qué
contamos, que bienes tenemos, de qué capacidades talentos y
capacidades disponemos.
Cada
Crisis representa una oportunidad para crecer, esto lo saben muy bien
los inversionistas y empresarios natos, qué producto o servicio
está en mayor demanda? Que hay muchos muertos? Iniciemos un servicio
funerario-online; ataudes ecológicos, autoincinerables, reciclables?
Que la gente se aburre con el forzado lock-in de “quédate en tu
casa”? Iniciemos un programa de música-en-casa con un guitarrista
que vaya a amenizar su soledad. Que lo viejitos se cansaron de la
televisión y de ver noticias alarmantes y deprimentes?, de las
violentas películas de Netflix? Iniciemos un programa para
conseguirles peliculas antiguas rentadas, comedias musicales,
westerns, suspenses, detectivescas, dramas, etc. Se sorprenderán de
lo buenas que eran, seguro hay por ahí coleccionistas locos (como
yó), que estarían encantados de ayudar y rentar también
reproductores que se pueden reacondicionar.
Lo
que si es cierto es que el trato (“manejo”) que sufren los
pacientes que se infectan con el mentado virus nos tiene apanicados.
Yó aquí y ahora, afirmo que en caso de contraer la enfermedad, no
aceptaría en ningún caso, ser tratado como un animal rabioso, un
foco infeccioso al que nadie puede tocar ni acercarse, es inhumano e
infamante el trato que reciben los pacientes en los “centros de
salud”; Lo aislan totalmente del mundo de sus familiares y de su
medio ambiente, ni celular ni contacto con el exterior, los someten a
“tratamientos” sobre los cuales no tiene ningún control ni él
ni sus familiares, y no digamos del verdadero viacrucis que sufren
paciente y familiares cuando buscan hospitalizar a un paciente grave.
Yó
en mi caso particular, deseo solamente cuidados paliativos humanos y
sensatos, no deseo ser tratado como material radioactivo, o un objeto
infeccioso y maligno. De una vez afirmo; no deseo ser intubado y
conectado a un respirador eléctrico, creo que merezco una muerte
digna y tranquila, rodeado de mis seres queridos. Mi cuerpo llegó a
su fecha de caducidad, que la naturaleza tome su debido curso.
Tengo
la certeza de que el espíritu no muere y cuando esté ante mi
Creador presentaré mi hoja de servicios, seré juzgado y se me
asignará otra misión. ¡Allá nos vemos!